Las Cactáceas, forman parte de mi vida, es una comunión entre especies vegetales y mi persona. Cada Cactus, es un maestro para mi. Me muestran que la supervivencia en su hábitat natural es ruda... pero están llenas de energías luchando contra las adversidades, sus almas reflejan su bondad en cada flor y en cada fruto, estos están llenos de vida, preparados genéticamente para la subsistencia de la especie y muchas semillas asegurando que un embrión se desarrolle, nazca en el momento adecuado y el sitio idóneo para soportar las inclemencias del ambiente que los rodea; sin embargo, en las macetas en nuestras casas y viveros el panorama es diferente, ya que muchas de estás plantas han perdido parte de su información genética, desafiando las leyes naturales por adaptación de nuestra intervención, nos convertimos prácticamente en sus guardianes y proveedor de alimentación por medio del riego y otras alternativas tales como: Fertilizantes granulados y en polvo. Algunas personas y viveros usan fertilizantes, tanto orgánicos como químicos para desarrollar y hacer florecer las Cactáceas... en mi caso, confío plenamente en el sustrato mineral que les coloco en 70%, 80% y 90% dependiendo de la especie, además para germinar semillas o enraizar esquejes, uso sustrato 100% mineral. No me apresuro con el tema de las flores, solo espero que tengan su desarrollo o genética floral intensa o prematura, para que muestren su belleza, den frutos para germinar y propagar la especie.