Hace unas semanas terminé DREDGE, y todavía no dejo de pensar en la experiencia. Es de esos juegos que aparecen de repente, se instalan en tu memoria y se quedan ahí, como una buena historia bien contada o una canción que no puedes sacar de la cabeza. Yo lo conseguí gracias a que lo regalaron en diciembre en epic games, pero no fue hasta hace poco que pude jugarlo con calma… y qué viaje. Definitivamente una joya del mundo indie.
Para quienes no lo conocen, DREDGE es un juego de aventura con elementos de pesca, gestión de recursos y un toque de horror cósmico al más puro estilo de Lovecraft. Te pones al mando de un pequeño bote pesquero y navegas por un archipiélago misterioso donde nada es lo que parece. La premisa es simple: pescar, vender lo que capturas, mejorar tu barco… pero pronto el mar comienza a mostrar su verdadera cara. Hay secretos escondidos bajo las olas, criaturas que desafían la lógica y una historia que va revelándose poco a poco, con un ritmo que no te suelta.
Lo que más me sorprendió fue cómo un juego tan contenido en escala logra decir tanto. La narrativa no es intrusiva, sino que está integrada en cada isla, cada habitante, cada pedazo de diario que encuentras flotando o enterrado. Es una historia melancólica, intrigante y con momentos genuinamente inquietantes, que te hace cuestionar si lo que estás haciendo es lo correcto… o si ya estás demasiado involucrado para parar.
En cuanto a las mecánicas, DREDGE es adictivo. La pesca parece algo simple, pero está muy bien pensada: un pequeño minijuego para cada tipo de criatura, gestión del inventario al estilo Tetris para encajar tus capturas, decisiones rápidas al anochecer sobre si arriesgarte un poco más o regresar al muelle antes de que “algo” te siga en la niebla. Ese equilibrio entre rutina y tensión le da un sabor muy especial a la experiencia.
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A few weeks ago I finished DREDGE, and I still can't stop thinking about the experience. It's one of those games that suddenly appear, settle in your memory and stay there, like a good story well told or a song that you can't get out of your head. I got it thanks to epic games, but it wasn't until recently that I was able to play it calmly... and what a trip. Definitely a jewel of the indie world.
For those who don't know it, DREDGE is an adventure game with elements of fishing, resource management and a touch of cosmic horror in the purest Lovecraft style. You take command of a small fishing boat and navigate a mysterious archipelago where nothing is what it seems. The premise is simple: fish, sell what you catch, improve your boat... but soon the sea begins to show its true face. There are secrets hidden beneath the waves, creatures that defy logic and a story that reveals itself little by little, with a rhythm that doesn't let go.
What surprised me most was how a game so restrained in scale manages to say so much. The narrative is not intrusive, but integrated into every island, every inhabitant, every piece of journal you find floating or buried. It's a melancholy, intriguing story with genuinely unsettling moments that make you question whether what you're doing is the right thing... or if you're already too involved to stop.
In terms of mechanics, DREDGE is addictive. The fishing seems somewhat simple, but it's very well thought out: a small mini-game for each type of creature, Tetris-style inventory management to match your catches, quick decisions at dusk about whether to risk a little more or return to the dock before “something” follows you in the fog. That balance between routine and tension gives a very special flavor to the experience.
Y no puedo dejar de mencionar la ambientación. La atmósfera en DREDGE es magistral. Hay algo hipnótico en navegar por esas aguas grises al atardecer, con una música tenue que te envuelve, solo tú y el sonido del motor. Pero al caer la noche todo cambia: la niebla se cierra, los faroles parpadean, tu personaje empieza a alucinar y te preguntas si esa sombra al costado del barco estaba ahí antes. Es una sensación constante de belleza mezclada con inquietud, que muy pocos juegos logran transmitir con tanta sutileza.
Me gusta pensar que DREDGE es el ejemplo perfecto de cómo los juegos indie pueden brillar sin necesidad de gráficos hiperrealistas ni tramas rebuscadas. Aquí lo que importa es la experiencia, la historia, el tono. Un diseño minimalista pero efectivo, una narrativa que se construye con cada decisión, y esa capacidad de hacerte sentir parte de un mundo extraño y hermoso a la vez.
Estoy muy contento de haberle dado su momento. A veces uno tiene juegos pendientes que guarda “para después” sin saber que están a punto de convertirse en una de tus mejores experiencias del año. Así fue con DREDGE para mí. Si tienen la oportunidad de probarlo, se los recomiendo completamente. Especialmente si les gustan las historias que se cocinan a fuego lento, con personajes enigmáticos, lugares con historia y ese toque de misterio que hace que cada minuto frente a la pantalla se sienta diferente.
En fin, DREDGE no es solo un juego de pescar. Es un viaje hacia lo desconocido, hacia los rincones más oscuros del océano… y de nosotros mismos.
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And I can't fail to mention the setting. The atmosphere in DREDGE is masterful. There's something hypnotic about sailing through those gray waters at dusk, with faint music enveloping you, just you and the sound of the engine. But as night falls everything changes: the fog closes in, the lanterns flicker, your character begins to hallucinate and you wonder if that shadow on the side of the boat was there before. It's a constant feeling of beauty mixed with unease, which very few games manage to convey with such subtlety.
I like to think that DREDGE is the perfect example of how indie games can shine without the need for hyper-realistic graphics or stilted plots. What matters here is the experience, the story, the tone. A minimalist but effective design, a narrative that builds with every decision, and that ability to make you feel part of a strange and beautiful world at the same time.
I'm very happy to have given it its moment. Sometimes you have pending games that you save “for later” without knowing that they are about to become one of your best experiences of the year. That's how it was with DREDGE for me. If you have the chance to try it, I highly recommend it. Especially if you like stories that simmer, with enigmatic characters, places with history and that touch of mystery that makes every minute in front of the screen feel different.
In short, DREDGE is not just a fishing game. It is a journey into the unknown, into the darkest corners of the ocean... and of ourselves.
