Aquí estoy en la playa, tomándome una cerveza, disfrutando el poquito tiempo que me debe quedar, sabiendo lo que hice y a quien lo se lo hice. Bueno, solo me queda recordar. Les cuento mi historia: Me crié en un barrio normal con mis padres y mis hermanos, pero yo tenía algo que mis hermanos y mis padres no, eso era una ambición por tener más. Quién iba a pensar que eso me llevaría por un mal camino (jajajajajajaja era obvio).
En mi barrio tenía varios amigos de mi edad y siempre estábamos jugando fútbol y había una casa que siempre pensé que no combinaba con nuestro barrio porque era muy lujosa.
Un día común como cualquier otro jugando, un señor salió de esa casa y nos dijo que si queriamos ganar dinero solo por estar jugando, pero en la esquina y todos dijimos que si. En mi mente había muchas preguntas, aunque no hice ninguna. Nos dieron una buena cantidad de dinero a cada uno y un radio para que avisaramos si veíamos a alguien que no era del barrio. Así fue como sin saberlo entramos en un mundo de delincuencia, pero bueno cuando eres joven cualquier dinero es como ver a Dios y así de fácil mucho más.
Como mi casa estaba muy cerca de la entra del barrio yo me quedaba con el radio en las noches y un mes después de eso una noche ví algo raro: personas armadas, vestidas de negro con una calavera en el hombro y me sorprendió. Nunca había visto algo así que no fuera en una película, así que avisé. A los pocos minutos se escucharon tiros gritos y quería salir a ver qué pasaba, pero mi mamá no me dejó.
Al día siguiente salí a ver y las calles estaban manchadas de pintura roja o eso creía hasta que me acerque y me dí cuenta que era sangre. Le pregunté a los vecinos qué había pasado y me dijeron que ayer el comando especial de la policía entró al barrio, pero los emboscaron y los mataron a todos. Allí fue cuando me di cuenta que lo que hice estaba mal, pero en ese momento un señor puso su mano sobre mi hombro y me dijo: "chico eres grande, el jefe quiere verte. Ven conmigo." y con mi voz temblorosa dije: "Está bien. Vamos. En mi mente solo pasaba una idea: me van a matar para que no diga a nadie que fueron ellos.
Cuando me presentaron a el jefe era un señor de pelo blanco, parecía una persona común y corriente. Me dijo: "Chico, te ganaste algo" y en ese momento me entregó una paca de billetes gigante; de esas que solo se ven en las epliculas. Y me dijo que desde ahora trabajaría para él y podría tener todo lo que siempre había querido, que él me lo daría. Allí fue cuando mi ambición me dominó y acepté sin pensarlo.
Ya les seguiré contando, debo ir por más cervezas.