Hello, greetings dear #gardenhive community, it is a pleasure to pass by the virtual highway of #Ecency and share with you a little piece of my Friday afternoon.
The apartment where I live is part of a three-story building and although it has exterior side hallways, there is not much space to plant all the medicinal, decorative or culinary plants that one would like. However, we manage and get creative to find at least a little corner where we can plant, care for and admire the plants we like.
It happens that when we were in Cuba, my country of birth, most of our life was in areas, not entirely rural, but full of trees, vegetation and somewhat far from overpopulation. Nothing compares to the aroma that the trees give off very early in the morning, loaded with the humidity of the early morning and the herbs of the green earth.
That is why as soon as we arrive in Guyana, we immediately try to capture, in the little space that exists in the surroundings, a little of that aroma and sound so characteristic of forested or simply rural areas.
So I give you a tour of my green corner, but this time I am only going to introduce you to the three cacti that we have managed to keep. In another post, I will tell you about taro, oregano, aloe vera, palmita, cilantro and other specimens that brighten us and fill our eyes with life.
This is the haworthia, whose leaves are fleshy, green and have some lighter bumps. Although there may be several examples that have other characteristics. However, this description completely responds to the specific peculiarities of my haworthia.
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Here I present to you the succulent that adorns the side hallway of the rental. Honestly, I have to admit that it is my favorite. It resembles a lotus flower to me, only green and perhaps a little more open in the center, ¿don't you think so? I find it so beautiful and tender and it feels extremely soft to the touch, like when we caress a suede fabric, or something like that.
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Finally, I present to you the mammillaria, as thorny and fierce as it is small and beautiful. What you see next to it are chive leaves that my mother planted to take advantage of the pot of the cactus itself. I thought they wouldn't be compatible. But the truth is that both have adapted perfectly.
On several occasions we have already cut more than half the chive leaves to prepare our food, since they are very special aromatic herbs and no matter how many times we cut them, they grow back, over the days. To achieve this we do the pruning very delicately.
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And this is how, without much space, but with plenty of love, we have our own green, thorny and productive corner.
I hope you liked my post. I promise to return with other plants that, brave and tenacious, adapt to urbanization and survive in any little piece of land.
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English is not my native language. I apologize for any possible translation errors.
AI free post.
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Hola, un saludo querida comunidad de #gardenhive, es un placer pasar por la autopista virtual de #Ecency y compartir con ustedes un pedacito de mi tarde de viernes.
El apartamento donde vivo, es parte de un edificio de tres pisos y aunque tiene pasillos laterales exteriores, no hay mucho espacio donde sembrar todas las plantas medicinales, decorativas o de consumo culinario que uno desearía. Sin embargo, nos las arreglamos y nos ponemos creativos para encontrar al menos un rinconcito donde poder sembrar, cuidar y admirar las plantas que nos gustan.
Sucede que cuando estábamos en Cuba, mi país de nacimiento, la mayor parte de nuestra vida fue en zonas, no del todo rurales, pero sí cargada de árboles, vegetación y un tanto alejada de la sobrepoblación. Nada se compara con el aroma que despiden los árboles bien tempranito en la mañana, cargados de la humedad de la madrugada y la hierva de la tierra verdecita.
Es por eso que apenas llegamos a Guyana, intentamos de inmediato atrapar, en el poco espacio que existe en los alrededores, un poco de aquel aroma y sonido tan característicos de las zonas boscosas o sencillamente rurales.
Así que les doy un recorrido por mi rincón verde, pero esta vez sólo voy a presentarles los tres cactus que hemos logrado mantener. En otro post, les contaré sobre las malangas, orégano, sábila, palmita, cilantro y otros ejemplares que nos alegran y llenan de vida la vista.
Esta es la haworthia, cuyas hojas son carnosas, de color verde y algunas protuberancias más claras. Aunque pueden existir varios ejemplos que poseen otras características. Sin embargo, esta descripción responde completamente a las peculiaridades especificas de mi haworthia.
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Aquí les presento a la suculenta que adorna el pasillo lateral de la renta. Sinceramente, debo reconocer que es mi favorita. Se me asemeja, en su forma, a una flor de loto, solo que de color verde y quizás un poco más abierta en su centro, ¿no lo creen así? Me parece tan hermosa y tierna y se siente sumamente suavecita al tacto, como cuando acariciamos una tela de gamuza, o algo así.
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Por último, les presento a la mammillaria, tan espinosa y fiera como pequeña y hermosa. Lo que ven junto a ella son hojas de cebollino que mi madre sembró para aprovechar la maceta del propio cactus. Creí que no serían compatibles. Pero lo cierto es que ambas se han adaptado a la perfección.
En varias ocasiones ya hemos cortado más debajo de la mitad las hojas de cebollino para elaborar nuestra comida, ya que son hierbas aromáticas muy especiales y sin importar cuantas veces las cortemos, ellas vuelven a crecer, con los días. Para lograr esto hacemos la poda con mucha delicadeza.
Por último, les presento a la mammillaria, tan espinosa y fiera como pequeña y hermosa. Lo que ven junto a ella son hojas de cebollino que mi madre sembró para aprovechar la maceta del propio cactus. Creí que no serían compatibles. Pero lo cierto es que ambas se han adaptado a la perfección.
En varias ocasiones ya hemos cortado más debajo de la mitad las hojas de cebollino para elaborar nuestra comida, ya que son hierbas aromáticas muy especiales y sin importar cuantas veces las cortemos, ellas vuelven a crecer, con los días. Para lograr esto hacemos la poda con mucha delicadeza.
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Y es así como, sin mucho espacio, pero con sobrado amor, tenemos nuestro propio rincón verde, espinoso y productivo.
Deseo que mi post les haya gustado. Prometo volver con otras de las plantas que, valientes y tenaces, se adaptan a la urbanización y sobreviven en cualquier pedacito de tierra.
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