Saludos, querida comunidad, vengo con mi entrada para la dinámica Sigue el cuento de esta semana.
Aquí la historia completa:
@maiasun84/the-hands-las-manos-continue
Y del atuendo real, esparcido por el larguísimo pasillo, solo quedaron cenizas.
¡Por fin la libertad!
Así, vestida apenas con una bata, el cabello revuelto y la cara tiznada, nadie sorprendería en ti a la que un día conocieron...o creyeron conocer.
¿Quién supo tus escapadas a caballo en noches de luna llena, las ganas de abrazar a esos niños en harapos de ojos tan tristes, quién vio los puños apretados para no pegarle en la nariz a aquel embajador arrogante, o el cachorro que te seguía a todas partes, anónimo bajo tus vestidos? Eras luz y sombras, dulce y amargo, herida y bálsamo. Y estabas sola.
La corona brilla es verdad, pero más allá de su fulgor los demás no conseguían verte. Fuiste, por demasiado tiempo, solo un símbolo del poder, la firma al final de un edicto, la reina sobre el trono.
Pero aquí en este nuevo mundo esas palabras pertenecen a tiempos olvidados, material de novelas y sueños nada más.
Aquí, ahora, te reinventarás. Mujer.
Esta publicación se escribió sin usar IA. La imágenes son mías y los banners se crearon en Canva
Greetings, dear community, I come with my entry for this week's Follow the story dynamic.
Here's the full story: @maiasun84/the-hands-las-manos-continue
And of the royal attire, scattered along the very long corridor, only ashes remained.
Freedom at last!
Thus, dressed only in a gown, your hair disheveled and your face smudged, no one would have surprised you as the one they once knew... or thought they knew.
Who knew of your escapades on horseback on moonlit nights, the desire to hug those ragged children with such sad eyes, who saw the clenched fists so as not to punch that arrogant ambassador in the nose, or the puppy that followed you everywhere, anonymous beneath your dresses. You were light and shadows, sweet and bitter, wound and balm. And you were alone.
The crown shines, it's true, but beyond its brilliance, no one could see you. You were, for too long, only a symbol of power, the signature at the end of an edict, the queen on the throne.
But here in this new world, those words belong to forgotten times, the stuff of novels and dreams nothing more.
Here, now you will reinvent yourself. Woman.
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