Sin altos ni bajos, sin obstáculos, no podemos crecer como personas, tomar un aprendizaje, sin tormentas ni huracanes nuestro ser no se puede fortalecer. Debemos entender que enfrentar problemas en nuestra vida son oportunidades para crecer. Porque los problemas o nos derrotan o nos desarrollan y fortalecen.
Podemos ignorarlos y sufrir porque al no enfrentarlos se mantienen en nuestras vidas y nacen otros problemas, o reconocerlos y aprender a crecer.
No obstante, durante ese proceso que estamos viviendo, ese tener de problemas y desafíos en nuestro alrededor, estamos sensibles y vulnerables. Somos presas de los sentimientos y emociones que nos pueden albergar.
Así que no solo en la vida nos enfrentaremos a los problemas externos y cotidianos, como cuentas por pagar, desempleo, reparaciones para la casa o el carro, también a lo internos, los que tienen que ver con nuestras emociones, sentimientos y pensamientos. Ambos tipos de problemas están estrechamente relacionados, uno provoca al otro. Por ello, en medio de cada proceso debemos fortalecernos desde nuestro interior que será esa energía con que haremos frente ante cualquier dificultad.
Uno de los atacantes de nuestro recorrido en la vida es El Desánimo, forma parte de nuestra naturaleza humana, y lo hemos sentido más de una vez. Siempre estará por allí rondándonos. Cuando permitimos dejar que nos habite, y no lo reconocemos y enfrentamos, éste no solo puede quitarnos las ganas de hacer, robarnos el entusiasmo, puede dar inicio a la preocupación, frustración y hasta a la depresión y lo más alarmante nos puede robar la voluntad.
El desánimo es una de las emociones más incapacitantes que una persona puede llegar a tener, silenciosamente va conquistando, tus acciones, tus hábitos, tu día a día y hasta tus pensamientos, te aísla, te empuja al sofá o la cama y te impide vivir como quieres.
Cuando leí acerca de ésta iniciativa, me identifiqué mucho. Porque similar a lo que ha estado enfrentando la amiga @mllg, que en medio de su lucha por fortalecer su salud, se autoanima a seguir adelante y nos motiva a nosotros también.
El mes de enero fue maravilloso para mí, lo inicié con full actitud positiva. Muchos proyectos para el año que comenzaba. Pero después de la primera quincena de febrero tuve una infección respiratoria cuyos síntomas estuvieron presentes hasta mediados de marzos. Tuve dos tratamientos, más las alternativas de la medicina natural que había buscado.
Honestamente durante ese tiempo me sentía débil, y con mucha tos. Pero me preocupaba más mi debilidad. Me dije tengo que nutrir mi energía vital, tengo que buscar bienestar. Recobré el hábito de tomar sol en las mañanas, 20 minutos. Muchos jugos energizantes y té. Todo lo que naturalmente fortaleciera mi sistema inmune. Finalizando marzo sentía restaurada mi salud con mucho ánimo. Solo pensaba el recobrar el tiempo perdido y echar a andar esos proyectos.
Pero en los primeros días de abril, justamente el 7 empecé a sentir dolor en el brazo derecho, y de ese mismo lado de la cara. Ya conocía esos síntomas, pues desde el 2013 por una resonancia magnética me detectaron dos hernias cervicales, C55-C-6 y C6-C7. Cuando se inflama el nervio el dolor irradia desde la mitad de la cara, toma hombro, el seno y el brazo hasta los dedos.
Como conocía lo que me pasaba no lo tomé mucho a consideración. Solo tomé antinflamatorio y analgésico. Pero a medida que pasaron los días el dolor se hizo crónico. No me dejaba dormir, era difícil tomar una posición para descansar que no me molestara. A parte de eso tuve otros síntomas, se dormía el brazo varias veces al día, me dolía la espalda, sentía mucha nauseas y vértigo. Tenía tanta debilidad que hasta tomar un lápiz que pesa gramos era insoportable. Entre no dormir y el dolor me sentía irritable y cansada.
