Diario Encriptado

Malena pasaba cada día con Alberto desde que estaba en la primaria, pensó que tal vez sería el hombre con el que habría de casarse.

Era muy reservada con lo que pensaba y sentía, no le gustaba compartirlo con nadie, así es que inventó un alfabeto para escribir en su diario de tal forma que nadie mas pudiera leerlo.

Un día cuando estaba en la preparatoria, pasé cerca de ella y vi sus tetraglificos como ellas los llamaba.

-Que sentido tiene escribir algo que nadie mas puede entender- le dije mientras veía atentamente a su escritura.

-Bueno, es mi diario, se supone que lo escribo solo para mí, no quisiera que alguna de mis hermanas lo leyera- me contesto sonriendo levemente.

-Entiendo. Entonces, ¿Puedo leerlo yo?- le dije

-Claro, puedes intentarlo- me contestó con una mirada picara y retadora.

Tomé el diario en mis manos y empece a leer un par de páginas, luego la miré a los ojos y le dije.

-A mi también me gustaría conocerte un poco mas pero debería ser poco a poco pues acabo de salir de una relación en la que no me fue bien-

Una lágrima resbaló de improviso por su cara de asombro.

-¿Puedes entender lo que dice?-

-Cada palabra- le dije mientras le daba la vuelta a la hoja.

Rápidamente tomó el diario en sus manos mientras se secaba las lágrimas.

Fue la última vez que platiqué con ella, cinco años mas tarde supe que se casó con Alberto y un año después se divorció.