El pasado miércoles 31 de agosto en el programa el Arte de Vivir, las amigas @damarysvibra y @miriannalis, dedicaron el espacio a tratar el tema de la procrastinación.
Puede ser que la palabra no sea conocida por todos y hasta hay cierto riesgo de que se trabe la lengua mientras se está pronunciando, pero es muy probable que una gran mayoría de la gente haya experimentado en algún momento ese conflicto entre la realización de una labor importante y las ganas de no hacerlo.
Y eso es precisamente lo que se entiende por procrastinación, la postergación de una tarea importante, que puede ser elegida por nosotros como es el caso de hacer una publicación para el blog, o también de algo fortuito que se nos presentó, como la necesidad de ir al odontólogo. Lo importante a destacar es que en ambos casos recibiremos un beneficio una vez culminada la tarea.
Ahora bien, cualquiera pudiera decir: ¿y cuál es el problema en postergar una tarea, por qué no la puedo hacer en otro momento cuando sienta más deseos para ello…? La razón por la que la procrastinación es un problema es realmente sencilla; al tener clara conciencia de que estamos dejando de hacer algo que nos beneficia entramos en un estado de remordimiento, se instala en nosotros un ruido mental que nos impide organizarnos para continuar con otras cosas. Permanentemente estamos recordando lo que tenemos pendiente y eso se traduce en un tremendo desgaste de energía, que si se convierte en hábito puede llevarnos fácilmente a una angustia crónica.
En el podcast los panelistas y el invitado coincidieron que la principal razón para que se de la procrastinación es el miedo, miedo a fracasar, a que las cosas salgan mal.
En el caso de los que somos creadores de contenido la procrastinación puede venir por la duda sobre nuestra capacidad para producir un material que agrade a nuestros seguidores, nos da miedo hacer algo de poco valor, entonces vamos corriendo la arruga, dejamos pasar el tiempo y nos entretenemos con cualquier cosa, jugando con el cell o mirando la TV. Pero nuestra cabeza no está tranquila. Hagamos lo que hagamos la idea ronda por allí, no nos deja en calma, sufrimos, perdemos el tiempo, hasta que por fin decidimos tomar el toro por los cuernos y hacer lo que nos corresponde, escribir nuestra publicación.
También podemos procrastinar por el miedo al éxito. Esto ocurre cuando hemos aprendido a que no está bien destacar, a que debemos mantenernos de bajo perfil, que el éxito siempre está asociado a problemas…
Recuerdo que de niño escuché hasta la saciedad mensajes donde los famosos siempre quedaban mal parados; si eran políticos terminaban presos, si eran artistas tenían una vidas oscuras, nunca podían tener parejas felices, los hijos eran unos vagabundos , en fin gente inestable y problemática que al final terminaban esclavos de las drogas o las adicciones. Y si eran deportistas su destino era como un tobogán, en un momento nadaban en la riqueza y cuando se retiraban les esperaba la miseria. El mensaje era claro, lo mejor es permanecer en el rebaño, sin buscar destacarse…
Todo el que ha sido formado en una mentalidad parecida tiene mucho riesgo de comenzar a procrastinar cada vez que intuye que sus acciones le pueden abrir las puertas del éxito.
Una buena forma de no procrastrinar es dar un giro a nuestras perspectivas, y aquí entra en juego el control del pensamiento.
Muchas veces dejamos de hacer la tarea, por muy importante que sea, porque la estamos entendiendo como algo impuesto; decimos por ejemplo: “tengo que hacer la publicación.” En esta perspectiva nuestro espacio mental se ubica a nivel de la obligación, de algo que viene de fuera para imponernos una actividad. Y todo lo que es impuesto genera incomodidad, así que ese "tengo" es una invitación a rebelarnos contra lo impuesto, y procedemos a procrastinar.
Si en vez de “tengo que hacer la publicación”, buscamos una fórmula más amigable, más íntima, más ligada con nuestra decisión, como pudiera ser por ejemplo: Quiero… o Es bueno para mí hacer… Nuestro ánimo se dispone de mejor forma, ya no tenemos necesidad de rebelarnos contra nada porque estamos impulsados por nuestro deseo y la clara conciencia del beneficio. Acá en esta perspectiva se minimizan las posibilidades de procrastinar.
