Tunde arrived at balloon village. A place filled with so many memories of his childhood. When he arrived he was surprised by the huge number of people that gather to welcome him back home. Maybe it was because his father was a chief priest before he died, or maybe it was because he just came back from the white man's land. Either way, he was happy to be back.
He greeted his family and friends, who he found amongst the multitude of people that came to welcome him. They shared a moment of laughter and joy. And happiness lingered for the rest of the evening as the villagers and everyone present were in full celebration.
Later that night Tunde's mother called him out into the night. Tunde came out to meet his mother sitting on a bench with an oil lamp that gave a dim light causing the environment to be poorly illuminated.
He walked to the bench where she was sitting and sat on it. His heart began to query his mind about what his mother was about to say. From experience, he had come to understand that whenever his mother brought out a bench in the middle of the night with a dim light beside her, she meant business.
And just like he thought, she began to talk about his dead father and the need to take up the mantle. While she was busy trying to preach his mind into agreeing with her point of view, Tunde flared up and was now extremely enraged. He looked at his mother who could already sense his anger and said "Mama, I've told you over and over again. I have no interest in being associated with any of this nonsense village deity. I am a Christian!! all of you should learn to accept it".
Just as he was flaring up, Isabella, his cousin step out from the shadows from where she had been eavesdropping.
"You should be ashamed of yourself! You left your land just for one year and returned fully adopting a foreign culture. What is a Christian?!....ehh? answer me! All of a sudden our deity is now nonsense abi? Tunde you are a disgrace to the African name, and a disgrace to this family! You are a complete sell-out!! Shame on you!!", Isabella roared with anger.
Tunde hears the words of Isabella and watches as she continues to act of her own accord. But he simply turned his back and walked away. While Isabella continued to raise her voice.
The next morning, while Tunde was preparing for church he was interrupted by the staring around him. He noticed every one of his family members staring at him. He knew why, but he just kept on minding his business like they were not even around.
Halfway through his preparation, Isabella came out and began her nagging once again, resuming from where she stopped the previous night.
And Tunde like the night before simply ignored her and walked away.
Tunde returned from church to find the village people and the king's royal advisers waiting at his compound. He walked in and watched them as they quarried him. He knew they would not listen to reason. So, he let them talk.
"Tunde, it is time for you to hold the staff of your elders. It is your right. It is your inheritance". The king stated."Now, pick the staff and claim what is rightfully yours." The king concluded. But Tunde's mind remained unchanged.
Everybody murmured but Tunde stood his ground. Until Isabella appeared again with her usual plan of completely shaming Tunde. She called him names that were not befitting of a person, like a goat, idiot, and every other harsh word she could conjure.
"You know what?! Isabella, if you are so interested in the staff and deity, why don't you become one of them? .. nothing is holding you back? ....the staff is right there ...take it." Tunde said in retaliation.
Isabella became quiet for a moment as the king and the elders began to caution Tunde, "Shut up! boy!! What are you saying? Don't you know that women are forbidden from lifting the staff?... any woman who touches the staff of the gods will surely die!".
Tunde had heard enough at this point, "well, my elders, just bear in mind that I'm never going to be your chief priest. Get that into your thick old skulls", He declared in anger, emphasizing each word with the roundness of his mouth and the muscles on his face. And at that moment, Isabella picked up the staff.
There was a massive uproar from the crowd, and the heavens responded the same as though in response to the crowd's initial murmur. The crowd began to scream as the earth rumbled and shook. lightning struck lifting the dust from the ground. And everywhere became an island of dust.
When the dust began to settle, a shadowy image came into view. And once it completely settled, the shadowy image revealed itself to be Isabella holding the staff of the gods.
Everyone was in shock, it had never happened before. A woman priest...a story for ages to come.
It took the kingdom some time to get used to the new situation.
Tunde continued to work for God while Isabella began her ministration in the world of darkness.
Espanol
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Tunde llegó a la aldea de los globos. Un lugar lleno de tantos recuerdos de su infancia. Cuando llegó se sorprendió por la gran cantidad de gente que se reunió para darle la bienvenida a su hogar. Tal vez fuera porque su padre era el jefe de los sacerdotes antes de morir, o porque acababa de regresar de la tierra del hombre blanco. En cualquier caso, estaba contento de haber vuelto.
Saludó a su familia y a sus amigos, a los que encontró entre la multitud de personas que acudieron a darle la bienvenida. Compartieron un momento de risa y alegría. Y la felicidad perduró durante el resto de la velada, ya que los aldeanos y todos los presentes estaban en plena celebración.
Más tarde, esa misma noche, la madre de Tunde le llamó para que saliera a la calle. Tunde salió al encuentro de su madre, que estaba sentada en un banco con una lámpara de aceite que daba una luz tenue que iluminaba mal el entorno.
