El desarrollo de las Empresas que apalancan el crecimiento económico de una nación, a nivel mundial, es un tema de suma importancia a debatir, donde sus parámetros de medición, quizás no favorezcan al tópico de conservación ambiental. Ya que estos parámetros están enmarcados en los avances tecnológicos, sistemas políticos y sociales influyentes, implantación de nuevos modelos económicos y mecanismos para hacer frente a posibles inflaciones financieras. Todo ello para fortalecer una estructura organizacional que garantice la permanencia de un estado soberano. Claro está, esta exigencia debe ir acompañada de una ciencia llamada contabilidad ambiental, la cual ofrece métodos y mecanismo científicos que van a permitir el equilibrio con el ambiente, ofreciendo resultados positivos para un desarrollo sustentable.
La contabilidad ambiental actúa como un instrumento que permite que sus registros se involucren con el impacto del medioambiente, evaluando los procesos de gestión ambiental-empresarial con relación a los costos o características cualitativas y cuantitativas. La finalidad es ofrecer información en materia de contingencia ambiental, producto de las actividades empresarial desarrolladas.
Bajo esta temática, el profesional en materia (contador público), debe asumir una actitud profesional determínate, a través de sus principios éticos, valores ambientales, que conduzcan a la vigilancia del medio ambiente y garantice el desarrollo sustentable.
Para nadie es un secreto que la globalización industrial mundial y el desarrollo empresarial del siglo XXI, son elementos que han favorecido el deterioro de los recursos naturales, poniendo en jaque la existencia humana. Ante estos hechos, en los últimos tiempos, el hombre ha comenzado a cuestionar la gestión empresarial, no solo a nivel económico, sino también en términos sociales y ambientales, y es así que se ha propiciado una toma de conciencia sobre la idea de la responsabilidad social empresarial o corporativa.
En concordancia con lo antes descrito, toda empresa debe colocarse al corriente en el desarrollo de sus políticas, procedimientos y formas de trabajo que vallan acorde con su visión y misión, pero de la mano con las actitudes y habilidades enseñadas de su equipo de trabajo. No obstante, las organizaciones deben utilizar materias primas y procedimientos de producción ajustados al cumplimento de normas para la conservación del ambiente, así como brindar apoyo a los mantenimientos planificados por el estado, enfocados en mantener disponibles y sustentables los recursos naturales.
Con respeto a lo indicado, en Latinoamérica grandes organizaciones apuntan a la solución de este problema, destacando la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992.
Es así como surge una nueva visión contable donde el factor ambiente es parte indispensable para la planificación organizacional de las empresas dentro de la óptica de desarrollo sostenible.
En síntesis, la ciencia Contable Ambiental, nos brinda responsabilidades que debe asumir la organización a través de su equipo de trabajo, liderado por el profesional de la materia (contador público), para establecer el nivel de impacto ambiental que presenta la aplicación de políticas e instrumentos con la finalidad de medir, regular, controlar, las amenazas que se dirijan al deterioro del ambiente. De igual forma, la contabilidad ambiental redunda en el aspecto económico de las empresas, dejando reflejado en el pasado, presente y futuro, la medición de los hechos o fenómenos que afecta la economía de una organización. Lo cual ofrece un historial o expediente que sirve de apoyo para tomar decisiones acertadas, guiando la empresa hacia un exitoso futuro.