El especialista con que le hacía seguimiento a esta condición se fue del país. Tuve que verme con otro doctor. Me indicó un tratamiento a base gabapentina y diclofenac de acción prolongada. Y hacer una resonancia magnética en vista del punzamiento de la médula espinal por las hernias, esto era lo que más me preocupaba, empecé a hacerme ideas para nada positivas. Y tiene que evaluarse la condición actual para poder indicar la fisioterapia.
El hecho es que la gabapentina, es un medicamente que produce somnolencia, su principal función es relajar todos los nervios y músculos. Por lo que adormece mucho. Se toma de noche y cuando te levantas al día siguiente te despiertas más lentamente.
Así que tuve otro mes más sin trabajar y las consecuencias de esto me perturbaba. Situación que me causó mucha preocupación y ansiedad. Había perdido el ánimo. Porque no aceptaba que siendo relativamente joven y tenga hábitos sanos enferme. No quería hablar con mis amigos porque me daba rabia y pena decir que estaba otra vez enferma.
Pasé días duros porque me sentía emocionalmente mal. Sabía que esto pasaría, que no era la primera vez, pero las condiciones que estaban sucediendo ahora no eran iguales a las anteriores. Me sentí realmente preocupada sobre todo por mi pequeño hijo. De allí se derivaron muchos pensamientos negativos.
Pero a la vez decía, tiempo pasa rápido para que todo pase. Necesito recuperarme, si no estoy bien de pie no puedo trabajar y mi hijo me necesita. El desánimo lo tenía allí y a pesar de mi voz interna todavía permanecía paralizada.
Un día desperté y me dije tengo que avanzar, y empecé aceptar lo que me estaba sucediendo, que tenía que librarme de la ansiedad, y que tenía que dar tiempo a que el tratamiento hiciera efecto. Que tenía que dejar de preocuparme y ocuparme, primero del presente, luego lo que viniera. Además recordé que tenía familia, que no podía pensar que estaba sola y que podía pedir ayuda. Y con el hilo de alivio que sentí vino el hilo de ánimo que necesitaba.
Cómo vencí el desánimo
Busqué nutrir mi ánimo, mi motivación. Empecé a fortalecer mi interior, comprendí que la batalla tenía que vencerla desde allí. Me reconecté conmigo misma y empecé a trabajar en mi fe y en mi confianza, a través de oraciones y de lecturas. Decretaba afirmaciones positivas. Identifiqué motivos para recuperarme, me enfocaba en ellos, mi hijo y mis proyectos. Socialicé nuevamente con mis amigos.
Dejé de sentirme sola. Reconocí que tengo un Dios que me ama incondicionalmente al igual que mis padres y hermanos. Que también tengo amigos que me aprecian. Y que a éstos puedo buscarlos y manifestarle cómo me siento. El apoyo moral es lo mejor que podemos recibir.
Busqué activar mi energía vital. Por los momentos no podía hacer actividades físicas, solo cortas caminatas, pero me centré en la alimentación. También en ejercicios de respiración y algo que me encanta mucho el conectarme con la naturaleza.
Dejé de pensar en el futuro. El pensar en lo que suponemos que podría suceder te llena de ansiedad así que lo mejor es enfocarse en el presente. Lo bien que hagas ahora, lo que resuelvas en el hoy serán las bases del futuro.
A cada problema su prioridad. Cada problema o situación tiene su nivel de importancia, debemos partir de allí para afrontarlos. No le podemos hacer frente a todo al mismo tiempo. Todo paso a paso, uno por uno.
Agradecer y bendecir. Cuando agradecemos logramos transformar nuestra perspectiva de la vida. Nos convertimos en personas positivas. Vemos el valor que tiene cada cosa por muy pequeña que parezca. Todo aquello que bendecimos se transforma en bueno y sobretodo multiplica su bien. Cuando hacemos éstas dos cosas vemos resultados maravillosos en nuestras vidas.
