On the last day we met Arisa, a servant android in charge of guiding the guests inside the orbital elevator. Arisa guided us through the different rooms of the elevator, while telling us a bit about the facilities. I really liked that, at one point, she opened the hatches so that we could appreciate the view as we went up. This, combined with the game's soundtrack, which at this point had a soothing tone, made for a great result.
When we finished appreciating the views, we moved on to the next room and misfortune struck. While Arisa was giving us the tour, the ceiling broke above her and several mechanical Naytibas fell.
As we defeated the Naytibas, we could see that the debris crushed Arisa. We would say goodbye to her and thank her for her service, then watch as she was snuffed out.... Funny how the death of this character, who we literally met ten minutes ago, hurt me so much.
But well, we used the hole in the ceiling created by the Naytibas to keep moving forward. As we climb up, we encounter many enemies. We will make our way through them until we reach an exclusive room, something like the VIP room. Here there was a camp where we could rest.
While EVE was resting in the camp, we will see a strange being hiding, watching her and the drone silently. And although EVE will notice that something strange is going on, when she turned around, this being was already gone.
We continued on our way and arrived at a nice Garden, where we stopped to appreciate how beautiful everything was. But when Lily was analyzing the environment with the drone, we saw that something shot directly at her and rendered the drone useless.
With the drone disabled, out from behind a rock came the strange being that was spying on us in the camp. It was a rather large mechanical Naytiba, but this one was different from the others. It was no coincidence that it disabled the drone; it did it on purpose because it knows it is a valuable tool for us. Unlike the other Naytibas, which are mindless monsters, this one had intelligence, it had evolved.
I liked this combat a lot. I even died once due to the Naytiba's ability to throw a laser that covered the whole area, that caught me by surprise the first time. But on the second try I was able to beat it.
Another thing that caught me by surprise was that this boss combined attacks that required parry with others that you had to evade. This confuses you at first because you don't know the timing, but when you manage to adapt, it makes the combat feel much better. I took the opportunity to test skills that only work when you evade, since I usually don't evade and only parry.
Unlike the boss we faced in the previous chapter, this one didn't recover life even though he was also a big mechanical Naytiba, so we only killed him once, by cutting off his head. As a reward he gave us various materials and a core to upgrade our weapon.
After defeating him, the drone was operational again, luckily the shot it received was not critical. We continued on our way and reached the main elevator. We used it to climb to the top of the space station and reach the central core, where we detected the signal from the Naytiba Alpha.
Exiting the elevator, we arrived at the entrance to the central core. However, somewhat hidden behind our backs, was an energy bar upgrade. This was the last one I was missing, I even got an achievement for finding all the energy upgrades and all the life upgrades, so it looks like I explored well.
We will see that there is a camp to rest and save the game before accessing the central core where the Alpha Naytiba is. Good time to finish the adventure for today. Whatever happens behind that door, I don't think it's the end of the game, because there are still things to conclude, but well, we'll see what happens next day.
All the images/gifs shown in this publication have been taken and created by me
El último día conocimos a Arisa, una androide sirvienta encargada de guiar a los huéspedes dentro del ascensor orbital. Arisa nos guio a través de las distintas salas del ascensor, mientras nos hablaba un poco de las instalaciones. Me gustó mucho que, en un determinado momento, abriera las compuertas para que pudiéramos apreciar la vista mientras subíamos. Esto, combinado con la banda sonora del juego, que en este punto tenía un tono relajante, dio un resultado genial.
Cuando terminamos de apreciar las vistas, pasamos a la siguiente sala y ocurrió una desgracia. Mientras Arisa nos estaba dando el recorrido, el techo se rompió encima de ella y cayeron varios Naytibas mecánicos.
Al vencer a los Naytibas, pudimos ver que los escombros aplastaron a Arisa. Nos despediremos de ella y le agradeceremos su servicio, luego veremos cómo se apagaba... Es curioso cómo la muerte de este personaje, a quien literalmente conocimos hace diez minutos, me dolió tanto.
Pero bueno, usamos el agujero en el techo creado por los Naytibas para seguir avanzando. Al subir, nos encontramos a muchos enemigos. Nos abriremos paso a través de ellos hasta llegar a una sala exclusiva, algo así como la sala VIP. Aquí había un campamento donde pudimos descansar.
Mientras que EVE estaba descansando en el campamento, veremos a un ser extraño escondido, observándola a ella y al dron en silencio. Y aunque EVE notará que algo raro pasa, cuando se dio la vuelta, este ser ya se había ido.
Seguimos nuestro camino y llegamos a un bonito Jardín, donde nos detuvimos a apreciar lo hermoso que era todo. Pero cuando Lily estaba analizando el entorno con el dron, vimos que algo le disparó directamente y dejó el dron inutilizado.
Con el dron inutilizado, salió de detrás de una roca el ser extraño que nos estaba espiando en el campamento. Era un Naytiba mecánico bastante grande, pero este era diferente a los otros. No fue coincidencia que inutilizara el dron; lo hizo a propósito porque sabe que es una herramienta valiosa para nosotros. A diferencia de los otros Naytibas, que son monstruos sin pensamientos, este tenía inteligencia, había evolucionado.
Este combate me gustó mucho. Incluso morí una vez debido a una habilidad del Naytiba de lanzar un láser que abarcaba toda la zona, eso me agarró de imprevisto la primera vez. Pero en el segundo intento pude vencerlo.
Otra cosa que me tomó por sorpresa fue que este jefe combinaba ataques que requerían parry con otros que debías evadir. Esto al principio te confunde porque no conoces los tiempos, pero cuando logras adaptarte, hace que el combate se sienta mucho mejor. Aproveché para probar habilidades que solo funcionan cuando evades, ya que normalmente no evado y solo hago parrys.
A diferencia del jefe al que nos enfrentamos en el capítulo anterior, este no recuperaba vida a pesar de que también era un gran Naytiba mecánico, así que solo lo matamos una vez, cortándole la cabeza. Como recompensa nos dio varios materiales y un núcleo para mejorar nuestra arma.
Luego de vencerlo, el dron volvió a estar operativo, por suerte el disparo que recibió no fue crítico. Seguimos nuestro camino y llegamos al elevador principal. Lo usamos para subir a lo alto de la estación espacial y llegar al núcleo central, donde detectamos la señal del Naytiba Alfa.
Al salir del elevador, llegamos a la entrada del núcleo central. Sin embargo, un poco escondida a nuestras espaldas, había una mejora de la barra de energía. Esta era la última que me faltaba, incluso me dieron un logro por encontrar todas las mejoras de energía y todas las mejoras de vida, así que parece que exploré bien.
Veremos que hay un campamento para descansar y guardar la partida antes de acceder al núcleo central donde está el Naytiba Alfa. Buen momento para acabar la aventura por hoy. Pase lo que pase detrás de esa puerta, no creo que sea el final del juego, porque aún quedan cosas por concluir, pero bueno, ya veremos qué ocurre el próximo día.
