Saludos, familia de HIVE, Con mucho placer he leído la publicación de nuestro amigo @emiliorios, titulada: “La opinión de los otros, la mia y la teoría del yo del espejo de Cooley resultados de No-iniciativa – 7º Día.” En este caso nos incita a reflexionar en un aspecto muy importante de nuestras vidas: el autoconcepto.
Recurso
Como somos seres eminentemente sociales, siempre nos preocupa la opinión que tienen los demás acerca de nosotros, lo cual en gran medida tributa a que nos esmeremos por perfeccionar nuestro comportamiento; pero todo tiene un límite, pues si nos aferramos a las opiniones ajenas pudiéramos cometer muchos errores, como ser injustos en determinadas circunstancias, y el peor de todos maltrataríamos a nuestro yo interior.
Recientemente vi un video tomado en una visita de una figura importante, donde un joven interrumpe para decir que el lugar lo habían pintado debido a que lo estaban esperando, el visitante encontró una habilidosa salida fruto de su inteligencia, diciendo que si él supiera que a donde quiera que iba, pintaban, iría a todos los lugares, con lo que provocó un diluvio de aplausos. Imagino cómo se habrá sentido ese joven, pues su propósito iba encaminado a develar la farsa que constituía dicha espera, sin embargo casi la totalidad de los participantes asfixió su noble propósito.
Recurso
Situaciones similares las encontramos a menudo, en las cuales podemos percibir que las multitudes pueden estar erradas por diversas razones, como por la inmediatez (que pienso que sea lo que sucedió en este caso), por predisposición, ya sea para congraciarse con alguien o para perjudicar a alguien. Creo que debemos tener mucho tacto en estos casos para no equivocarnos.
Es indudable que no somos perfectos, pues en nuestro actuar cotidiano cometemos errores, lo que nos lleva a no limitarnos a las opiniones ajenas e impone la necesidad de dialogar con nosotros mismos, ya sea en voz alta o mediante el monologo interior; confieso que me gusta mucho hablar con la almohada antes de dormir. De esta forma disfruto lo que hice bien, me realizo y me respondo muchas preguntas sobre lo que no me salió mal o no salió como yo quería. Lo primero que hago en estos últimos casos, es indagar en las causas e incursionar en posibles alternativas para no incurrir en los mismos errores.
Recurso
Como las opiniones de las personas que nos rodean cuentan, cuando me encuentro en entornos sociales observo la forma en que reaccionan ante lo que digo o hago; pues sin renunciar a mis criterios personales, esto me da la medida de cómo me ven los demás; dicha mirada no se limita a espacios donde la presencia es personal, pues en los espacios virtuales también existen indicadores que nos revelan el nivel de aceptación que tenemos, como los likes, los votos, los comentarios, etc. En estos entornos también conocemos amig@s y llegamos a percibir su afecto.
Dedico mucho tiempo al análisis de los resultados no deseados, y aunque me encuentre solo, me ruborizo, pues me avergüenza cuando hago algo mal o sencillamente me sale mal, pues a veces ponemos mucho empeño en hacer algo y nos sale mal o no como queríamos que fuera. En estos casos analizo las situaciones con mucha humildad y reconozco que me equivoqué, me echo un regaño, pero como mi yo interior es un excelente amigo, me comprende y dándome unas palmaditas en el hombro me anima diciéndome: en la próxima te saldrá mejor.
Muchas gracias por leer. Quedaré muy agradecido con sus comentarios. Las fotos son de mi propiedad, fueron tomadas de pixabay.com. Texto traducido al inglés por traductor de Google.
ENGLISH VERSION.
For the sake of my healthy self.
Greetings, HIVE family, I was very pleased to read our friend @emiliorios's post, titled: "Others' Opinions, My Own, and Cooley's Mirror Self Theory: Results of Non-Initiative – Day 7." In this case, it encourages us to reflect on a very important aspect of our lives: self-concept.
Resource
As we are eminently social beings, we are always concerned about others' opinions of us, which largely contributes to our efforts to perfect our behavior. But everything has a limit, because if we cling to the opinions of others, we could make many mistakes, such as being unfair in certain circumstances, and worst of all, we would mistreat our inner selves.
I recently saw a video taken during a visit by an important figure, where a young man interrupted to say that the place had been painted because they were waiting for him. The visitor found a clever way out, thanks to his intelligence, saying that if he knew that everywhere he went, they were painting, he would go there everywhere, prompting a deluge of applause. I can imagine how that young man must have felt, since his goal was to reveal the farce that was such a wait, but almost all the participants stifled his noble purpose.
Recurso
We often encounter similar situations, in which we can perceive that crowds can be wrong for various reasons, such as immediacy (which I think is what happened in this case), or bias, either to ingratiate someone or to harm someone. I think we must be very tactful in these cases to avoid making mistakes.
There's no doubt we're not perfect, because in our daily actions we make mistakes, which leads us to not limit ourselves to the opinions of others and imposes the need to talk to ourselves, whether out loud or through internal monologue. I confess that I really like to talk to my pillow before going to sleep. This way I enjoy what I did well, I find fulfillment, and I answer many questions about what went wrong or didn't turn out the way I wanted. The first thing I do in these latter cases is investigate the causes and explore possible alternatives to avoid making the same mistakes.
Recurso
Since the opinions of the people around us matter, when I'm in social settings I observe how they react to what I say or do; without giving up my personal criteria, this gives me a measure of how others see me. This perspective is not limited to spaces where presence is personal, as virtual spaces also contain indicators that reveal our level of acceptance, such as likes, votes, comments, etc. In these environments, we also meet friends and come to perceive their affection.
I spend a lot of time analyzing undesired results, and even when I'm alone, I blush because I'm embarrassed when I do something wrong or when it simply goes wrong. Sometimes we put a lot of effort into something, and it turns out poorly or not as we wanted it to be. In these cases, I analyze the situations with great humility and admit that I was wrong, I scold myself, but since my inner self is an excellent friend, it understands and, patting me on the shoulder, encourages me by saying: you'll do better next time.
Thank you very much for reading. I would be very grateful for your comments. The photos are my property and were taken from pixabay.com. Text translated into English by Google Translate.