Hoy me sentí muy feliz en aquel quirófano del hospital central de san juan, cuando me di cuenta que estaba a pocos minutos de comenzar a intervenir quirúrgicamente a dos pacientes. Un niño de 4 años de edad que llevaba más de dos años sufriendo de las amígdalas. Motivo por el cual se planificó con tiempo realizarle una amigdalectomía y se aprovechó de hacer exéresis de las adenoides. que alegría ver salir a aquel preescolar sin aquel problema que le estaba ocasionando tantas afecciones y malestares, se que a partir de su recuperación iba poder disfrutar de una vida sana igual que los demás niños de su edad.
Posteriormente, una dama muy alegre pero con graves problemas de mareo y dificultad respiratoria, se apoderaba de la atención de todos los galenos cirujanos de aquel nosocomio. A ella correspondía realizar una septoplastia más turbinoplastia, pues tenía desviación del tabique septal y los cornetes hipertróficos por lo que se le dificultaba respirar y por ende la oxigenación de su cerebro no era la más idónia.
Las intervenciones quirúrgicas iniciaron a las 8.00 a.m., todos atentos a sus respectivas funciones y yo, muy ancioso con aquel infante que bajo el efecto del anestésico (propofol) permitía abrir su boca para iniciar la extracción de las amígdalas y adenoides; el tiempo que duré en la extracción fueron 20 minutos por cada amigdala y 5 minutos en la adenoides para un total de 45 minutos viviendo con tanta adrenalina la emoción de saber que en ese momento más que operar estaba generando bienestar y alegría a toda una familia que iba a descansar de tanto sufrimiento por culpa de aquella patología. Por su parte, la nariz cuyo procedimiento fue la septoplastia tuvo una duración de 1 hora pero en ella, solo colaboré no fui cirujano principal, pues actualmente soy residente de 2do año de otorrinolaringología y mi superior R3 llevó la batuta.
Esta fue mi experiencia del día y la quise compartir con ustedes porque quiero que formen parte de mi día a día, de mi vivir de mi sentir de mi reir, y espero les guste mi acontecimiento porque así me darán ánimos para seguir compartiendo con esta comunidad tan maravillosa cada cosa que vivo en mi hospital.