Miriam RIP

Cuando Miriam cumplió los dieciséis parecía todavía una niña como de nueve, pero su corazón era el de una joven universitaria. Desde que estaba en el colegio se había enamorado perdidamente de Ricardo, un joven rubio de cabello rizado que a diario ella observaba a lo lejos. Él sin embargo, no supo de su existencia sino hasta que tuvo dificultad para entender la geometría analítica, ella al ver la oportunidad de acercarse a él, aceptó ser su tutora.

Los días pasaron, él lentamente comprendió los principios matemáticos de la materia, mientras que ella lo miraba constantemente a los ojos como si viera al amor de su vida.

Tarde o temprano él se dio cuenta de que ella estaba enamorada, pero no dijo nada, tan solo sonreía amablemente y evitaba hablar de otra cosa que no fuera la escuela.

Un día ella reunió el valor suficiente como para declararle su amor. Sabía bien que nunca serían pareja, pero al menos quería decir lo que sentía. Una noche de noviembre, ella le dijo que había estado enamorada de él desde que estaban en secundaria, él la miró con ternura sin decir una palabra.

-Me harías la mujer mas feliz se aceptaras salir conmigo como novios- le dijo finalmente.

El bajó la cabeza como si aquello lo hubiera tomado por sorpresa.

-Te contesto dentro de tres meses, pues tengo muchas cosas que pensar y con esto de la escuela, no quisiera distraerme-

Ella aceptó eso de maravilla, al menos no le había dicho que no inmediatamente. Su corazón se llenó de calor y de esperanza. Pero a los pocos días empezó a sentir ansiedad y desesperación.

Al fin los tres meses pasaron, ella estaba muy nerviosa, se acercó a él en la cafetería de la escuela y le pidió que le contestara la pregunta.

-Lo estuve pensando mucho, pero al final me di cuenta de que somos totalmente diferentes. Tu pareces prácticamente una niña y a mi me gustan las mujeres mucho mas desarrolladas, si tu me entiendes-

Ella se quedó en silencio en el fondo de aquella cafetería, pero cuando todos se fueron a clases, ella empezó a llorar desconsoladamente. Sus ojos se pusieron rojos y empezó a temblar de frío incontrolablemente. Ese día ya no entró a clases, no quería tampoco ir a su casa. Salió de la escuela y empezó a caminar sin rumbo fijo, hasta que se dio cuenta de que estaba muy cerca de la casa de su abuela. Rápidamente se encaminó hacia la casa de la anciana para comentarle lo sucedido, pero su dolor era tanto que sufrió un infarto justo en el jardín de la casa de su abuela.

Su abuela al verla en el suelo, corrió rápidamente a darle los primeros auxilios, pero era demasiado tarde, ya había muerto. Como pudo la anciana metió el cuerpo de su nieta a la casa y lo subió sobre la mesa donde murmuró algo que parecía una oración. De pronto Miriam abrió los ojos para ve el viejo cuerpo de su abuela quien aún era una mujer muy exuberante a pesar de su edad.

Miriam le conto lo sucedido. Ella la abrazó y le invitó la cena.

-Lo que pasa es que las mujeres de nuestra familia vivimos muchos mas años que cualquiera y no desarrollamos un cuerpo atractivo si no hasta que pasa "el incidente"-

-¿Que es eso del "incicente"?-

-Tu duérmete hija, mañana lo comprenderás todo-...

Esta historia continuará