"Reflexiones sobre la Felicidad", ¿como buscarla?//"Reflecting on Happiness", How to search for it?

Muchas personas dicen, quiero ser feliz, pero no saben cómo encontrar la felicidad. La felicidad no es algo que la podemos encontrar en algún lugar o comprar. Siempre andamos en su búsqueda.

La felicidad, generalmente, la ubicamos en los placeres de la vida: juegos diversos, fiestas, la posesión de riqueza, poder, fama, etc. Sin embargo, conozco personas que poseen abundante dinero, bienes materiales, y no son felices. Otros, han obtenido poder político, económico, y tampoco son felices. Disfrutamos momentos de placer en fiestas, cumpleaños, bodas, juegos de azar; lo pasamos bien, pero luego, al término de ellos, posiblemente, nos sentimos vacíos. Regresan a nuestra mente, los problemas, preocupaciones, etc.

Podemos preguntarnos: ¿Qué es la felicidad? Pienso, que no existe una definición general de ella. Aunque es difícil traducirla en palabras, considero que cada persona tiene su propio concepto, su forma de entenderla. Muchas veces se vuelve inalcanzable, escurridiza, es como si se escondiera.

Es indudable que las personas que no poseen las condiciones materiales necesarias para vivir: les falta una vivienda digna, recursos económicos, entre otros, tienen la tendencia a sufrir de tristeza, pesimismo, ansiedad y hasta crisis de depresión por no poder satisfacer sus gustos y deseos, con lo cual no son felices.

Ciertamente, el poseer dinero suficiente, bienes materiales, nos ayuda a disfrutar de grados de placer, ya que nos permite tener comodidades, menos preocupación para obtener las cosas que deseamos, viajar, conocer otros países, personas, culturas; sin embargo, a pesar de ello, se siente a nivel interno, cierta inconformidad, como si nos faltara algo. ¿Por qué? Porque lo material debe complementarse con lo espiritual.

Uno de los momentos que me hacen muy feliz, es cuando me encuentro con conocidos y amistades que no veo desde hace mucho tiempo, y mantengo una conversación amena con ellos, que me hacen recordar experiencias agradables que vivimos; al igual que cuando al caminar por la calle, escuchan que te llaman y te dicen profesora me recuerda, usted le dio clases a mi hijo, y ya están estudiando una carrera en la universidad, y lo expresan con tanto cariño, como que en ese momento te dieran las gracias de lo que su hijo ha alcanzado, esto me llena de mucha satisfacción y felicidad, instantes hermosos que no debemos dejar pasar. Igualmente, cuando cumplí algunas de mis metas trazadas, esto también me hizo muy feliz. .

Pienso, que cuando somos solidarios con otras personas, las ayudamos, colaboramos con ellas de alguna forma, en lo material, y también en lo espiritual, como podría ser, dando un consejo o sugerencia en algún problema o situación que tenga, a fin de resolverlo, prestar algún servicio desinteresado, ad honorem, eso nos hace sentir en lo más profundo de nuestro ser, satisfechos, con una gran paz y contentamiento que podemos asimilar a un estado de felicidad. También podemos sentir grados de felicidad interna, cuando hacemos contacto con la naturaleza: mar, rio, campo, montaña. Esto lo he vivenciado en múltiples oportunidades.

Por experiencia personal, considero que la felicidad, más que física, es espiritual. Es un estado interno. Una condición en la cual sentimos, vivimos en un momento dado, una alegría, paz, armonía dentro de nosotros mismos, y ese estado o condición mental, emocional y sobre todo espiritual, consciente o inconscientemente lo expresamos a las personas con quienes nos relacionamos, e incluso se lo podemos trasmitir. Pero ello, no es permanente, dura cierto tiempo, debido a que las vicisitudes de la vida hacen que sea así. Vivimos en un mundo sujeto a contingencias de distinto tipo. Lo bueno y lo malo, lo positivo y negativo siempre están presentes a lo largo de nuestra existencia.

También por mis vivencias, pienso, que en la medida que logremos un equilibrio entre lo físico-material y espiritual (lo externo y lo interno), podemos experimentar un mayor estado de felicidad.

Cuando llegan esos momentos de profunda felicidad emanados de nuestra mente, corazón y alma, debemos vivirlos intensamente, ya que son transitorios.