Es realmente importante darnos cuenta si estamos procrastinando, y de ser así tomar las acciones necesarias para superar la situación. Sí es posible lograrlo, puede ser que cueste un poco pero con empeño se puede dejar atrás ese mal hábito de procrastinar.
Gracias por tu tiempo.
Last Wednesday, August 31, in the program the Art of Living, friends @damarysvibra and @miriannalis, dedicated the space to address the issue of procrastination.
The word may not be known to everyone and there is even some risk of getting tongue-tied while pronouncing it, but it is very likely that a large majority of people have experienced at some point that conflict between the completion of an important task and the desire not to do it.
And that is precisely what is meant by procrastination, the postponement of an important task, which can be chosen by us as in the case of making a blog post, or also something fortuitous that came to us, such as the need to go to the dentist. The important thing to note is that in both cases we will receive a benefit once the task is completed.
Now, anyone could say: and what is the problem in postponing a task, why can't I do it at another time when I feel more desire for it...? The reason why procrastination is a problem is really simple; when we are clearly aware that we are not doing something that benefits us, we enter into a state of remorse, a mental noise is installed in us that prevents us from organizing ourselves to continue with other things. We are permanently remembering what we have pending and that translates into a tremendous waste of energy, which if it becomes a habit can easily lead to a mental disorder.
In the podcast, the panelists and the guest agreed that the main reason for procrastination is fear, fear of failure, of things going wrong.
In the case of those of us who are content creators, procrastination can come from the doubt about our ability to produce material that pleases our followers, we are afraid of doing something of little value, so we go running the wrinkle, we let time pass and we entertain ourselves with anything, playing with the cell or watching TV. But our head is not at ease. No matter what we do, the idea is there, it doesn't leave us calm, we suffer, we waste time, until we finally decide to take the bull by the horns and do what we should do, write our publication.
We can also procrastinate for fear of success. This happens when we have learned that it is not right to stand out, that we must keep a low profile, that success is always associated with problems...
I remember that as a child I listened to messages ad nauseam where celebrities always looked bad; if they were politicians they ended up in prison, if they were artists they had dark lives, they could never have happy partners, their children were vagabonds, in short, unstable and problematic people who in the end ended up as slaves of drugs or addictions. And if they were athletes, their destiny was like a slide, one moment they were swimming in wealth and when they retired, misery awaited them. The message was clear, the best thing to do was to stay in the herd, without seeking to stand out...
Anyone who has been trained in a similar mentality is at great risk of starting to procrastinate every time he or she senses that his or her actions may open the doors to success.
A good way to avoid procrastinating is to turn our perspectives around, and this is where thought control comes into play.
Many times we stop doing the task, no matter how important it is, because we are understanding it as something imposed; we say for example, "I have to do the publication." In this perspective our mental space is located at the level of obligation, of something that comes from outside to impose an activity on us. And everything that is imposed generates discomfort, so that I have is an invitation to rebel against what is imposed, and we proceed to procrastinate.
If instead of "I have to do the publication", we look for a more friendly formula, more intimate, more linked to our decision, as it could be for example: I want to... or It is good for me to do... Our mood is better disposed, we no longer need to rebel against anything because we are driven by our desire and the clear awareness of the benefit. Here in this perspective the possibilities of procrastination are minimized.
It is really important to realize if we are procrastinating, and if so, to take the necessary actions to overcome the situation. Yes it is possible to achieve it, it may cost a little but with effort you can leave behind this bad habit of procrastinating.
Thank you for your time.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)
Te invito a apoyar este proyecto como witness y a formar parte de esta gran comunidad uniéndote a su Discord en el siguiente enlace:
Discord de la comunidad Cervantes
You can vote for @ocd-witness, with HiveSigner or on Hive Witnesses.
Banner obsequio de los amigos de @rutablockchain
Comunidad Be Entrepreneur
Banner obsequio de los amigos de @rutablockchain
Comunidad Be Entrepreneur