En una publicación anterior compartía con ustedes la importancia de resolver los conflictos lo más pronto posible, siempre y cuando nuestras emociones estuvieran controladas y hacerlo en el momento y lugar adecuados. El post en cuestión puedes leerlo aquí y te invito además a dejar tu comentario con tu opinión.
Recordamos la frase principal de ese mensaje:
"Al hablar con nuestra pareja debemos ambicionar dos resolver el problema y al mismo tiempo mantener la armonía con el otro. La comunicación eficaz requiere ser ambicioso y hábil para conseguir los dos objetivos a la vez".
Sería muy interesante conocer qué opinas tú de la comunicación eficaz. ¿Crees que es posible cumplir con esa máxima que te dejé más arriba? ¿Será posible mantener la armonía y a la vez resolver conflictos o solo se puede resolver el conflicto generando inevitablemente un ambiente de tensión e incomodidad?
TÉCNICAS DE LOCUCIÓN PARA RESOLVER CONFLICTOS
La locución y la oratoria nos enseñan a usar de manera consciente y adecuada nuestra voz y nuestros gestos, así como las palabras. Sin embargo, a veces no bastan lo que decimos, sino, cómo lo decimos. El tono, la velocidad, el volumen, incluso la pronunciación influyen profundamente en nuestra comunicación con las personas, sean una, dos o 10 en una reunión de la comunidad o en tu lugar de trabajo.
Pronunciación: una articular correcta y claramente las palabras, nos permite que quien nos oye reciba el mensaje que queremos transmitir, al menos, las palabras exactas.
Entonación: hablar con distintas entonaciones e intenciones, como por ejemplo hablar suave y con una inflexión tierna y dulce, puede apaciguar y bajar los niveles de estrés en nuestro interlocutor y en nosotros mismos. O tal vez una intención y entonación firme y segura, pude hacer que parezcamos seguros de lo que decimos y generaría más confianza.
Volumen: la fuerza e intensidad de tu voz puede influir en las emociones de quien te escucha. Si hablas a modo de susurro, puedes tranquilizar; si alzas la voz puedes alterar. Si hablas a un volumen medio, mantienes la atención.
Velocidad: el ritmo de la voz también afecta tu comunicación. Al hablar rápido estás demostrando ansiedad y es probable que la generes en tu oyente, en cambio, al hablar lento, puedes disminuir el ritmo cardíaco de quien te oye, generando tranquilidad y serenidad.
Como vemos, la locución y la oratoria aplica a todo, aplica a las relaciones humanas, a la manera en que conversamos con otras personas. Si por ejemplo, a mi pareja le hablo los gritos, ella me va a responder a los gritos. Algo tan aparentemente insignificante como pronunciar mal y de paso ya existe tensión, eso puede generar más tensión. Por otro, modular mi voz adecuada y estratégicamente, me permitiría con mayor probabilidad llevarla a mi terreno.
¿Y cuál es ese terreno a dónde quiero llevarla? Sencillo: a resolver el problema y mantener la armonía. Por eso haré uso de los recursos de la locución y la oratoria aplicada a conversaciones y relaciones interpersonales.
Muchas gracias por leer esta publicación. Me encantaría leer sus comentarios.

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