El control y yo tenemos una relación muy tóxica, ha pasado mucho tiempo para que yo pueda dejarlo ir, y otro poco más, para que entienda que es un mal necesario. Cuando me encontré con la iniciativa de @eldiariodeelys, no pude evitar pensar en cómo este compañero hace de las suyas para evitar que crucemos el puente entre lo que queremos y la plenitud de entender que muchas cosas son causa y efecto.
Otro cuento del montón
Hace poco estaba en Maracay, Edo. Aragua, realizando unos trámites. Ese día tomé mi morral, me puse una vestimenta de esas bonitas pero sencillas, y frente al espejo me repetí “todo va a salir bien”. En mi tono más positivo salí, y en el tono más incrédulo me golpeé con la realidad.
Seamos sinceros, cuando se realizan trámites tenemos que llenarnos de paciencia, y tomando en cuenta que no sabemos qué imprevistos puedan suceder, pero allí estaba yo con mi mejor sonrisa, con la disposición de una energía que solo irradia lo positivo, hasta que me topé con dificultades.
Admito que las personas en mi camino tenían toda la disposición de ayudar, es raro, pero desde que tomé el bus todo conspiraba para avanzar, así que basta decir que me sentía en el mejor de mis días.
Miles de explicaciones y un par de cachetadas con listado de requisitos me hicieron entender que ni la energía más predispuesta a lo positivo puede “con lo que tiene que ser”, así que cambié de planes.
Un duelo más
Me tomó mucha terapia entender que errores, imprevistos y miles de aspectos fuera de mi decisión o dirección no van a estar a la disposición de lo que yo quiero que pase.
Es como quien mira el reporte del clima y le dicen que no va a llover, pero lleva un paraguas “por si acaso” y al final llueve y el paraguas no funciona. No todo el tiempo podemos hacer de los limones que caen del cielo limonada, y la verdad es que está bien reclamarle aunque sea 3 segundos al destino por no brindar la oportunidad de mantener todo bajo nuestro control.
Yo sinceramente me tomé unos minutos (y algo más) para cobijarme en los brazos equivocados (la frustración), y miren que son unos brazos bien convincentes, luego pasé a mi modo superpoderoso de TODO TIENE SOLUCIÓN MENOS LA MUERTE y por último dije, “bueno, mañana lo intento” porque seguía pensando y pensando en los posibles escenarios donde victoriosa lograba lo que pensé.
¿Y la cita?
Pues acabé en una cita conmigo misma disfrutando de lo hermoso que es existir. Le he agarrado un gusto increíble a pasar tiempo con la persona que está frente al espejo cada mañana, y mis planes de señora tienen un tinte bastante especial.
Ese día disfruté (sin culpas) de lo hermoso que es caminar hacia FARMATODO (es un chiste), mirar las tiendas, planear tu semana y comer algo que se me antojaba desde hace mucho.
Tuve una cita en donde solté el control para aceptar que la vida actúa de maneras extrañas, me di el tiempo de no pensar en soluciones que no parecían una prioridad y con la recién adquirida claridad al día siguiente volví a mi yo resolutivo.
Normalmente en este punto de mi escrito aconsejaría no llevar el control a niveles extremos, pero el entendimiento de mi filosofía de vida conlleva grandes cuotas de tropiezos, así que les diré que frente a situaciones que no pueden controlar sigan mi manual de 3 pasos:
- Drena.
- Respira.
- Replantea o déjalo ir.
Control and I have a very toxic relationship, it's taken a long time for me to let go and a little longer for me to understand that it's a necessary evil. When I came across @eldiariodeelys' initiative, I couldn't help but think about how this partner does his thing to keep us from crossing the bridge between what we want and the fullness of understanding that many things are cause and effect.
Another story of the bunch
Recently I was in Maracay, Aragua State, doing some paperwork. That day I took my backpack, put on one of those nice but simple clothes and in front of the mirror I repeated to myself “everything is going to be all right”. In my most positive tone I went out and in my most incredulous tone I was hit with reality.
Let's be honest, when we go through procedures we have to fill ourselves with patience, and taking into account that we do not know what unforeseen events may happen, but there I was with my best smile, with the disposition of an energy that only radiates the positive, until I ran into difficulties.
I admit that the people on my way had all the willingness to help, it is rare, but since I took the bus everything conspired to move forward, so suffice it to say that I felt on the best of my days.
Thousands of explanations and a couple of slaps with a list of requirements made me understand that not even the most positively disposed energy can “get along with what has to be”, so I changed my plans.
One more duel
It took me a lot of therapy to understand that mistakes, unforeseen events and thousands of aspects outside my decision or direction are not going to be at the disposal of what I want to happen.
It's like someone who looks at the weather report and is told it's not going to rain, but carries an umbrella “just in case” and in the end it rains and the umbrella doesn't work. Not all the time we can make lemonade out of the lemons that fall from the sky and the truth is that it's okay to complain at least 3 seconds to destiny for not giving us the opportunity to keep everything under our control.
I honestly took a few minutes (and then some) to take refuge in the wrong arms (frustration), and look at them, they are very convincing arms, then I went into my superpower mode of EVERYTHING HAS A SOLUTION BUT DEATH and finally I said, “well, tomorrow I'll try” because I kept thinking and thinking about the possible scenarios where I victoriously achieved what I thought.
And the date?
Well, I ended up on a date with myself enjoying how beautiful it is to exist. I have taken an incredible liking to spending time with the person in front of the mirror every morning, and my lady plans have a pretty special tinge to them.
That day I enjoyed (guilt-free) the beauty of walking to FARMATODO (that's a joke), looking at the stores, planning your week and eating something I've been craving for a long time.
I had an appointment where I let go of control to accept that life acts in strange ways, took the time to not think about solutions that didn't seem like a priority and with newfound clarity the next day I was back to my problem-solving self.
Normally at this point in my writing I would advise against taking control to extreme levels, but understanding my philosophy of life comes with large installments of stumbling, so I will tell you that when faced with situations you cannot control follow my 3-step manual:
- Drain.
- Breathe.
- Rethink or let it go.
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Diseño y edición realizados en Canva.
Fotografías de mi propiedad tomadas con Infinix Note 40.
La traducción se realizó con DeepL.
Design and editing done in Canva.
Photographs of my property taken with Infinix Note 40.
Translation done with DeepL.
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