Todos pasamos por momentos angustiosos, problemas financieros, sentimentales y de salud. Es normal que nos achicopalemos por momentos, pero debemos fortalecernos desde nuestro interior y levantarnos para seguir. Para ello debemos aceptar lo que estamos viviendo, agradecerlo y dejarnos inspirar por todas aquellas personas que han sobrellevado sus dificultades, transcendidos sus discapacidades y límites, ellos pudieron, también nosotros, así que arriba ese ánimo debe ser nuestro himno consecuente ante esas situaciones.
Aprendamos a sacar lo mejor de nosotros lo mejor entre lo vil o lo difícil, todo tiempo de maduración requiere tiempo, las responsabilidades las adversidades no enseñan mas que los éxitos las personas que ven los problemas como oportunidades es porque han desarrollado la capacidad necesaria y porque han superado muchos procesos. Bendice lo que estas viviendo y veras mejores resultados.
Fue muy motivador participar en esta iniciativa ¡¡Arriba ese ánimo!! compartir me perspectiva con ustedes y enriquecerme con la contribución positiva que cada participante nos brinda con sus experiencias.
¡¡Gracias por leer!!.
La fotografía son es de mi álbum personal tomadas con mi celular Redmi
Editor de fotos Fotor Collages
Separador
[English]
Without highs and lows, without obstacles, we cannot grow as people, we cannot learn, without storms and hurricanes our being cannot be strengthened. We must understand that facing problems in our lives are opportunities to grow. Because problems either defeat us or develop and strengthen us.
We can ignore them and suffer because by not facing them they remain in our lives and other problems are born, or we can recognize them and learn to grow.
However, during this process that we are living, this having problems and challenges around us, we are sensitive and vulnerable. We are prey to the feelings and emotions that we can harbor.
So not only in life we will face external and daily problems, such as bills to pay, unemployment, home or car repairs, but also internal ones, those that have to do with our emotions, feelings and thoughts. Both types of problems are closely related, one provokes the other. Therefore, in the midst of each process we must strengthen ourselves from within, which will be the energy with which we will face any difficulty.
One of the attackers of our journey in life is Discouragement, it is part of our human nature, and we have felt it more than once. It will always be around to haunt us. When we allow it to inhabit us, and we do not recognize and confront it, it can not only take away our will to do, it can steal our enthusiasm, it can give rise to worry, frustration and even depression, and most alarming, it can steal our will.
Discouragement is one of the most disabling emotions that a person can have, it silently conquers your actions, your habits, your daily life and even your thoughts, it isolates you, pushes you to the couch or bed and prevents you from living the way you want.
When I read about this initiative, I identified myself a lot. Because similar to what my friend @mlg has been facing, in the midst of her struggle to strengthen her health, she encourages herself to move forward and motivates us too.
January was a wonderful month for me, I started it with a full positive attitude. Many projects for the year that was beginning. But after the first half of February I had a respiratory infection whose symptoms were present until mid-March. I had two treatments, plus the natural medicine alternatives I had sought.
Honestly during that time I was feeling weak, and coughing a lot. But I was more concerned about my weakness. I told myself I have to nourish my vital energy, I have to seek wellness. I got back into the habit of sunbathing in the mornings, 20 minutes. Lots of energizing juices and tea. Anything that naturally strengthened my immune system. By the end of March I felt my health was restored and my spirits were high. All I could think about was making up for lost time and getting those projects going.
But in the first days of April, precisely on the 7th, I started to feel pain in my right arm and on the same side of my face. I already knew these symptoms, because since 2013 I had been diagnosed with two cervical hernias, C55-C-6 and C6-C7, by an MRI. When the nerve is inflamed the pain radiates from the middle of the face, takes shoulder, breast and arm to the fingers.
As I knew what was happening to me I did not take it much into consideration. I only took anti-inflammatory and analgesic. But as the days went by the pain became chronic. It did not let me sleep, it was difficult to take a position to rest that did not bother me. Besides that I had other symptoms, my arm fell asleep several times a day, my back hurt, I felt very nauseous and dizzy. I was so weak that even taking a pencil that weighed grams was unbearable. Between not sleeping and the pain, I felt irritable and tired.
