A capa y espada | To cloak and dagger

Saludos. La amiga @charjaim, en su columna de la comunidad de @holos-lotus, nos deja una interesante iniciativa para reflexionar sobre aquellas cosas que nos han motivado a tomar partido, a defender una postura ante lo que creemos es lo más conveniente. Les comento…

Desde niño tuve la preocupación por los asuntos relacionados con la justicia, me llamaba la atención un conjunto de cosas que ocurrían a mí alrededor y que no sabía cómo explicarlas.

Recuerdo que le preguntaba a mi madre por qué la familia del señor Ewin, un vecino cercano, tenía que vivir en una casa con el piso de tierra, mientras que la nuestra tenía el piso de cemento. Ella me respondía que algunas personas podían tener unas cosas y otras no, y que quizá algún día aquella familia también pudiera tener un piso de cemento.

La explicación de mi madre no me dejaba del todo satisfecho, yo seguía pensando que aquello no estaba bien, que una familia tan numerosa como la del señor Ewin no tenía por qué vivir de ese modo. Todavía no conocía la palabra pero aquello me parecía injusto.

Seguí creciendo y de igual modo crecía conmigo la motivación por hacer algo ante las situaciones de injusticia.

Tendría unos doce años cuando por primera vez decidí hacer algo. Un familiar muy cercano tenía la mala costumbre de regañar a mis hermanos menores, a mí aquello no me caía bien porque en verdad muchas veces los maltrataba, de palabra, sin que hubiese motivo alguno.

Pero una vez se pasó de rosca y le dio un empujón a mi tercer hermano que casi lo tumbó al suelo. Solo se me ocurrió tomar un palo de escoba y descargarlo en el lomo de aquel familiar. Años después entendí que aquello no había estado bien y que no se podía buscar justicia apelando a la violencia.

Cuando me gradué de profesor comencé a trabajar en un pueblo pequeño, la mayoría de mis colegas no eran graduados y muy pocos hacían estudios relacionados con la educación. Por aquel tiempo había en el país un gran déficit de profesores graduados.

En ese pueblo pasé mis veinticinco años de servicio como profesor y desde que llegué, aparte de las labores relacionadas con mi cargo, me dediqué a dos cosas que para mí eran muy importantes.

Una, convencer a mis colegas de que la mejor pedagogía no pasaba por maltratar a los muchachos, que debíamos tratarlos bien porque ellos eran el futuro y si aprendían amabilidad seguramente serían gente amable.

Lo otro que también ocupaba buena parte de mí tiempo era convencer a mis colegas de la necesidad de reclamar nuestros derechos. Nuestra labor era noble y los alumnos y nosotros merecíamos condiciones dignas para hacer nuestra actividad. No había razones para trabajar con techos rotos, sin canchas deportivas y con todas las carencias que han caracterizado nuestra educación pública. Con empeño y constancia y tocando bastantes puertas logramos conseguir muchas cosas a lo largo del tiempo.

Desde que comencé como profesor y hasta que me jubilé estuve vinculado con las luchas sindicales. En muchas oportunidades me tocó pagar el precio por asumir el liderazgo en situaciones de luchas reivindicativas, pero mi convicción y determinación eran claras. En la actualidad algunos achaques de la edad me limitan a participar activamente en las luchas que seguimos librando por exigir nuestros derechos. A veces tenemos que levantar la voz para que las exigencias sean oídas.

Otro asunto que he defendido a capa y espada es la formación de mis hijos. Desde joven entendí que ellos eran prioritarios, que mis mayores esfuerzos debían estar dirigidos a brindarles las condiciones para que pudieran tener el mayor número de oportunidades posibles. Para ello era importante que su educación fuese integral, de allí que aparte de sus actividades escolares siempre participaron en actividades artísticas y deportivas. Hoy me siento muy feliz de que ellos hayan aprovechado lo que se les ofreció. Todos los cuatro son gente de bien…

Participar en esta iniciativa me ha resultado muy gratificante. De vez en cuando es importante hacer un alto para valorar la necesidad que tenemos de ponernos en acción, de tratar de concretar aquellas cosas que ocupan nuestra mente, de hacer el esfuerzo por cumplir los sueños. Gracias a la amiga @charjaim por procurarnos estos motivos para la reflexión.

Gracias por tu tiempo.

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Greetings. Our friend @charjaim, in her column for the @holos-lotus community, leaves us an interesting initiative to reflect on those things that have motivated us to take sides, to defend a position before what we believe is the most convenient. Let me tell you...

Since I was a child I have been concerned about issues related to justice, I was struck by a set of things that happened around me and I did not know how to explain them.

I remember asking my mother why the family of Mr. Ewin, a close neighbor, had to live in a house with a dirt floor, while ours had a cement floor. She replied that some people could have some things and not others, and that maybe someday that family could also have a cement floor.

My mother's explanation did not leave me completely satisfied, I still thought that it was not right, that a family as large as Mr. Ewin's had no reason to live that way. I didn't know the word yet, but it seemed unfair to me.

I continued to grow and so did my motivation to do something about situations of injustice.

I was about twelve years old when I first decided to do something. A very close relative of mine had the bad habit of scolding my younger siblings, which didn't sit well with me because he often mistreated them by word, without any reason.

But once he went too far and gave my third brother a push that almost knocked him to the ground. It only occurred to me to take a broomstick and unload it on the back of that relative. Years later I understood that that had not been right and that justice could not be sought by appealing to violence.

When I graduated as a teacher I began to work in a small town, most of my colleagues were not graduates and very few were doing studies related to education. At that time there was a great deficit of graduate teachers in the country.

In that town I spent my twenty-five years of service as a teacher and since I arrived, apart from the work related to my position, I dedicated myself to two things that were very important to me.

One was to convince my colleagues that the best pedagogy was not to mistreat the children, that we had to treat them well because they were the future and if they learned kindness they would surely be kind people.

The other thing that also occupied a good part of my time was to convince my colleagues of the need to claim our rights. Our work was noble and the students and we deserved decent conditions to do our work. There was no reason to work with broken roofs, without sports fields and with all the shortcomings that have characterized our public education. With determination and perseverance and by knocking on many doors, we were able to achieve many things over time.

Since I started as a teacher and until I retired, I was linked to union struggles. On many occasions I had to pay the price for assuming the leadership in situations of union struggles, but my conviction and determination were clear. At present, some infirmities of age limit me from actively participating in the struggles we continue to wage to demand our rights. Sometimes we have to raise our voices to make our demands heard.

Another issue that I have defended to the hilt is the education of my children. Since I was young, I understood that they were a priority, that my greatest efforts should be directed towards providing them with the conditions so that they could have as many opportunities as possible. For this it was important that their education was comprehensive, hence, apart from their school activities, they always participated in artistic and sports activities. Today I am very happy that they have taken advantage of what was offered to them. All four of them are good people....

Participating in this initiative has been very gratifying for me. From time to time it is important to take a break to appreciate the need we have to take action, to try to achieve those things that occupy our minds, to make the effort to fulfill our dreams. Thanks to friend @charjaim for providing us with these reasons for reflection.

Thanks for your time.

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