¿Alguna vez han sentido que no son lo suficientemente buenos?
La insuficiencia es una emoción, se alimenta de la perpetua comparación con los demás, de la búsqueda incansable por la perfección y de la asimilación de expectativas poco realistas, es esa voz similar a la vecina de al lado que lo que sirve es para criticar, la insuficiencia nos recuerda siempre nuestras imperfecciones, nuestros errores, nuestros fracasos, tiene sus orígenes en la infancia, en las experiencias de rechazo, crítica o el abandono que hayamos vivido. Esa sensación persistente de no ser lo suficientemente bueno o no estar a la altura de las exigencias, saben que es lo peor de esta sensación de sentirse nada o nadie, que, aunque hayamos alcanzado todas las metas pautadas, se presenta ella con sus mejores galas, es inevitable sentirnos mal aun cuando logramos el éxito profesional, la estabilidad económica y el reconocimiento social.
Nos sentimos insuficientes, cuando comenzamos a compararnos constantemente con otras personas, cuando nos sentimos incapaces de lograr completamente lo que nos proponemos, es peor cuando se reafirma la creencia que los logros obtenidos, no poseen valor porque son producto del azar, cuando se sienten la insuficiencia nos bloqueamos y paralizamos ante nuevos retos por miedo a fracasar, cuando la insuficiencia es grande se marcha la autoestima y la confianza, y se genera dependencia emocional.
Les voy a dar mi apreciación, sentirse insuficiente, a todos nos ha pasado en algún momento de nuestras vidas, es la señal de alerta que nos indica la necesidad que tenemos de desarrollar nuevas habilidades o, modificar acciones o creencias erradas sobre nuestra persona, es una sensación constante que abruma, es un obstáculo que frena la determinación y las ganas de alcanzar los logros, obstaculiza las relaciones interpersonales y disminuye el bienestar en general.
Ante esto me gustaría que consiguieran un amigo, de esos que están para todo y no juzgan, de no tener uno siéntate en tranquilidad apunta cada día al menos una cosa que hiciste bien, no debe ser una gran hazaña, pero debe ser una cosa buena que hiciste, cambia el no puedo o no soy capaz, por: estoy aprendiendo, hice mi mejor esfuerzo, la próxima saldrá excelente, no te compares con nadie, eres único, cada persona es diferente, tente mucha paciencia, trátate bonito, comprende que errar es de humano, somos humanos y tenemos derecho a equivocarnos, la insuficiencia es una emoción que cuando se instala en nuestras vidas, puede tener un impacto devastador, nos impide tomar riesgos, expresar nuestras ideas y defender nuestros intereses.
Olvídate de la voz que te susurra "podrías haberlo hecho mejor", "no mereces esto", o "los demás lo hacen más fácil", tu valor no depende de lo que logras, sentirse insuficiente no es un reproche, sino una alarma, nos indica que hay heridas por sanar y sobre todo, autocompasión por cultivar.
Recuerda algo que te voy a decir hoy la insuficiencia es una ola en el mar, más no es el mar en sí, estar abrumado no define quien eres, pero aceptar quienes somos, nuestras virtudes y defectos, aprendamos que somos valiosos por quienes somos y no por lo que hacemos, somos nosotros los responsables de pensar positivamente, y sí, si somos suficientes tal como somos, sí hacemos cosas importantes, y aunque nadie te lo dice, hoy eres suficientemente bueno, eres una persona excepcional.