Jiddu Krishnamurti
Estas últimas semanas hemos estado estudiando nuestros cerebros, como los problemas y estímulos modernos han desarrollado partes de este que en consecuencia, dominan nuestras desiciones, maneras de actuar o de comportarnos incluso a nivel global. Mucho de ello se debe a que estamos pensando constantemente, pero me gustaría reflexionar hoy, y como también nos invita Jiddu Krishnamurti a ver... en qué tanto pensamos y por qué tal vez deberíamos dejarlo para ocasiones que realmente lo ameriten.
Vamos a ver si es cierto que pensar está sobrevalorado y como hacerlo correctamente podría beneficiarnos.
Pienso, luego existo
Si el placer y el miedo se han apoderado de la vida humana, entonces eso significa obligatoriamente que esas áreas de su cerebro también han crecido considerablemente. ¿Y como podemos saber esto? Pues primero consideremos el papel que juegan, tanto el miedo, como el placer en nuestras vidas. Desde luego, si el lóbulo pre frontal es responsable del autocontrol, entonces es evidente si lo tenemos saludable en un varios ejemplos:
Examina tus pensamientos. ¿Qué puedes percibir?
Puede ser que, como yo, tengas siempre una canción que no te puedes quitar de la cabeza. Una canción pegajosa, placentera, pero que sin embargo llega un punto en que se vuelve un suplicio. ¿Puedes sentir como tu energía fisica se disipa a través de eso?
No estoy hablando de nada metafísico. El cerebro se gasta el 20 por ciento del presupuesto metabolico energético diario. Y como sabrás, un presupuesto es algo que se construye en el tiempo. Tu cerebro estima utilizar mucha energía en buscar fuentes de placer hedónico porque así tú y yo lo hemos hecho durante años. Tu Núcleo Accumbens, (dopamina) para justificar su crecimiento debe consumir mucho, lo mismo que lo haría una Amigdala crecida en tu cerebro. En resumen, mientras más las usas, más fuerte se hacen en tu cerebro, lo que significa que están aceleradas, no simplemente en funcionamiento.
Veamos otro ejemplo del que seguro te has dado cuenta.
Esas personas que parecen quejarse, ofenderse y criticar todo. Solemos decir, con inconsciente sabiduría, que son personas sensibles. Da miedo hablar con ellas porque no sabes con qué te van a salir. Pues se debe a que ellos traducen la realidad a través de una Amigdala sobreestimulada, del mismo modo que también los hay que a todo le quieren sacar provecho hasta agotarlo.
Lo mismo ocurre en tus pensamientos
Si te sientas un día contigo mismo, notarás que tu cerebro ha descubierto como extraer de sí mismo sensaciones y placeres. Puedes perderte en tu imaginación imaginando escenarios horribles o bien placenteros, pero casi nunca lo hacemos a voluntad. Nuestra propia mente propicia estos escenarios fantasiosos, no por amor al arte, sino porque necesita mantener la actividad de esas áreas crecidas en nuestro cerebro que están establecidas en su presupuesto habitual.
En otras palabras, no basta con meditar 10 minutos diarios y luego dejar de prestar atención el resto de las 23 horas, aunque sin duda es un buen comienzo.
Krishnamurti nos propone algo mejor. Intentemos prestar atención la mayor parte del tiempo que podamos salvo cuando realmente necesitemos pensar.
Te darás cuenta de que pensar no es tan necesario como creías y que de hecho puede ser contraproducente, porque mientras no estás prestando atención otras cosas siguen ocurriendo bajo cuerda.
Sales a caminar y tu mente fantasea esos 20 o 30 minutos sobre una serie que estabas viendo en casa, imaginandote en situaciones en las que nunca estarás. De repente, despiertas de tu ensueño y ya estás de vuelta en casa. Para animarte, lo tachas de la lista de cosas por hacer, pero, ¿recuerdas algo? Probablemente no mucho. Es más, puede que el aburrimiento te proponga tomar otra ruta para hacerlo más divertido.
Eso no tiene nada de malo pero puedes sentir dentro de ti que has saltado en el tiempo y que te sientes particularmente vacio. Tu Núcleo te ha puesto en automático, sin saberlo, para no estar presente en un entorno que no es tan estimulante como las redes sociales o los videos de tik tok que están diseñados especialmente para que mantengas la mirada.
Lo mismo va si utilizas la música para hacertelo más fácil, aunque es un buen comienzo si no habías caminado antes. En el peor de los casos, tu mente se llena de preocupaciones. No son pocas las veces que caminando un recuerdo me asalta la mente que me hace arrugar la cara, por cosas tontas que llegué a hacer cuando más joven.
El mapa no es el territorio
¿Es posible caminar y solo sentir nuestros pasos, escuchar lo que nos rodea, olfatear el aire o mirar los árboles, en vez de pensar en ello?
