No hay que arrastrar cargas del pasado, ni la incertidumbre de un presente que no nos va permitir avanzar, lo que ya paso quedó en el pasado, no debemos recrear las cosas en nuestra mente ni hay que darles veinte mil vueltas al asunto.
Aceptar no significa que debamos resistir y tener resignación.
Cuando aceptamos nuestra realidad, nos liberamos y podemos seguir adelante.
Muchas veces nos creamos expectativas de vida y cuando las cosas no suceden como queremos entramos en un proceso de resistencia, luchando contra una corriente que nos lleva a la realidad que estamos viviendo en ese momento. Esto nos hace sentir muy enojados, frustrados e indignados y sin darnos cuenta perdemos toda nuestra energía, rechazando nuestra realidad por completo y así con cada día que pasa tenemos menos fuerzas para encontrar la solución a lo que nos causa tanto dolor, nos acostumbramos tanto a la resistencia que esta persiste y sentimos que no avanzamos, pensamos que ya no podemos hacer nada para cambiar nuestra realidad y así llegamos a la resignación.
En esta etapa de "Resignación" no tenemos voluntad porque ya no contamos con la suficiente energía para continuar, abandonando así todo esfuerzo posible. En este momento nos encontramos cansados y agotados, llevándonos a pensar que no somos capaces de hacer nada y que no podremos vivir la vida que queremos. Sin permitirnos ver otras opciones, otras estrategias, que podríamos aplicar y así solucionar nuestra situación.
Cuando estamos en esta lucha nos quedamos sin ánimo. ¡Y creemos que no hacer nada "es aceptar" y ¡no es así!.
Aceptar no nos libera del dolor ya que el dolor forma parte de nuestra vida, _¡siempre duele cuando tenemos una pérdida!.
Aceptar nuestra realidad nos da el poder de decir; ¡está bien! Tengo que dejar de resistir y no resignarme, lo que voy a hacer es vivir la situación que tengo ahora, que no es lo que realmente quiero que sea, ¡pero es lo que es!. Debo empezar a trabajar en mí misma (o) para modificar mi vida y crear nuevas estrategias que me ayuden a seguir adelante y acercarme poco a poco a la vida que deseo.

Así que pasa la página, lo que ya pasó queda atrás, es pasado, y respecto al presente, si las cosas no salen como se esperaba, ¡solo vive, acepta y sé libre! organiza tus pensamientos, busca otras estrategias, modifica, planifica y avanza.