La bandera resistió al viento y permanece en su lugar.
Al menos a tres horas del amanecer, permanece en calma, aunque las copas de los árboles más altos se agitan, no con violencia, pero sí considerablemente.
El pronóstico del clima anuncia un descenso en la velocidad del viento y la humedad, así y todo la temperatura continuará coqueteando con el 0, y según el servidor consultado llegará a menos uno y hasta menos dos.

No tentaré a la suerte saliendo a la intemperie sin necesidad. Pospondré los planes, incluida la compra de fragancias que necesito para recrear un jabón. Uno cítrico que hice por primera vez hace año y medio para el solsticio de invierno, a petición de un cliente que lo quería para completar un ritual de limpieza energética y buena suerte, con ocasión del solsticio de invierno del hemisferio norte y día del espíritu de la Navidad.
Aunque no participo de esta creencia en particular, ni de similares rituales, prepare el jabón con los ingredientes solicitados y el resultado fue tan satisfactorio, que repitió el pedido.
La fragancia resultante de la combinación muy agradable, así como la sensación ligeramente exfoliante, así que prepare unos similares para obsequiar con motivo de las fiestas navideñas. Pero lo que más me gusto, además del color totalmente natural e inesperado, resultado de la combinación de ingredientes naturales, fue la interacción con el cliente.

El cliente consciente de lo que quería, me lo explico, trayendo los ingredientes que pretendía incluir en la fórmula y la decoración.

Algunos requirieron una transformación previa para poder incorporarse, eso es parte de mi trabajo, una interesante que a veces requiere estudio y experimentación, otros sencillamente los cambie por el más adecuado, informándole de mis razones.

El decorado es algo que no acostumbro a colocar en mis jabones y menos uno tan punzante, pero el cliente insistió, y un poco en broma y en serio, le sugerí incluir una advertencia.
Retirar la estrella de anís antes de usar el jabón.

Planear y buscar los ingredientes es la parte inicial, el cálculo de la fórmula y el procedimiento a seguir.
En unas pocas ocasiones, un cliente que sabe lo que quiere o necesita, ha llegado con un pedido específico o una idea.
La conversación nos lleva a conciliar sus deseos con las posibilidades reales y nuestra capacidad, logrando hasta ahora una satisfacción mutua.
Por ejemplo, cuando prepare mi jabón de tomate, lo hice pensando que sería una opción para el cabello, estaba equivocado, ningún jabón es recomendable para el cabello, aunque muchos hombres que lo usan muy corto lo empleen.
Sin embargo, continúe haciéndolo, una persona, quizás más, encontraron en él un aliado para atender su psoriasis.
Otra persona, a quien no llegue a conocer personalmente, me encargaba con regularidad, durante tres años, jabones de sábila y aceite de almendras por medio de su sobrino que hacía de intermediario. Padecía de una severa afección dérmica y al parecer prefería no ser visto.
Por lo general ordenaba 10 o 12 jabones para todo el año.
Otras experiencias, no menos significativas, fueron con estudiantes de primaria y secundaria a quienes asignaron proyectos relacionados con la elaboración y comercialización de un producto. En estos casos, jabón y labor fue de orientación y asistencia, explicándoles el proceso, las normas básicas de seguridad a la hora de hacer jabón y a veces la elaboración del producto, dejando el empaque, etiquetado y demás en sus manos y las de sus maestros o profesores.

Ya abrí una cuenta en #waivio a nombre de @aurora.jabon donde relato nuestra historia como jaboneros. Un emprendimiento familiar de 11 años, que para continuar, tiene que dar el paso a la formalidad y obtener todos los permisos legales y sanitarios. Además de crear los mecanismos de comercio por Internet, opción de menor costo y mayor rendimiento.
De lo contrario, solo continuará como un hobby personal, con limitada utilidad. Solo al servicio de los más cercanos.
Hasta ahora, una actividad creativa y relativamente lucrativa, si considero lo que aporto en el pasado, junto a los otros emprendimientos familiares.
Y aunque, estemos en aparente pausa, como la naturaleza en invierno, seguimos paso a paso, un día a la vez, con la seguridad y la confianza de que lograremos cantar.