Muchas veces vemos un árbol y pensamos en él. Y parece en ese momento que esa actividad superpuesta de pensar en el árbol hace que dejemos de verlo. Con la práctica, se puede sentir que no se pueden hacer las dos cosas a la vez.
Una cosa es mirar el árbol y otra es pensar en el árbol.
Cuando tomas un objeto con tu mano, se siente diferente a utilizar guantes para tomarlo, porque entonces lo que sientes es el guante y no el objeto.
Del mismo modo, al pensar o imaginar estamos usando áreas diferentes a la de nuestra concentración y lo hemos hecho desde tan pequeños que solo es posible para nosotros mantener la mente en constante aceleración, buscándole nombres y sentido a todo, como si esa fuese la clave del éxito.
¿Te has dado cuenta que cuando estás ansioso por un resultado, intentas omitir todo el proceso? Estás tan ansioso o aburrido que quieres que el tiempo pase rápido para volver a casa y hacer algo divertido. Y eso lo haces todos los días.
¿Cuando has escuchado a alguien decir ultimamente que le gusta trabajar? El dinero sin duda a todos nos gusta, pero todos preferirían hacer otra cosa con su tiempo. Y si has escuchado las versiones del uso de las personas sobre el tiempo libre, casi siempre, todo tiene que ver con placer y no tanto con la satisfacción.
Practicando
Estimado lector, no sé que tan privilegiada sea tu mente en este momento, pero es posible que como me ocurrió a mí, la ansiedad y la depresión hayan consumido tu vida, o incluso todavía lo hagan.
Puede que estés luchando para poder querer dejar muchos hábitos que sientes que no te dejan nada bueno, sin poder lograrlo. Pues bien, te diré como empecé yo.
Tratando de estar consciente.
Esto significando, que no estás usando el placer para saltar en el tiempo:
Si vas a comerte esa hamburgesa porque no puedes evitarlo, entonces realmente concentrate en el sabor. E incluso entonces puede que no sientas nada malo, pero sigue observando tu cuerpo. Notarás sensaciones que antes no habías notado. Tu corazón acelerado, tu intestino inflamado. Muchos han llegado a sentir que la carne les sabe a cartón.
Estás entrenando tu lóbulo pre-frontal y eso está afinando tus sentidos hasta el punto que los estás recuperando al apoderarte de ellos otra vez, diferente a querer adelantar los resultados una y otra vez, siempre escapando de algún malestar o ansiedad. Estudios avalan que adicciones incluso más graves han sido curadas solamente por observar con tus sentidos atentamente. En efecto, si algo te gusta, no es tan fácil dejar de hacerlo, hasta que sientes los efectos lo suficiente. Esto es imposible sin tener un lóbulo pre frontal fuerte que equilibre a los otros y encima, añada información adicional que estabas ignorando. Y no me refiero a simplemente leer en un letrero los efectos nocivos del tabaco, sino que los sientes en un nivel tan sutil que es como si despertaras de golpe.
El paciente lector seguramente se preguntará por qué no comenzamos hablando sobre esto. Pues se debe que primero, los impulsos asaltan nuestros pensamientos y es al entretenerlos que finalmente terminan en obligarnos a hacer lo que quieren. Es una batalla entre estas tres áreas del cerebro en la que, logicamente, gana la más fuerte. ¿Cuál área es la que usamos diariamente? Allí está la respuesta.
El miercoles analizaremos más ejemplos y otras formas de fortalecer nuestra pre-frontalidad. Un gusto escribir para ti una vez más, querido lector.
¡Un fuerte abrazo y hasta pronto!
Jiddu Krishnamurti
In recent weeks we have been studying our brains, how modern problems and stimuli have developed parts of it that consequently dominate our decisions, ways of acting or behaving even on a global level. Much of this is due to the fact that we are constantly thinking, but I would like to reflect today, and as Jiddu Krishnamurti also invites us to see... how much we think and why perhaps we should leave it for occasions that really merit it.
Let's see if it is true that thinking is overrated and how doing it correctly could benefit us.
I think, therefore I am
If pleasure and fear have taken over human life, then that necessarily means that those areas of the brain have also grown considerably. And how can we know this? Well, let's first consider the role that both fear and pleasure play in our lives. Of course, if the prefrontal lobe is responsible for self-control, then it's clear whether we have it healthy in a few examples:
Examine your thoughts. What can you sense?
Maybe, like me, you always have a song that you can't get out of your head. A catchy, pleasant song, but one that at some point becomes a pain. Can you feel your physical energy being drained through it?
