Aquí hablando como los locos, en los trabajos siempre quieren que el trabajador se desviva por la empresa y haga todo lo posible por ella, como si fuera uno de esos compromisos matrimoniales en donde el hombre tiene que entregarle todo a la mujer, pero la mujer —La empresa— no le retribuye con si quiera amor; porque en cualquier momento cuando no le sirva el hombre —El trabajador— lo cambia por cualquier otro que sirva a sus beneficios.

De esta manera, y aún sabiendo su terrible destino, el trabajador debe cumplir con sus obligaciones en las que le son exigidas la inexistente opinión crítica, el compromiso incondicional, y de ser necesario el apoyo incesante ante las adversidades que se le puedan presentar a la empresa y esté en distintos riesgos. El trabajador siempre debe estar presto a cumplir con sus responsabilidades, y las demás que hagan falta en pro del desarrollo laboral.

Pero ¿Qué pasa cuando un trabajador entrega todo de sí y más, y necesita que la empresa le retribuya una pequeña parte de lo que se ha entregado en su beneficio? Pues no pasa nada, la vida transcurre con total normalidad porque no son los intereses de la empresa el bienestar de sus trabajadores. Obviamente hay sus excepciones, pero si un trabajador no es parte de la élite dentro de la empresa, o un personaje a favor de éstos, pues realmente no hay ningún tipo de apoyo ni por profesionalidad ni por moralidad.

Ese lema de "ponerse la camiseta por la empresa" es hecho por los miembros de la élite para que los aduladores y poco profesionales trabajadores que viven de los cumplidos hacia sus superiores se sientan parte de algo, y como premio después de tanto esfuerzo y horas de trabajo invertidas la empresa te compra una pizza que no representa ni el 5% de la ganancia generada o del esfuerzo ejercido. Todo con la necesidad de servir a quienes son incapaces muchas veces de brindar una ayuda a los trabajadores que lo necesiten.

Si por casualidades adversas de la vida algún trabajador no tienen comida en su casa, no tiene dinero en efectivo para trasladarse, no tiene los servicios básicos para prepararse, no tiene los medicamentos para tratar sus enfermedades, o tratar también las enfermedades de sus seres queridos, no tiene un seguro de vida con el que pueda chequearse el estado de salud, no tiene un beneficio para optar a comprar una vivienda para su familia, en otras palabras, necesita asistencia de la empresa; pues es mejor que se vaya acostumbrando a todos esos problemas que no le interesan a la empresa por más que tengas la camiseta puesta.