Entiendo y siento profundamente esto que describes... la espera para cerrar los ojos y tratar de evitar lo inevitable es algo que consume y agota, sin embargo el cuerpo y el organismo se invade de un aletargamiento que parece cumplir su función de cómplice con tu cerebro que te dicta "descansa" "acuéstate" "no te muevas" "no lo hagas". La procrastinación de repente es tu aliada y salir de ese circulo vicioso es similar a salir de las drogas o cualquier habito tóxico. Que bueno que lo escribas y te expreses, eso siempre reduce el peso de lo que uno padece. Saludos!
RE: Ya llegó la noche, otra vez.