Imagen de uso libre tomada del sitio www.freepik.es¿Sabes qué es lo que más descubro cuando hablo con alguien que quiere emprender?
Esa sensación paralizante de creer que no tiene nada que vender, como si todos los productos digitales ya estuvieran inventados, como si todo el mundo supiera más que el o ella y como si hiciera falta ser experto en algo para poder aportar valor.
Y no, no hace falta ser experto.
Hace falta haber vivido, haber resuelto cosas, haber pasado por procesos y hace falta estar dispuesto a compartir eso, así sea en la forma más sencilla del mundo.
Te lo diré sin rodeos, todos tenemos algo que podemos transformar en un producto digital.
Pero el problema está en que solemos pensar en cosas gigantes, en cursos carísimos, en herramientas con cien módulos... cuando la magia está en lo pequeño, en lo simple, en lo honesto.
A veces basta con una guía de 10 páginas en PDF contando cómo lograste organizar tu día cuando te sentías colapsado, o una lista de recursos que usaste para salir de deudas, o un pequeño taller de 30 minutos por Zoom donde expliques cómo armaste un menú semanal para no gastar tanto en comida.
¿Muy simple? Puede ser… pero la gente no paga por lo complejo, paga por lo que le soluciona la vida.
Mira, no hace falta que seas nutricionista para ayudar a una mamá a organizar las comidas de la semana.
No hace falta ser psicólogo para compartir cómo superaste una ruptura dolorosa.
No hace falta ser coach de productividad para mostrarle a alguien cómo armaste tu rutina matutina sin morir en el intento.
Lo que viviste, si fue real y te transformó, tiene valor y eso es lo que la gente busca.
Seguro ya vas entendiendo de que se trata.
Y si, tienes razón, siempre está esa vocecita en tu cabeza que todo el tiempo te dice, ¿quién va a pagar por eso?, eso cualquiera lo sabe, eso está en internet. Sí, está en internet, pero no contado con tu voz, no con tu historia, no desde tu experiencia, y ahí está la diferencia.
La clave está en pensar en experiencias, no en conocimientos. Es vender lo que viviste y como te solucionó un problema, por muy pequeño que parezca, porque eso conecta, porque eso no lo tiene nadie más.
Entonces, si hoy estás ahí, mirando la pantalla y pensando que no tienes nada que ofrecer, te invito a hacer lo siguiente, haz una lista de 5 momentos en los que resolviste algo en tu vida.
Cualquier cosa.
Desde cómo lograste ahorrar para un viaje hasta cómo aprendiste a usar Canva para tu negocio y luego pregúntate:
¿Esto puede ayudar a alguien?
¿Puedo explicar cómo lo hice?
¿Puedo empaquetarlo bonito y entregarlo en una forma sencilla?
Si la respuesta es sí, ya tienes una idea de producto digital. ¡Te felicito ya diste el primer paso!.
Después vienen los detalles, cómo lo haces, cómo lo vendes, cómo lo subes a una plataforma y, no te preocupes, esto lo hablaremos en próximas publicaciones. Lo importante ahora es entender que no te falta nada, que no necesitas esperar a “ser alguien” para crear algo.
Solo necesitas confiar en que lo que viviste y cuando tú crees en eso, la gente también.
Así que si quieres lanzar tu primer producto digital, no empieces por mirar hacia fuera, intentado descubrir que hace falta, mira adentro, mira tu historia, mira tu proceso y empieza con eso.
Créeme, es más que suficiente.
🇬🇧 English Version
Free image taken from www.freepik.esDo you know what I discover most when I talk to someone who wants to start a business? That paralyzing feeling of believing they have nothing to sell, as if all digital products have already been invented, as if everyone knows more than them, and as if you need to be an expert in something to be able to add value. And no, you don't need to be an expert. You need to have lived, solved things, gone through processes, and you need to be willing to share that, even in the simplest way possible. world. But the problem is that we tend to think of gigantic things, expensive courses, tools with a hundred modules... when the magic is in the small, the simple, the honest. Sometimes a 10-page PDF guide explaining how you managed to organize your day when you felt overwhelmed, or a list of resources you used to get out of debt, or a short 30-minute Zoom workshop where you explain how you put together a weekly menu so you wouldn't spend so much on food, is enough. Too simple? Maybe... but people don't pay for complex things, they pay for things that make their lives easier. Look, you don't have to be a nutritionist to help a mom organize her meals for the week. You don't have to be a psychologist to share how you got over a painful breakup. You don't have to be a productivity coach to show someone how you built your morning routine without dying in the attempt. What you experienced, if it was real and transformed you, has value, and that's what people are looking for. I'm sure you're starting to understand what it's all about. And yes, you're right, there's always that little voice in your head constantly telling you, "Who's going to pay for that?" Everyone knows that; it's on the internet. Yes, it's on the internet, but not told in your voice, not with your story, not from your experience, and that's where the difference lies. The key is to think about experiences, not knowledge. It's about selling what you experienced and how it solved a problem, no matter how small it may seem, because that connects, because no one else has that. So, if you're there today, staring at the screen and thinking you have nothing to offer, I invite you to do the following: Make a list of 5 moments in your life when you solved something. life. Anything. From how you managed to save up for a trip to how you learned to use Canva for your business, and then ask yourself: If the answer is yes, you already have an idea for a digital product. Congratulations, you've taken the first step! Then come the details: how you make it, how you sell it, how you upload it to a platform. And don't worry, we'll talk about this in future posts. The important thing now is to understand that you're not missing anything, that you don't need to wait to "be someone" to create something. You just need to trust what you've experienced, and when you believe in it, people will too. So if you want to launch your first digital product, don't start by looking outside, trying to figure out what's missing; look inside, look at your story, look at your process, and start with that. Believe me, it's more than enough.
I'll tell you bluntly, we all have something we can transform into a digital product.
Can this help someone?
Can I explain how I did it?
Can I package it beautifully and deliver it in a simple way?