En la vida y con el paso de los años uno va aprendiendo muchas cosas, muchas valiosas lecciones que nos muestran si los caminos que hemos escogido son buenos o malos, y si las decisiones que hemos tomado han sido sabias o absurdas. Pero es que eso es precisamente de lo que se trata la vida, ¿no? O sea, la vida se trata de un continuo proceso de aprendizaje en el que nos vamos puliendo a distintos niveles a través de nuestros errores y aciertos.

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No dejar que los demás tomen decisiones por ti
El caso es que entre las miles de lecciones que la vida me ha dado con el paso de los años está la de no dejar que nadie decida por mí en nada. Esto puede resulta algo increíblemente obvio y tácito, pero es algo que deberíamos repetirnos como un mantra mental permanente, o sea, deberíamos tener en nuestra mente la consigna de no dejar nunca que los demás tomen decisiones por nosotros.
De niños no nos queda otro remedio más que aceptar lo que nuestros padres, abuelos, tíos y maestros nos dicen, porque no podemos decidir por nosotros mismos, así que ellos tienen la responsabilidad de decidir lo que consideran que es mejor para nosotros. Ahora, cuando empezamos a tener consciencia de nuestro ser y nuestra capacidad de decisión, puede que aún estemos bajo la responsabilidad de nuestros padres, y entonces, tenemos aún el deber de acatar lo que deciden por nosotros.
Pero cuando llegamos a la mayoría de edad (incluso a veces antes), llegamos al punto de la vida en que comenzamos a tomar decisiones importantes referentes a nuestro presente y futuro, y es precisamente en ese punto donde ya la cosa comienza a cambiar, y no hay opinión que valga más que la nuestra.
Ya que las decisiones que debemos tomar a partir de entonces afectarán nuestra carrera, nuestras relaciones personales, nuestra salud, nuestro desempeño y nuestra calidad de vida en el futuro en general, por lo que no es un asunto que podamos menospreciar o restarle importancia.

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Tomar nuestras propias decisiones es un asunto de responsabilidad personal
Y este es precisamente uno de los grandes problemas que tengo con algunas personas en mi vida. Porque resulta que estoy rodeado de gente que de una forma o de otra creen que pueden manipularme, influirme o decirme lo que tengo o no tengo que hacer con mi vida a nivel personal y es algo que me irrita bastante la verdad.
Debo admitir que es algo que debo aprender a manejar mejor, porque sé que en muchos casos no lo hacen con mala intención, pero es la intensidad e insistencia de sus posturas ante lo que hago actualmentte en la vida lo que me molesta muy en el fondo.
Son el tipo de personas que desde las críticas "bienintencionadas" quieren decirte lo que es mejor para ti. Ahora, como ya dije, esto es algo que ciertamente me molesta de una manera muy profunda, ya que en el fondo buscan dictar lo que debes o no hacer con tu vida. Además, en su actitud arrogante, creen saber lo que te deparará el destino si haces lo que ellos te dicen o no.
Y es allí cuando hago sonar en mi mente el mantra "No dejes que nadie tome decisiones por ti". Esto lo aprendí porque en mi juventud, cometí la tontería y el error de dejar que otros decidiesen por mí en cosas tan básicas como la carrera que iba a estudiar (entre muchas otras cosas). Claro que lo hice por razones que pensaba como válidas por aquel entonces, pero que al final de cuentas son del tipo de cosas que terminas analizando y dándote cuenta de que fue soberana tontería no haberte atrevido a dar un paso atrás y hacer lo que realmente te hiciera feliz.
Así que de la manera difícil entendí hace muchos años (década atrás) que cuando tomas decisiones por cuenta propia haces lo mejor que puedes hacer respecto a cualquier cosa, porque a veces acertarás y otras te equivocarás, pero en ambos casos aprenderás y no quedarás con el arrepentimiento de haber hecho algo solo porque sí, ni porque alguien te indujo o decidió por ti. Porque al final de cuentas, eres tú el único responsable por las decisiones que tomas y por los caminos que eliges. Al final del camino solo tú eres el que sabes (o deberías saber) lo que mejor te conviene.
Por lo tanto, lo que debemos entender es que tomar nuestras propias decisiones en cualquier ámbito o contexto de la vida es un asunto de responsabilidad personal. Porque si acertamos cuando nos responsabilizamos por lo que hacemos, nos sentiremos orgullosos y felices de lo que habremos logrado; y si nos equivocamos, tendremos el consuelo de que hicimos lo mejor que pudimos y que al menos nadie eligió por nosotros.

