Amiga o amigo lector de Holos & Lotus. El amigo @emiliorios nos invita a la reflexión (como de costumbre) trayendo está vez un tema bien sensible: La inclusión social. Y... Mire usted coincidentemente el día que leía detenidamente su post participaba en un taller con mis estudiantes.
Uno de los equipos expreso una frase que encierra mucha sabiduría, humanismo, respeto a la otra persona, etc.: "Hacer comunidad con las diferencias". Al calor del debate generado por esa frase, surgio una pregunta: ¿Quien es el verdadero excluido, el exclusor o el excluido?
Nos puso a pensar a todos. Obviamente implica un analisis más profundo de la situación. Cuando excluimos a alguien, le hacemos daño a esa persona. Somos seres sociales y nuestro desarrollo y bienestar se relacionan de algún modo a las interacciones con nuestros semejantes.
También la búsqueda de validación social está presente en todo ser humano. No frunzas el seño. Simplemente pienso que hasta el más maduro, desarrollado y consciente de nuestros semejantes posee a alguien cuya opinión ejerce influencia de algún modo en su vida. Así que... Todos necesitamos sentirnos incluidos en algun grupo social.
Pero, también cuando excluimos nos excluimos a nosotros mismos. Me incluyo en ese grupo.
En algún momento mis prejuicios me llevaron a excluir a alguna persona. ¿Sabes que descubrí? Que me estaba excluyendo a mi mismo.
Gracias a mi profesión he conocido y compartido con múltiples personas, algunas de ellas con determinada condición física o mental que los hacía diferente ante mis ojos.
Solo me basto conocer a algunas personas "diferentes" en cuanto a color de piel, orientación sexua, credo, posición política, edad, ,etc., para darme cuenta que son seres excepcionales.
Excepcionales por la calidad humana, en algunas de ellas esto a superado a personas "incluibles" en cualquier ámbito. No sé si te ha sucedido, pero al conocer a alguien por quién sentí prejuicios y rechace, o no hice nada porque le excluyeran, sentí vergüenza.
He conocido personas que, a pesar de ser excluidas no guardan resentimiento hacia quienes le rechazaron. Al contrario, he conocido a personas que a pesar de ser rechazadas por un grupo, les han brindado su mano cuando se les necesita. ¡Que grandeza humana!
Por otro lado, en las escuelas es preciso seguir trabajando por la inclusión. Se ha hecho mucho, Pero no lo suficiente. Digo en las escuelas porque es allí donde formamos a las nuevas generaciones.
En mi opinión más que trabajar por la inclusión debemos trabajar por la aceptación de las diferencias individuales. Nuestro mundo es un gran lienzo. Tenemos "colores" característicos, que nos hacen únicos y hacen que al combinarlos el mundo sea más hermoso.
Creo que está muy bien lo logrado hasta ahora en el camino hacia la total aceptación de los seres humanos por otros seres humanos. Sin embargo, queda mucho por hacer. Desde mi punto de vista debemos educar en la aceptación de las diferencias como algo que genera desarrollo.
No deberíamos luchar por incluir a una persona con discapacidad, a una persona con diferente orientación sexual, diferente raza, credo. El hecho de ser humanos ya es condición suficiente. Deberíamos aceptarlos. Digo mas, deberíamos aceptarnos.
Imagino que esta última idea puede haberte confundido. ¿Aceptarme? Si, aceptarme. Muchas veces detrás del rechazo a alguien existe inseguridad. Pensemos lo bien, ¿Por qué excluir por el solo hecho de ser diferentes?
Yo por mi parte sigo trabajando. De vez en cuando me cuesta incluir, en especial a alguien que piensa diferente a mi. Me he atrincherado en mi posición y negado a valorar su punto de vista.
¿Habra inseguridad en ello? ¡ Claro que si! No he querido darme cuenta de que la magia de este mundo está en la diferencia. Está en la cama multicolor confirmada por cada ser humano.
Agradecido por tu compañía hasta el final, te dejo un abrazo de amigo.
Texto traducido al inglés por DeepLTranslate.
Imagen tomada con mi teléfono Xiaomi Redmi.
ENGLISH VERSION
Friend or friend reader of Holos & Lotus. Our friend @emiliorios invites us to reflect (as usual) bringing this time a very sensitive topic: Social inclusion. Y... Coincidentally, the day I was reading your post I was participating in a workshop with my students.
One of the teams expressed a phrase that contains a lot of wisdom, humanism, respect for the other person, etc.: “Making community in the differences”. In the heat of the debate generated by that phrase, a question arose: Who is the real excluded, the exclusionist or the excluded?
It got us all thinking. It obviously implies a deeper analysis of the situation. When we exclude someone, we hurt that person. We are social beings and our development and well-being are somehow related to our interactions with our peers.
The search for social validation is also present in every human being. Don't frown. I simply think that even the most mature, developed and aware of our fellow human beings have someone whose opinion influences their lives in some way. So... We all need to feel included in some social group.
But, also when we exclude we exclude ourselves. I include myself in that group.
At some point my prejudices led me to exclude someone. You know what I discovered? That I was excluding myself.
Thanks to my profession I have met and shared with many people, some of them with a certain physical or mental condition that made them different in my eyes.
It was enough for me to meet some “different” people in terms of skin color, sexual orientation, creed, political position, age, etc., to realize that they are exceptional beings.
Exceptional because of their human quality, in some of them this has surpassed people “includable” in any field. I don't know if it has happened to you, but when I met someone for whom I felt prejudices and rejected, or did nothing because they were excluded, I felt ashamed.
I have met people who, in spite of being excluded, do not harbor resentment towards those who rejected them. On the contrary, I have met people who, in spite of being rejected by a group, have offered them their hand when needed. What human greatness!
On the other hand, in schools, we need to continue working for inclusion. Much has been done, but not enough. I say in schools because that is where we train the new generations.
In my opinion, more than working for inclusion, we must work for the acceptance of individual differences. Our world is a big canvas. We have characteristic “colors” that make us unique and make the world more beautiful when we combine them.
I think it is very good what has been achieved so far on the road to full acceptance of human beings by other human beings. However, much remains to be done. From my point of view we must educate in the acceptance of differences as something that generates development.
We should not struggle to include a person with a disability, a person with a different sexual orientation, a different race, a different creed. The fact that they are human is already a sufficient condition. We should accept them. I say more, we should accept each other.
I imagine that this last idea may have confused you. Accept me? Yes, accept me. Many times behind the rejection of someone there is insecurity. Let's think about it, why exclude just because we are different?
I for my part keep on working. From time to time I find it hard to include, especially someone who thinks differently from me. I have become entrenched in my position and refused to value their point of view.
Is there insecurity in it? Of course there is! I didn't want to realize that the magic of this world is in the difference. It is in the multicolored bed confirmed by every human being.
Thank you for your company until the end, I leave you a friend's embrace.
Text translated to English by DeepLTranslate.
Image taken with my Xiaomi Redmi phone.