I'm not talking about anything metaphysical. The brain spends 20 percent of the daily metabolic energy budget. And as you know, a budget is something that is built up over time. Your brain estimates using a lot of energy in seeking sources of hedonic pleasure because that's what you and I have done for years. Your Nucleus Accumbens (dopamine) must consume a lot to justify its growth, just like a grown Amygdala in your brain would. In short, the more you use them, the stronger they become in your brain, which means they are accelerated, not just working.
Let's look at another example that you've probably noticed.
Those people who seem to complain, get offended and criticize everything. We often say, with unconscious wisdom, that they are sensitive people. It's scary to talk to them because you don't know what they're going to tell you. Well, it's because they translate reality through an overstimulated Amygdala, just as there are also those who want to take advantage of everything until it's exhausted.
The same thing happens in your thoughts
If you sit down with yourself one day, you will notice that your brain has figured out how to draw out sensations and pleasures from itself. You can lose yourself in your imagination, imagining horrible or pleasurable scenarios, but we almost never do it voluntarily. Our own minds encourage these fantasy scenarios, not for the love of art, but because it needs to keep those grown areas of our brain active, which are set on their usual budget.
In other words, it is not enough to meditate for 10 minutes a day and then stop paying attention for the rest of the 23 hours, although that is certainly a good start.
Krishnamurti proposes something better. Let us try to pay attention as much of the time as we can, except when we really need to think.
You will realize that thinking is not as necessary as you thought and that in fact it can be counterproductive, because while you are not paying attention, other things continue to happen under the table.
You go for a walk and your mind fantasizes for those 20 or 30 minutes about a show you were watching at home, imagining yourself in situations you'll never be in. Suddenly, you wake up from your daydream and you're back home. To cheer yourself up, you cross it off your to-do list, but do you remember anything? Probably not much. In fact, boredom may suggest you take another route to make it more fun.
There's nothing wrong with that, but you may feel inside that you've jumped back in time and that you feel particularly empty. Your Nucleus has unwittingly put you on autopilot to not be present in an environment that isn't as stimulating as social media or tik tok videos that are specifically designed to keep you looking.
The same goes for using music to make it easier, although it's a good start if you've never walked before. At worst, your mind fills with worries. There are not a few times when I am walking and a memory comes to my mind that makes me wrinkle my face, because of silly things I did when I was younger.
The map is not the territory
Is it possible to walk and just feel our steps, listen to what surrounds us, smell the air or look at the trees, instead of thinking about it?
Many times we see a tree and think about it. And it seems at that moment that this overlapping activity of thinking about the tree makes us stop seeing it. With practice, it can feel like you can't do both at the same time.
It's one thing to look at the tree and another to think about the tree.
When you pick up an object with your hand, it feels different than using gloves to pick it up, because then what you feel is the glove and not the object.
Similarly, when we think or imagine, we are using areas other than our concentration and we have done this since we were so young that it is only possible for us to keep our minds constantly racing, looking for names and meaning for everything, as if that were the key to success.
Have you noticed that when you are anxious for a result, you try to skip the whole process? You are so anxious or bored that you want time to pass quickly so you can go home and do something fun. And you do that every day.
When have you heard someone say lately that they like to work? We all like money, of course, but we would all rather do something else with our time. And if you've heard people's versions of how they use their free time, it almost always has to do with pleasure and not so much with satisfaction.
Practicing
Dear reader, I don't know how privileged your mind is right now, but it's possible that like me, anxiety and depression have consumed your life, or even still do.
You may be struggling to be able to give up many habits that you feel are not doing you any good, without being able to do so. Well, I'll tell you how I started.
Trying to be aware.
This means that you are not using pleasure to jump through time:
If you are going to eat that burger because you can't help it, then really concentrate on the taste. And even then you may not feel anything bad, but keep observing your body. You will notice sensations that you had not noticed before. Your racing heart, your swollen intestine. Many have come to feel that the meat tastes like cardboard.
You are training your prefrontal lobe and that is sharpening your senses to the point that you are regaining them by taking control of them again, unlike wanting to speed up the results again and again, always escaping from some discomfort or anxiety. Studies support that even more serious addictions have been cured just by observing with your senses attentively. In fact, if you like something, it is not so easy to stop doing it, until you feel the effects sufficiently. This is impossible without having a strong prefrontal lobe that balances the others and on top of that, adds additional information that you were ignoring. And I am not referring to simply reading on a sign the harmful effects of tobacco, but rather you feel them on such a subtle level that it is as if you suddenly woke up.
The patient reader will surely wonder why we did not start talking about this. Well, it is because first, impulses assault our thoughts and it is by entertaining them that they finally end up forcing us to do what they want. It is a battle between these three areas of the brain in which, logically, the strongest wins. Which area do we use daily? There lies the answer.
On Wednesday we will analyze more examples and other ways to strengthen our pre-frontality. It is a pleasure to write for you once again, dear reader.
A big hug and see you soon!