En cualquier emprendimiento es importante tener una hoja de ruta, lo que nos permite mantenernos centrados y no dispersar los esfuerzos.
Si pensamos previamente donde queremos llegar es más probable que vayamos dando nuestros pasos en el sentido correcto. De allí que sea importante plantearse aunque sea algunos objetivos generales antes de arrancar cualquier proyecto, esto sin duda que nos servirá de orientación..
Cada vez que hablo con amigos emprendedores me doy cuenta que el establecer objetivos marca una gran diferencia entre aquellos que logran sacar adelante sus emprendimientos y los que fracasan.
No voy a exagerar diciendo que este es el único factor para el éxito o el fracaso de cualquier negocio, ciertamente no es así. Pero es impresionante la cantidad de personas que inician actividades sin tener la mínima idea de dónde quieren llegar.
Hace poco, haciendo algunas compras en el centro de la ciudad conocí el caso de un muchacho, de esos pocos que ha logrado sacar un emprendimiento en el ramo textil.
En mi país ese ramo no es nada fácil, significa competir en franca desventaja con una importación de productos muy económicos, muchos de ellos mercancía de segunda mano, ropa usada que se vende a precio de gallina flaca.
Para la mayoría es más cómodo y seguro mantenerse como revendedores de los pocos mayoristas que controlan ese mercado de importación. Casi nadie apuesta a dar el paso de vendedores a fabricantes. Pero por fortuna siempre hay algún valiente que se atreve a ir contra la corriente.
Este muchacho del que les hablo también había comenzado como revendedor de manera ambulante, colocando su mercancía en cualquier esquina del centro de la ciudad. Compraba su mercancía por docenas, generalmente franelas de damas, niños y caballeros, estimaba un margen de ganancia para ajustar el precio de venta y vendía su producto.
Pero un día se entusiasmó con la idea de ir un poco más allá. Evaluó las condiciones del mercado y se dio cuenta que en la ciudad nadie estaba fabricando esa mercancía. Se propuso entonces cambiar de actividad, lo que implicaba ajustar al máximo sus gastos, necesitaba capital para iniciar el experimento.
Con esa idea en mente resistió la tentación de gastar más de lo indispensable. Redujo al mínimo sus salidas y actividades recreativas. Durante varios meses nada logró sacarlo de la meta que se había planteado.
Mientras reunía su capital fue averiguando lo relativo al negocio. Tomo contacto con un grupo de señoras de su comunidad que se dedicaban al negocio de la costura. Ellas le dieron indicaciones sobre los mejores sitios para comprar la tela al mayor, sobre las personas que le podían fabricar los patrones para las costureras, y sobre los diferentes insumos para elaborar la mercancía.
Cuando logró reunir el dinero ya tenía bastante claridad del negocio. Y comenzó con paso firme aprovechando sus fortalezas: tenía a las señoras costureras que le podían fabricar la mercancía y conocía a muchísimos vendedores ambulantes.
Su primer capital lo invirtió casi totalmente en la tela, dejó un apartado para timbrar el logo de la marca y para los empaques. Logró que en esa primera oportunidad las costureras le dieran unos días de gracia para sus pagos, les pagaría cuando cobrara su primera producción. Todos querían colaborar para que el negocio funcionara.
Desde aquel día han pasado dos años. En la actualidad cuenta con una cartera de clientes que le permite ubicar fácilmente todas las franelas que se producen. La rotación de ventas es lo suficientemente rentable como para generarle una ganancia bastante aceptable, además de dar trabajo a diez costureras, una secretaria, una contadora, y cuatro vendedores que se encargan de lo relativo a la distribución.
De seguir así es muy probable que este joven emprendedor busque escalar su negocio un poco más.
El caso de este muchacho en realidad en muy inspirador, un claro ejemplo de la importancia de mantenerse enfocado en lo que queremos lograr.
Gracias por tu tiempo.
In any undertaking it is important to have a roadmap, which allows us to stay focused and not disperse our efforts.
If we think beforehand about where we want to get to, it is more likely that we will take our steps in the right direction. That is why it is important to set some general objectives before starting any project, this will certainly serve as a guideline...
Every time I talk to entrepreneur friends I realize that setting goals makes a big difference between those who succeed in their ventures and those who fail.
I am not going to exaggerate by saying that this is the only factor in the success or failure of any business, it certainly is not. But it is impressive how many people start up without having the slightest idea of where they want to go.
Recently, while doing some shopping in the city center I met the case of a young man, one of those few who has managed to start a business in the textile industry.
In my country this industry is not easy, it means competing at a disadvantage with an import of very cheap products, many of them second hand merchandise, used clothes sold at the price of a skinny hen.
For most of them, it is more comfortable and safer to remain as resellers of the few wholesalers that control the import market. Hardly anyone bets on taking the step from sellers to manufacturers. But fortunately there is always a brave person who dares to go against the current.
This boy I am talking about had also started as a street vendor, placing his merchandise in any corner of the city center. He would buy his merchandise by the dozen, usually ladies', children's and men's flannels, estimate a profit margin to adjust the selling price and sell his product.
But one day he got excited about the idea of going a little further. He evaluated the market conditions and realized that no one in the city was manufacturing this merchandise. He then decided to change his activity, which implied adjusting his expenses as much as possible; he needed capital to start the experiment.
With that idea in mind, he resisted the temptation to spend more than he had to. He reduced his outings and recreational activities to a minimum. For several months nothing succeeded in keeping him from the goal he had set for himself.
As he gathered his capital, he began to find out about the business. He made contact with a group of ladies in his community who were dedicated to the sewing business. They gave her information about the best places to buy fabric wholesale, about the people who could make the patterns for the seamstresses, and about the different supplies to produce the merchandise.
When she was able to raise the money, she already had a clear idea of the business. And he began with a firm step, taking advantage of his strengths: he had the seamstresses who could manufacture the merchandise and he knew many street vendors.
He invested his first capital almost entirely in the fabric, and left a section to stamp the brand's logo and for the packaging. He managed to get the seamstresses to give him a few days' grace for their payments, he would pay them when he collected his first production. Everyone wanted to collaborate to make the business work.
Two years have passed since that day. Today he has a portfolio of customers that allows him to easily locate all the flannels that are produced. The sales turnover is profitable enough to generate a fairly acceptable profit, in addition to providing work for ten seamstresses, a secretary, an accountant, and four salespeople who are in charge of distribution.
If he continues in this way, it is very likely that this young entrepreneur will seek to scale his business a little more.
The case of this young man is really inspiring, a clear example of the importance of staying focused on what we want to achieve.
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version).
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