Versión en español
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Mientras escucho la canción de Cristian Castro “Yo quería”, reflexionaba en cuanto al amor, la libertad, los deseos de vivir un amor pleno sin trabas: eterno y feliz. Pero ¿realmente se puede vivir en completa libertad?
Los invito a compartir los criterios que a mi juicio considero, pues para vivir en sociedad, como entes biopsicosociales y contextualizados, debemos entonces lograr paz, pero a la vez comprensión del entorno.
Es vivir en libertad, una capacidad y una forma en que elegimos vivir; es un rol que tenemos dentro de la sociedad según nuestras particularidades, en tanto, el deseo personal y las creencias de cada ser humano. No hay libertad sin responsabilidad y ahora recuerdo bien las palabras del profesor Pablo Latapí, cuando habla del magisterio, pero es una idea que sirve para todas las esferas de la vida:
En la vida casi todo es así; no hay nada tan malo que no tenga algo de bueno y al revés. Lo que importa es ser consciente de todo, luces y sombras, para que nada nos tome desprevenidos y sobre aviso no haya engaño.
Desde la vista moral
He realizado un análisis crítico del dominio que tienen la ética y las reglas morales que manejan nuestras prácticas diarias y sobre el derecho natural que cualquier sociedad tiene, como un complemento de las razones propias y es elemental en ello que siempre ha de estar presente una limitante personal y social que interviene al discutir de libertad necesaria del ser humano.
Cada individuo canaliza su libertad y es un logro que define entre los derechos que como humano tiene. Desde su origen ha tratado de adquirir una cierta correspondencia entre lo que desea y necesita y lo que los demás le han imputado. Sus relaciones se establecen a partir de indicaciones sociales adheridas a una autoridad pública que a veces no quiere acatar, pero que necesita para vivir dentro de esa colectividad.
Al llegar a conocernos como seres racionales, es lógico que no va a queremos desviarnos del camino que han trazado nuestros adultos antecesores, aunque los ímpetus y las regulaciones sociales o personales nos traten de desviar.
No huyas de la libertad
Es un bien sentirnos realizados, pero a veces huimos de nosotros mismos y suspiramos porque los demás a nuestro alrededor piensan algo negativo sobre nosotros, en tanto, tratamos de sentirnos aceptados.
Pensemos en que no podemos vivir con una larga sensación de vacío y complacencia: esto genera inseguridad. ¿Tiene sentido pedir que nos quieran por lo que hacemos, así, como dijera Pablo Latapí, con nuestras luces y sombras?
Conocernos y aceptarnos tal y como somos es uno de los primeros pasos para vivir en libertad. Tener proyectos de vida motivantes, capaces de ver más allá del horizonte y aprender a tomar disposiciones, en aras de lograr y cumplir los objetivos trazados.
Así vamos logrando esa libertad que añoramos; examinar dentro de lo bello de la vida y de la nobleza que en ella insertamos nuestras metas. Es muy bueno dejar unas huellas que apacigüen nuestra historia, que nos deje vivir en la alegría y la musicalidad de cada paso que damos. Lo más importante es creer en nosotros, volar a tono con nuestros valores y sentimientos, rodearnos de personas alentadoras y positivas.
Te doy unos tips para vivir más “más libres”
-Logra tener autonomía.
-Traza proyectos de vida saludables.
-Deja atrás el miedo y elige ser valiente.
-Sé pertinaz.
Escribe tu libertad en letras grandes y coloridas; mira el sol y espera a que te sonría y házlo con él. Recubre tus decisiones con amor, dedicación y lucha por esa libertad; nunca será absoluta y el camino, aunque no sea feliz, transítalo con cómodos zapatos. ¡No te rindas!
Mis referencias
Encuentra junto a mí tu libertad.
Imagen tomada de pixabay.
Traductor DeepL.
English version
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While listening to Cristian Castro's song "Yo quería," I reflected on love, freedom, and the desire to experience a full, unfettered love: eternal and happy. But can one really live in complete freedom?
I invite you to share the criteria I consider, because to live in society, as biopsychosocial and contextualized beings, we must achieve peace, but at the same time, an understanding of our surroundings.
Living in freedom is a capacity and a way we choose to live; it is a role we have within society according to our particularities, as well as the personal desires and beliefs of each human being. There is no freedom without responsibility, and now I remember well the words of Professor Pablo Latapí when he speaks about teaching, but it is an idea that applies to all spheres of life:
In life, almost everything is like this; there is nothing so bad that it doesn't have some good in it, and vice versa. What matters is being aware of everything, both the lights and the shadows, so that nothing catches us off guard and there is no deception when we are warned.
From a moral perspective
I have conducted a critical analysis of the influence of ethics and the moral rules that govern our daily practices and the natural law that any society has, as a complement to our own reasoning. It is fundamental to this that a personal and social limitation must always be present when discussing the necessary freedom of the human being.
Each individual channels their freedom, and this achievement defines the rights they have as human beings. From their origins, they have sought to acquire a certain correspondence between what they desire and need and what others have attributed to them. Their relationships are established based on social indications attached to a public authority that they sometimes do not want to obey, but that they need to live within that community.
As we come to know ourselves as rational beings, it is logical that we will not want to deviate from the path forged by our adult ancestors, even if social or personal impulses and regulations try to lead us astray.
Don't Run Away From Freedom
It's good to feel fulfilled, but sometimes we run away from ourselves and sigh because others around us think negatively about us, while we try to feel accepted.
Let's consider that we can't live with a prolonged feeling of emptiness and complacency: this generates insecurity. Does it make sense to ask to be loved for what we do, just like Pablo Latapí said, with our strengths and weaknesses?
Knowing and accepting ourselves as we are is one of the first steps toward living in freedom. Having motivating life plans, being able to see beyond the horizon, and learning to make decisions in order to achieve and fulfill our set goals.
This is how we achieve the freedom we long for; examining the beauty of life and the nobility we embody in it. It's very good to leave footprints that soothe our history, that allow us to live in the joy and musicality of each step we take. The most important thing is to believe in ourselves, to fly in tune with our values and feelings, and to surround ourselves with encouraging and positive people.
Here are some tips for living a "freer" life
-Achieve autonomy.
-Make healthy life plans.
-Leave fear behind and choose to be brave.
-Be persistent.
-Write your freedom in big, colorful letters; look at the sun and wait for it to smile at you, and do it with it. Cover your decisions with love, dedication, and fight for that freedom; it will never be absolute, and the path, even if it isn't happy, walk it with comfortable shoes. Don't give up!
My references
Find your freedom with me.
Image taken from Pixabay.
DeepL Translator.