Profundizar en nuestro conocimiento interior es clave para avanzar no solo en el mundo de los emprendimientos sino también en cualquier área de la vida.
A veces dudamos de nuestro potencial. Los motivos de esa apreciación pueden ser muchos. Quizá tuvimos una crianza difícil, o nos desenvolvimos en un entorno poco nutritivo, o sencillamente algunas circunstancias de la vida nos resultaron desfavorables. El caso es que en algún momento comenzamos a creer que éramos insuficientes, que no teníamos lo necesario para salir adelante.
Sobre este tema he tenido varias experiencias personales y de vez en cuando las recuerdo de nuevo. Hasta los dieciséis años fui bastante timorato, rehuía los retos, pensaba que la mayoría de las cosas eran más grandes que yo, y de cierto modo le tenía miedo a la vida.
Por ese entonces me estaba graduando de bachiller y venía el difícil momento de escoger qué carrera estudiar. En mi caso las alternativas no eran muchas, la mayoría de la Universidades públicas estaban cerradas por problemas políticos y la única opción disponible era el Pedagógico de Caracas.
Pero para aquellos años setenta el Pedagógico era una institución muy exigente. Yo conocía la vivencia de un muchacho que me daba clases particulares y que era maestro de primaria. Era estudioso y bastante aplicado, pero cargaba con una gran frustración: llevaba tres años tratando de ingresar al Pedagógico para obtener el grado de profesor y nunca lograba superar las pruebas de ingreso. Yo pensaba, si él no ha podido entrar menos voy a entrar yo.
Sin embargo, fui a presentar las pruebas con muy pocas expectativas, estaba convencido de que no iba a quedar. Así se lo advertí a mi madre y le dije que tampoco se hiciera ella grandes expectativas.
Pero el día de la prueba ocurrió uno de esos sucesos que marcan puntos de inflexión en la vida…
Al llegar yo al Pedagógico no sabía donde eran las pruebas, así que le pregunte a una señora bedel bastante entrada en años. Al hacerle la pregunta ella me respondió con otra, me dijo que si yo estaba asustado. Bastante, le respondí con mucha sinceridad. La señora se acercó, me puso una mano en el hombro y me dijo que no me preocupara, que tuviera confianza, que yo sí iba a ser aceptado…
Aquellas palabras me impactaron profundamente, se quedaron dentro de mí, me parecía increíble que una persona extraña pudiera tener tanta confianza en mis posibilidades. Ese día recibí una gran lección.
Presenté las pruebas y quedé, y a partir de aquel momento comencé a descubrir que dentro de mí estaban una serie de habilidades pujando por salir.
Mi experiencia en el Pedagógico fue transformadora, salí de allí dándome cuenta que tenía muchas cosas para avanzar en la vida, quizá la más valiosa era la fuerza de voluntad.
En más de una oportunidad las cosas se ponían difíciles, una buena parte de mis compañeros de clases eran personas mayores muy preparadas, ante ellos yo no era más que un muchachito ignorante. Pero desde el primer día me propuse acortar la distancia que nos separaba.
Yo llegaba al Pedagógico a las siete de la mañana y salía a las once de la noche, una jornada que cumplía de lunes a sábado. En ese tiempo pasaba muchas horas en la biblioteca leyendo todo lo que me recomendaban, asistía a muchas actividades y participaba en todas las conversaciones que podía. Luego de dos años mi nivel intelectual creció notablemente.
Luego que egresé mi traabajo como Profesor me dio la oportunidad de gestionar muchos equipos de trabajo. Ahí también me di cuenta que tenía facilidad para organizar a las personas, para encontrar ideas orientadores, para fijar la mirada en cuestiones que los demás pasaban por alto.
Con el pasar del tiempo fui aprendiendo a identificar mis fortalezas y debilidades, un paso que considero demasiado importante en la vida de cualquier persona.
Todos tenemos alguna fortaleza, quizá no todas las necesarias para encarar todas las tareas. Y ahí es precisamente donde tenemos que esforzarnos, en saber cuáles son nuestras habilidades, en saber para qué somos buenos, y también debemos esforzarnos en saber en cuáles actividades podemos ser más productivos.
Este es un tema sobre el que vale la pena reflexionar, lo peor que podemos hacer es pasar por la vida sin tener clara conciencia de cuáles son nuestras fortalezas. Dedicar tiempo a conocernos siempre nos dejará buenos resultados.
Esta publicación la escribo gracias a la invitación que nos deja la amiga @angelica7 en su programa “Encuentro de Talentos”.
Gracias por tu tiempo.
Deepening our inner knowledge is key to advance not only in the world of entrepreneurship but also in any area of life.
Sometimes we doubt our potential. There may be many reasons for this appreciation. Perhaps we had a difficult upbringing, or we developed in a not very nurturing environment, or simply some life circumstances were unfavorable for us. The fact is that at some point we began to believe that we were insufficient, that we did not have what we needed to get ahead.
Until I was sixteen I was quite timid, I shied away from challenges, I thought most things were bigger than me, and in a way I was afraid of life.
At that time I was graduating from high school and there was the difficult moment of choosing what career to study. In my case the alternatives were not many, most of the public universities were closed due to political problems and the only available option was the Pedagogical University of Caracas.
But in those seventies the Pedagogical was a very demanding institution. I knew the experience of a boy who gave me private lessons and who was a primary school teacher. He was studious and quite diligent, but he was very frustrated: he had been trying for three years to enter the Pedagogical School to obtain a teaching degree and he never managed to pass the entrance exams. I thought, if he couldn't get in, I'm not going to get in.
However, I went to take the entrance exams with very low expectations, I was convinced that I was not going to make it. So I warned my mother and told her not to have high expectations.
But on the day of the test, one of those events occurred that mark turning points in life...
When I arrived at the Pedagogical School I didn't know where the tests were, so I asked a rather elderly lady janitor. When I asked her the question, she answered me with another one, she asked me if I was scared. Quite a lot, I answered very sincerely. The lady approached me, put a hand on my shoulder and told me not to worry, to be confident, that I was going to be accepted...
Those words had a deep impact on me, they stayed with me, it seemed incredible to me that a stranger could have so much confidence in my possibilities. That day I received a great lesson.
I took the tests and was accepted, and from that moment on I began to discover that within me there was a series of abilities that were pushing to come out.
My experience at the Pedagogical School was transformative, I came out of there realizing that I had many things to advance in life, perhaps the most valuable was willpower.
On more than one occasion things were difficult, a good part of my classmates were very prepared older people, before them I was just an ignorant boy. But from the first day I decided to shorten the distance that separated us.
I arrived at the Pedagogical School at seven in the morning and left at eleven at night, a day I worked from Monday to Saturday. During that time I spent many hours in the library reading everything that was recommended to me, I attended many activities and participated in as many conversations as I could. After two years my intellectual level grew considerably.
After I graduated, my activity as a Professor gave me the opportunity to manage many work teams. There I also realized that I had the ability to organize people, to find guiding ideas, to focus on issues that others overlooked.
As time went by, I learned to identify my strengths and weaknesses, a step that I consider too important in anyone's life.
We all have some strengths, perhaps not all the necessary ones to face all tasks. And that is precisely where we have to make an effort, in knowing what our skills are, in knowing what we are good at, and we must also make an effort to know in which activities we can be more productive.
This is a subject worth reflecting on, the worst thing we can do is to go through life without being clearly aware of what our strengths are.
I am writing this post thanks to the invitation left to us by our friend @angelica7 in her program "Encuentro de Talentos".
Thanks for your time.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)
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