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Porque quienes se equivocan por haber estado bajo la influencia de otros (o sea, por haber permitido que otros decidieran por ellos), no solo no aprenderán nada valioso, sino que lo más seguro es que adquirirán el mal hábito de echarle la culpa a alguien más por sus acciones. Sin entender que incluso el simple acto de dejar que otro decida por ti, es una decisión, aunque sea una de tipo muy estúpida.
Y esto de echarle la culpa a otro sucede (si lo analizamos bien) porque la mayoría de la gente no es reflexiva, porque les es muy doloroso serlo, ya que si lo fuesen tendrían que reconocer que se equivocaron y se sentirían mal; por lo que en lugar de eso, se niegan a aceptar cualquier error y culpabilizan a alguien más.
Es todo un círculo vicioso que hay que entender muy bien para imprimir en hierro en nuestras mentes el simple hecho de que no debemos nunca supeditar nuestro criterio y acciones a lo que nos digan otros sin antes pasarlo por el filtro de nuestra razón.
Porque la persona que te dice cosas como: "Debes estudiar tal o cual carrera" o "Esta persona con la que estás empezando una relación romántica no te conviene"; o "Este país no es el mejor lugar para vivir, así que debes mudarte a tal o cual país" no es la que va a afrontar las consecuencias de las decisiones que quiere inducirte a tomar. Ya que el peso de tus acciones recaerá sobre ti y luego tendrás que vivir con ellas; o sea, que la responsabilidad por tus acciones recaerá lógicamente sobre tus hombros.
Por lo que como no se puede (ni es sano) andar discutiendo con todas las personas que pretenden decidir por ti en la vida, yo siempre digo que lo más sabio que puedes hacer al respecto es "pasar olímpicamente de ellos". O sea, escucharles y no hacerles ningún caso. Solo haz lo que sabes que te conviene y ya.
Y reconozco que es algo difícil de lograr, pero debemos irnos entrenando en ese arte, porque lo peligroso de no hacerlo, es que todo lo que te dicen quienes pretenden decidir por ti viene disfrazado en la forma de recomendaciones y sugerencias para ayudarte, pero en el fondo son del tipo de que personas que subconscientemente están tratando de influirte. Porque muy en el fondo piensan "Yo sé mejor que tú lo que te conviene y lo que no, así que déjame decidir por ti y haz lo yo te diga"... Pero el asunto es que lo que tú decidas, será (como ya dije ante) tu responsabilidad personal, y de nadie más. Así que toma siempre tus propias decisiones.

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Por tu felicidad, toma tus propias decisiones
No puedo recalcar ni repetir lo importante que es esto el suficiente número de veces para que se entienda mejor. Porque es tu felicidad la que depende de tus decisiones, y es tu bienestar el que se verá afectado de un forma u otra tanto si tomas tus propias decisiones como si dejas que otros las tomen por ti.
La vida es un aprendizaje constante e interesante, pero solo cuando asumimos responsabilidad por lo que hacemos, porque solo así se convierte en un cúmulo de experiencias que nos van nutriendo y haciendo mejores cada día. Pero cuando dejamos que otros decidan por nosotros, coartamos nuestro propio aprendizaje y nuestra capacidad de crecimiento y progreso.
Cuando analizamos la vida nos damos cuenta de que el éxito y la felicidad están muy relacionados entre sí; y para alcanzar ambas cosas, las decisiones siempre estarán a la orden del día. Pero dependerá de nosotros si tomamos decisiones basadas en nuestras aspiraciones y nuestro criterio personal, o si lo hacemos basándonos en el criterio y las aspiraciones de alguien más. Sea como sea, con el tiempo nos daremos cuenta de que la primera postura siempre será el mejor y más adecuado camino de acción.
Todo lo que he expresado en este post aplica para cualquier área de la vida, llámese amor, negocios, relaciones, carrera, pasatiempos, propiedades y casi cualquier otra cosa importante que podamos mencionar. Y la única excepción a todo esto que he explicado hoy gira en torno a si vivimos en pareja o no; porque de ser así, las decisiones referentes a nuestra felicidad y bienestar no las podemos tomar de manera unilateral, sino que debe ser algo consensuado con nuestra pareja respectivamente. Pero fuera de esto, todo lo dicho debemos entenderlo y aplicarlo muy bien, porque como hemos visto, es algo de lo más fundamental en la vida.
¿Qué opinas sobre el tema tratado? Por favor comenta.
