Desde que hacemos parte de la sociedad, una vez que aprendemos hablar, es inevitable no hacer uso de la interacción ya sea en la escuela, el trabajo, en la calle, con las relaciones personales o en equis lugar, siempre intercambiamos opiniones y juicios, pero, seamos francos, a veces nuestras opiniones más que algo insignificante son críticas que pueden ayudar como pueden destruir.
Entonces, la crítica es el comentario que se ofrece con la intención de ayudar a una persona a mejorar, al criticar y se escucha rara la palabra, nos centramos en aspectos específicos para proporcionar sugerencias útiles, les coloco un ejemplo: hace como tres días o mejor, los chicos que están en la casa, estaban ensayando para la presentación de proyecto, colocaron su proyector para visualizar las diapositivas, y mientras iban cada quien aportando parte de su investigación, iban adoptando la postura para presentar. Estaban un poco fuera de lo formal, mi hija hizo una acotación y todos lo tomaron mal.
Mi nuera muy diplomáticamente se sentó para observar la presentación, los dejo a todos participar, cuando terminaron les dijo muy educadamente: — de la mitad del grupo me parece que su presentación es muy sólida, han sido claros y objetivos al presentar, a los demás les falta un poco más de sustento a su presentación y mejorar su postura, les recomiendo tener una postura firme, y mirar siempre al frente no hacia el piso.
Esta crítica, para mí, fue algo fuerte, pero no solo señaló áreas de mejora, sino que también ofreció soluciones, pues el día de ayer su postura y su dominio fueron mucho mejor que la del día domingo.
Observé detalladamente la forma en que mi nuera, le aportó a cada uno una sugerencia, puedo decir que fueron acotaciones, las cuales se aprovecharon, mientras que mi hija cada vez que abría la boca para comentar, era muy despectiva, cuando no hería, desanimaba porque en vez de dar una solución se basaba más bien en su juicio personal, en los problemas que tenía para así criticar cosas como: —así no mejor cállate y siéntate, deja pasar a alguien más y luego vuelves tú a comenzar con tu punto desde el principio.
Cuando criticamos, debemos saber cómo hablar y qué decir.
A veces no es lo que se dice, sino cómo se dice.
Les cuento, la forma en que criticamos no solo afecta al individuo que recibe la crítica, sino también a su entorno, una crítica destructiva puede crear un ambiente tenso y hostil, tengamos en cuenta que, un ambiente negativo, provocado por una crítica destructiva, puede llevar a la falta de colaboración y confianza entre los miembros del grupo.
Ahora una crítica constructiva puede fortalecer las relaciones, veamos el ejemplo de mi nuera, cuando los comentarios son útiles y bien intencionados, es evidente que las personas se sienten apoyados y motivados para mejorar, aprovechan de esta forma esa oportunidad para fomentar su cultura de crecimiento y el aprendizaje, ya sea individual o grupal.
Consideremos algo que es de suma importancia, no saber cómo criticar puede tener consecuencias tanto para el crítico como para el criticado, por ende, la crítica es un instrumento poderoso el cual puede tanto construir como destruir, aprendamos a dar críticas, pero constructivas, aportemos, apoyemos, las críticas constructivas no solo benefician al individuo que recibe los comentarios, sino que también enriquece nuestras relaciones interpersonales y fomenta un ambiente positivo.
Banner creados con: https://www.canva.com/es_mx/crear/banners/