Se dirigió al banco donde ella estaba sentada y se sentó en él. Su corazón comenzó a interrogar a su mente sobre lo que su madre iba a decir. Por experiencia, había llegado a comprender que siempre que su madre sacaba un banco en medio de la noche con una luz tenue a su lado, iba en serio.
Y tal como él pensaba, ella empezó a hablar de su padre muerto y de la necesidad de tomar el relevo. Mientras ella estaba ocupada tratando de predicar su mente para que estuviera de acuerdo con su punto de vista, Tunde se encendió y ahora estaba extremadamente enfadado. Miró a su madre, que ya notaba su enfado, y le dijo: "Mamá, te lo he dicho una y otra vez. No tengo ningún interés en asociarme con ninguna de esas deidades pueblerinas sin sentido. Soy cristiano! Todos vosotros deberíais aprender a aceptarlo".
Justo cuando se encolerizaba, Isabella, su prima, salió de las sombras desde donde había estado espiando.
"¡Deberías avergonzarte! Dejaste tu tierra sólo por un año y regresaste adoptando plenamente una cultura extranjera. ¡¿Qué es un cristiano?! ....ehh? ¡responde! ¿De repente nuestra deidad es ahora una tontería abi? Tunde, eres una vergüenza para el nombre de África y una vergüenza para esta familia. ¡¡Eres un completo vendido!! Qué vergüenza!!!", rugió Isabella con rabia.
Tunde escucha las palabras de Isabella y observa cómo sigue actuando por su cuenta. Pero se limita a darle la espalda y a alejarse. Mientras Isabella seguía levantando la voz.
A la mañana siguiente, mientras Tunde se preparaba para ir a la iglesia, fue interrumpido por las miradas a su alrededor. Se dio cuenta de que todos los miembros de su familia le miraban fijamente. Sabía por qué, pero siguió ocupándose de sus asuntos como si no existieran.
A la mitad de su preparación, Isabella salió y comenzó a regañar una vez más, reanudando desde donde se detuvo la noche anterior.
Y Tunde como la noche anterior simplemente la ignoró y se alejó.
Tunde volvió de la iglesia y encontró a la gente del pueblo y a los consejeros reales del rey esperando en su recinto. Entró y los observó mientras le hacían preguntas. Sabía que no atenderían a razones. Así que les dejó hablar.
"Tunde, es hora de que sostengas el bastón de tus mayores. Es tu derecho. Es tu herencia". El rey dijo: "Ahora, coge el bastón y reclama lo que es tuyo por derecho". Concluyó el rey. Pero la mente de Tunde no cambió.
Todos murmuraban pero Tunde se mantenía firme. Hasta que Isabella apareció de nuevo con su plan habitual de avergonzar completamente a Tunde. Lo llamó con nombres impropios de una persona, como cabra, idiota y cualquier otra palabra dura que pudiera conjurar.
"¡¿Sabes qué?! Isabella, si estás tan interesada en el báculo y la deidad, ¿por qué no te conviertes en uno de ellos? .. nada te detiene? ....el báculo está ahí mismo ...tómalo". dijo Tunde en represalia.
Isabella se quedó callada por un momento mientras el rey y los ancianos empezaban a amonestar a Tunde: "¡Cállate, muchacho! ¿Qué estás diciendo? ¿No sabes que las mujeres tienen prohibido levantar el báculo?... ¡Cualquier mujer que toque el báculo de los dioses morirá seguro!".
Tunde ya había escuchado suficiente, "bueno, mis mayores, tengan en cuenta que nunca voy a ser su sacerdote principal. Métanse eso en sus gruesos y viejos cráneos", declaró con rabia, enfatizando cada palabra con la redondez de su boca y los músculos de su cara. Y en ese momento, Isabella levantó el bastón.
Hubo un enorme alboroto por parte de la multitud, y los cielos respondieron lo mismo como en respuesta al murmullo inicial de la multitud. La multitud comenzó a gritar mientras la tierra retumbaba y se agitaba. Un rayo cayó levantando el polvo del suelo. Y todo se convirtió en una isla de polvo.
Cuando el polvo comenzó a asentarse, una imagen sombría se hizo visible. Y una vez que se asentó por completo, la imagen sombría se reveló como Isabella sosteniendo el báculo de los dioses.
Todo el mundo estaba en shock, nunca había sucedido antes. Una mujer sacerdote... una historia para siempre.
El reino tardó en acostumbrarse a la nueva situación.
Tunde siguió trabajando para Dios mientras Isabella comenzaba su ministerio en el mundo de las tinieblas.
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