The specialist with whom I was following up this condition left the country. I had to see another doctor. He indicated a treatment based on gabapentin and long-acting diclofenac. And to do an MRI in view of the puncture of the spinal cord due to the hernias, this was what worried me the most, I started to have ideas that were not positive at all. And the current condition has to be evaluated to be able to indicate physiotherapy.
The fact is that gabapentin is a medicine that produces drowsiness, its main function is to relax all the nerves and muscles. So it is very numbing. It is taken at night and when you wake up the next day you wake up more slowly.
So I had another month without work and the consequences of this disturbed me. This situation caused me a lot of worry and anxiety. I had lost my spirits. Because I did not accept that being relatively young and having healthy habits I got sick. I did not want to talk to my friends because I was angry and embarrassed to say that I was sick again.
I had hard days because I felt emotionally bad. I knew this would happen, that it was not the first time, but the conditions that were happening now were not the same as before. I felt really worried especially for my little son. A lot of negative thoughts came from that.
But at the same time I was saying, time is passing fast for everything to pass. I need to recover, if I am not well on my feet I cannot work and my son needs me. The discouragement was there and despite my inner voice I was still paralyzed.
One day I woke up and said to myself I have to move forward, and I began to accept what was happening to me, that I had to get rid of the anxiety, and that I had to give time for the treatment to take effect. That I had to stop worrying and take care of myself, first the present, then what was to come. I also remembered that I had family, that I could not think that I was alone and that I could ask for help. And with the thread of relief I felt came the thread of encouragement I needed.
How I overcame discouragement.
I sought to nourish my spirit, my motivation. I began to strengthen my inner self, I understood that the battle had to be won from there. I reconnected with myself and started to work on my faith and confidence, through prayers and readings. I was decreeing positive affirmations. I identified reasons for my recovery, focused on them, my son and my projects. I socialized again with my friends.
I stopped feeling alone. I recognized that I have a God who loves me unconditionally as well as my parents and siblings. I also have friends who appreciate me. And that I can seek them out and let them know how I feel. Moral support is the best thing we can receive.
I tried to activate my vital energy. At the moment I could not do physical activities, only short walks, but I focused on nutrition. Also breathing exercises and something I love very much, connecting with nature.
I stopped thinking about the future. Thinking about what we assume might happen fills you with anxiety so it's best to focus on the present. How well you do now, what you resolve today will be the foundation for the future.
Each problem has its own priority. Each problem or situation has its level of importance, we must start from there to face them. We cannot deal with everything at the same time. Everything step by step, one by one.
Thank and bless. When we are grateful we transform our perspective on life. We become positive people. We see the value of everything, no matter how small it may seem. Everything we bless becomes good and above all multiplies its good. When we do these two things we see wonderful results in our lives.
Todos pasamos por momentos angustiosos, problemas financieros, sentimentales y de salud. Es normal que nos achicopalemos por momentos, pero debemos fortalecernos desde nuestro interior y levantarnos para seguir. Para ello debemos aceptar lo que estamos viviendo, agradecerlo y dejarnos inspirar por todas aquellas personas que han sobrellevado sus dificultades, transcendidos sus discapacidades y límites, ellos pudieron, también nosotros, así que arriba ese ánimo debe ser nuestro himno consecuente ante esas situaciones.
Aprendamos a sacar lo mejor de nosotros lo mejor entre lo vil o lo difícil, todo tiempo de maduración requiere tiempo, las responsabilidades las adversidades no enseñan mas que los éxitos las personas que ven los problemas como oportunidades es porque han desarrollado la capacidad necesaria y porque han superado muchos procesos. Bendice lo que estas viviendo y veras mejores resultados.
It was very motivating to participate in this initiative to share my perspective with you and to be enriched by the positive contribution that each participant gives us with their experiences.
Thank you for reading!!
The photographs are from my personal album taken with my Redmi cell phone.
Photo Editor Fotor Collages
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