
Los malos momentos se superan. Las batallas se superan. Las decepciones se superan. Las traiciones se superan. Las caídas se superan. Los golpes se superan. Los malos recuerdos se superan. Los rechazos se superan. Los peores momentos se superan. Los “no puedo” se superan.
No te quedes estancado en un mal capítulo, sigue adelante. No es el fin, es una prueba. No es la meta, es parte del camino. No es una pérdida, es una lección. Todo lo que nos sucede tiende a elevarnos a un nivel más alto, nunca nos quedaremos en el mismo lugar.
Siempre avanzaremos, siempre aprenderemos, siempre le sacaremos el provecho a lo que nos sucede. Tal vez en el momento preciso no te des cuenta, pero conforme pasa el tiempo, notarás que todo lo que alguna vez dolió, ya fue superado, y sucedió para enseñarte algo.
Notarás que todo valió la pena.
Que todo tuvo un propósito.
Y que gracias a ello, eres quién eres hoy.
Más fuerte, valiente y capaz.
Notarás que creciste.
Y que todo, fue para bien.
Gabrielys León.