Agradecido con el creador y cuantos se cruzan en nuestro camino, para acompañarnos o ayudar en el crecimiento, me despido por hoy.

Las imagenes son de mi autoria, aunque algunas tienen un tiempo y no puedo decir con que equipo las tome. El texto escrito en español, mi lengua vernacula, y la versión en inglés gracias al traductor Google.

A Break on the Journey

The flag resisted the wind and remains in place.
At least three hours before dawn, it remains calm, although the tops of the tallest trees are swaying, not violently, but considerably.
The weather forecast predicts a drop in wind speed and humidity, yet the temperature will continue to flirt with 0, and according to the server consulted, it will reach minus one and even minus two.

I won't push my luck by going out into the elements unnecessarily. I'll postpone plans, including buying the fragrances I need to recreate a soap. A citrus soap I first made a year and a half ago for the winter solstice, at the request of a client who wanted it to complete an energy cleansing and good luck ritual, marking the northern hemisphere's winter solstice and the day of the spirit of Christmas.
Although I don't share this particular belief or similar rituals, I prepared the soap with the requested ingredients and the result was so satisfying that she ordered it again.
The resulting fragrance was very pleasant, as was the slightly exfoliating sensation, so I prepared similar ones to give as gifts for the Christmas holidays. But what I liked most, besides the totally natural and unexpected color resulting from the combination of natural ingredients, was the interaction with the client.

The client, aware of what he wanted, explained it to me, bringing the ingredients he intended to include in the recipe and the decoration.

Some required a prior transformation to be incorporated; that's part of my job, an interesting one that sometimes requires study and experimentation. Others I simply changed to the most suitable one, informing him of my reasons.

The decoration is something I don't usually put on my soaps, much less one so pungent, but the client insisted, and half jokingly, I suggested including a warning.
Remove the star anise before using the soap.

Planning and sourcing the ingredients is the initial part, calculating the formula and the procedure to follow.
On a few occasions, a client who knows what they want or need has come to me with a specific request or an idea.
The conversation leads us to reconcile their desires with the real possibilities and our capabilities, achieving mutual satisfaction so far.
For example, when I prepared my tomato soap, I thought it would be an option for hair. I was wrong; no soap is recommended for hair, although many men who wear their hair very short use it.
However, I continued making it; one person, perhaps more, found it an ally in treating their psoriasis.
Another person, whom I never met personally, regularly ordered aloe vera and almond oil soaps from me for three years through his nephew, who acted as an intermediary. He suffered from a severe skin condition and apparently preferred not to be seen.
He usually ordered 10 or 12 soaps for the entire year.
Other experiences, no less significant, were with elementary and secondary school students, who were assigned projects related to the development and marketing of a product. In these cases, soap and labor provided guidance and assistance, explaining the process, basic safety rules for soapmaking, and sometimes the actual production of the product. The packaging, labeling, and other tasks were left to them and their teachers.

I've already opened a #waivio account under the name @aurora.jabon where I share our story as soapmakers. An 11-year-old family business, which, to continue, must take the formal step and obtain all the legal and health permits. In addition, we must create online commerce mechanisms, a lower-cost and higher-yield option.
Otherwise, it will only continue as a personal hobby, with limited utility. Only at the service of those closest to us.
So far, it has been a creative and relatively lucrative activity, considering what I've contributed in the past, along with other family ventures.
And although we are seemingly on pause, like nature in winter, we continue step by step, one day at a time, with the certainty and confidence that we will succeed.

Grateful to the creator and to all those who cross our path, to accompany us or help us grow, I say goodbye for today.

The images are my own, though some are old and I can't say what equipment I used to take them. The text is in Spanish, my native language, and the English version is thanks to Google Translate.