La historia de una llama / The story of a llama

Cuando el cuidador vio aquélla criatura quedó totalmente impresionado. El día que se perdió era una llama tan pequeña que casi era incapaz de moverse, por lo que al caer por el acantilado, la dieron por muerta. Pero ahora, varios años después tampoco podía moverse mucho, pero en esta ocasión era por el exceso de lana.…

-¿A donde crees que vas Ludillama?

-Hay mamá, quiero recorrer el mundo. Esto de estar pastando no es para mi, tengo tantos sueños y esta vida es tan aburrida-

-Pero que no te das cuenta de que no eres una llama normal, ya tienes cuatro años y todavía pareces una llama bebé-

-Bueno, en realidad no tengo prisa por crecer-

En esos días un grupo de turistas que andaba por ahí quedó maravillado por la pequeña llama.

-Mamá, mira que pequeña es, ¿me la puedes comprar?-

-Claro que no, esas criaturas no pueden vivir fuera de su ambiente, se sentiría muy triste si nos la lleváramos-

Ludillama, al oír a la niña, empezó a planear como hacerle para escapar con los turistas. Subió lo mas alto que pudo y fingió caerse. El cuidador y un grupo de voluntarios fueron a buscarla, pero jamás la hallaron. La noche en que los turistas se retiraban, Ludillama se recostó entre las pacas de lana para pasar desapercibida.

Ya llegando a la ciudad Ludillama se moría de hambre, el suelo estaba todo cubierto con una capa dura incapaz de dar ningún tipo de pasto. Caminó y caminó sin encontrar nada que comer hasta que finalmente se desmayó de hambre.

Un fotógrafo que pasaba por ahí creyó ver un pequeño bulto de lana, pero al acercarse mas, se dio cuenta de que era un pequeño animal al borde de la deshidratación.

-Pero que barbaridad, esta llama se muere de hambre y de sed, mejor la llevo a mi departamento y le consigo algo de comer-

Mas tarde la llama y el fotógrafo platicaban tranquilamente en la azotea de su departamento.

-Tengo una idea pequeña llama-

-Ludillama, por favor-

-Ah, tengo una idea Ludillama, podríamos trabajar en el parque de la ciudad tomando fotos, tu permites que los niños te monten y así yo puedo tomarles fotos-

-Estas completamente loco si crees que voy a permitir que me monten, no ves que soy muy pequeña. Podrían lastimarme-

-Esta bien, entonces solo quédate quieta mientras los niños te acarician, ¿Estás de acuerdo?-

-Eso me parece mucho mejor-

El tiempo pasó, el fotógrafo hizo mucho dinero tomando fotos a la llama. Cada fin de semana festejaban lo bien que les iba y todas las tardes paseaban por la ciudad, pero Ludillama sentía que algo le faltaba, esa era una vida mucho menos aburrida, pero la rutina empezó a cansarla.

-Creo que ha llegado el momento de continuar mi camino. Esto de la fotografía ya me aburrió, así es que, dame mi parte, que yo intentaré algo mas-

El fotógrafo estaba realmente triste, pero no tuvo mas remedio que dejarla ir, seguido la veía meditando en la soledad y temía que su tristeza la llevara a la depresión.

Ludillama anduvo por varias ciudades, pero sentía que no encajaba en ningún lugar. Un día quiso emprender un negocio y se asoció con tres lobos que, después de varios meses, terminaron por perderlo todo. Nuevamente Ludillama sintió hambre y empezaba a arrepentirse de haber dejado al fotógrafo.

Caminó largamente por la carretera hambrienta y triste hasta que un granjero que pasaba por ahí, se apiadó de ella y le dio de comer. Después de eso le dio mucho sueño y se quedó dormida en la parte trasera de la camioneta del buen hombre. Varias horas después despertó, se encontraban en un hermoso pastizal por el que corría un largo y caudaloso río. Ludillama saltó de la camioneta, agradeció al hombre y se fue a pastar tranquilamente.

Varios años pasaron, la llama empezó a crecer y a acumular lana hasta que llegó el momento en que ya casi no podía ver de la gran cantidad de lana que tenía, además de que el peso le hacía muy difícil moverse. Estaba ya muy cansada como para seguir luchando, pero en eso su antiguo cuidador la encontró y le quitó toda la lana dejándola completamente desnuda.

La mamá de Ludillama estaba feliz, su hija había vuelto y estaba mas bella que nunca. Pero nuevamente empezó a sentirse aburrida, aprovechó que el cuidador estaba ocupado y trepó en la camioneta de uno de los compradores de lana.

Varias horas después el olor de la mar despertó a la llama, estaba en la playa, era un lugar realmente hermoso. Ludillama bajó de la camioneta y empezó a caminar por la costera.

-Pero que hermosa llama, ¿No te gustaría ser modelo?-

-Si, por favor, necesito trabajar para no pasar hambre-

-Ok, pero por favor ponte este vestido, ¿Ya te habías dado cuenta de que estás desnuda?-

Ludillama se puso el vestido blanco que la avestruz le había dado, se veía realmente hermosa.

-¿Y como te llamas creatura?-

-Ludillama, Señora-

-Bueno, pues creo que tendremos que hacer algo con eso. Desde ahora te llamarás Lu-Divina, ¿Te gusta?

-Me encanta-

A partir de entonces la modelo conocida como Lu-Divina empezó su próspera carrera de modelo.