Saludos. La amiga @charjaim en su columna “Esa vida nuestra”, nos deja la invitación a reflexionar sobre aquellos momentos de la vida en que algún dato o información valiosa pudo haber cambiado el resultado de nuestras decisiones. Les comento…
Mi padre solía decir que lo único seguro es la muerte, una sabia sentencia de la que echaba mano cuando el peso de la duda ensombrecía todas las opciones, cuando no había una salida clara ante una situación y cuando las probabilidades de tomar una mala decisión se vislumbraban en el horizonte.
En esos casos y ante la urgencia de dar una respuesta se tomaba la decisión sin mucha convicción, con poca esperanza y dejando el resultado final en manos de Dios: “Que sea lo que Dios quiera…” remataba muchas veces mi viejo…
Todas nuestras decisiones dependen de un conjunto de variables, muchas de ellas completamente ajenas a lo que podemos controlar, y todas se afectan con el paso del tiempo.

A corto plazo tenemos más chance de que nuestra decisión surta el efecto deseado, a largo plazo se va haciendo más difícil que se cumpla la meta. Si organizamos un viaje para ir mañana a la playa tenemos más probabilidades de lograrlo que si lo planificamos para el año que viene. Son tantas las cosas que pueden pasar en un año que resultaría casi inútil tomar una decisión de ese tipo con tanta antelación.
Planificar a largo plazo nos proporciona un propósito y nos da una motivación para movilizar nuestro esfuerzo. Un proyecto como tener casa propia amerita una proyección para un largo tiempo, es difícil lograrlo en un plazo corto, pero debemos tener claro que cualquier objetivo a largo plazo tiene probabilidades de no darse.
Y no se trata de ser optimista o pesimista sino de aceptar que la realidad no cesa de cambiar a cada momento y que esos cambios pueden incidir en el resultado de nuestras planificaciones…
Hay momentos en que una información oportuna nos puede evitar tomar una mala decisión. A lo largo de mi vida he tomado malas decisiones por no haber sabido valorar adecuadamente la información disponible o sencillamente por no haberla conocido a tiempo.
Durante mucho tiempo tuve dos carros, un jeep y mi carro de paseo. Con el jeep tenía una fuerte conexión emocional, lo compré en una época donde mis ingresos eran muy buenos y mi energía estaba al tope. Con mi 4X4 recorrí todo el país y podía llegar donde los demás no llegaban, junto a mi familia viví lindas experiencias.

Pero llegó el momento en que mi cuerpo comenzó a resentirse de la dureza del jeep, me sentía mucho más cómodo en mi otro carro, no tenía mucho sentido conservar los dos vehículos, yo sabía que en algún momento saldría de mi querido jeep pero no tenía apuros y podía esperar tranquilamente el momento oportuno. Mi rustico era una especie de alcancía para sortear momentos difíciles…
Uno de mis hijos que vivía conmigo decidió comprarse un carro y en la casa no había espacio para guardarlo, durante un tiempo lo guardaba donde una vecina pero la señora ocupó ese espacio, entonces se planteó la posibilidad de vender el jeep para que él tuviese un lugar donde guardar su carro.
Por aquel entonces comenzaban los problemas de la economía del país, los estudiosos comentaban sobre la probabilidad de control cambiario, de devaluación y de alta inflación, pero todo eran rumores. No me fié de aquella información y decidí vender el jeep.
Los acontecimientos se precipitaron, todo lo que anunciaron se convirtió en realidad, y en menos de dos semanas el dinero que yo había recibido por el jeep se redujo en más de la mitad, apenas pude comprar algunos dólares para no perderlo todo. Si yo hubiese valorado mejor la situación habría vendido el jeep en otro momento y mi perdida no hubiese sido tan grande.
Pudiera dejar otros ejemplos en los que mi decisión no fue la mejor, a veces me tardé más de la cuenta; otras, me precipité. Saber cuál es el momento oportuno para tomar la mejor decisión es todo un arte y a veces llegar a ese aprendizaje es bastante costoso.
A mis hijos les recomiendo que traten de no postergar. No les digo que hagan las cosas a lo loco sin sopesar las variables, sino que en lo posible no dejen las cosas para después. Si lo pueden hacer hoy mejor… Mañana… pues, no se sabe…
Gracias por tu tiempo.
Greetings. The friend @charjaim in her column "That life of ours", leaves us the invitation to reflect on those moments in life when some valuable piece of information could have changed the outcome of our decisions. Let me tell you...
My father used to say that the only sure thing is death, a wise sentence he used to use when the weight of doubt overshadowed all options, when there was no clear way out of a situation and when the probabilities of making a bad decision loomed on the horizon.
In those cases and in the urgency of giving an answer, the decision was taken without much conviction, with little hope and leaving the final result in God's hands: "May it be what God wills..." my old man often said...
All our decisions depend on a set of variables, many of them completely beyond our control, and all of them are affected by the passage of time.
In the short term we have a better chance that our decision will have the desired effect, in the long term it becomes more difficult to achieve our goal. If we organize a trip to go to the beach tomorrow, we are more likely to achieve it than if we plan it for next year. There are so many things that can happen in a year that it would be almost useless to make such a decision so far in advance.

Planning for the long term gives us purpose and motivation to mobilize our efforts. A project such as owning our own home requires a projection for a long time, it is difficult to achieve it in a short term, but we must be clear that any long term goal is not likely to happen.
And it is not a matter of being optimistic or pessimistic, but of accepting that reality is constantly changing and that these changes may affect the results of our plans...
There are times when timely information can prevent us from making a bad decision. Throughout my life I have made bad decisions because I did not know how to properly evaluate the available information or simply because I did not know it in time.
For a long time I had two cars, a jeep and my touring car. With the jeep I had a strong emotional connection, I bought it at a time when my income was very good and my energy was at its peak. With my 4X4 I traveled all over the country and I could reach where others could not reach us, together with my family I lived beautiful experiences.
But the time came when my body began to resent the hardness of the jeep, I felt much more comfortable in my other car, it did not make much sense to keep both vehicles, I knew that at some point I would leave my beloved jeep but I was not in a hurry and could wait quietly for the right time. My rustico was a sort of piggy bank to get through difficult times...
One of my sons who lived with me decided to buy a car and in the house there was no space to keep it, for a while he kept it at a neighbor's place but the lady occupied that space, then he thought about selling the jeep so he could have a place to keep his car.

At that time the problems of the country's economy were beginning, scholars commented on the probability of exchange control, devaluation and high inflation, but it was all rumors. I did not trust that information and decided to sell the jeep.
The events were precipitated, everything they announced became true, and in less than two weeks the money I had received for the jeep was reduced by more than half, I could barely buy a few dollars to avoid losing everything. If I had assessed the situation better I would have sold the jeep at another time and my loss would not have been so great.
I could leave other examples in which my decision was not the best, sometimes I took longer than necessary; others, I rushed. Knowing the right time to make the best decision is an art and sometimes learning to do so is quite costly.
To my children, I recommend that they try not to procrastinate. I don't tell them to do things without weighing the variables, but to avoid procrastinating as much as possible. If they can do it today, all the better... Tomorrow... well, you never know...
Thanks for your time.
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