Cuando Luis decidió montar su pequeño negocio de venta de hamburguesas y perro calientes las cosas no se veían muy bien. Era verdad que sus productos tenían un buen sabor, les agregaba un ingrediente secreto que redefinía el sabor de sus hamburguesas, pero esto no lo sabría el cliente hasta probarlas.
Y allí estaba parte del problema, cómo atraer clientes en un sitio donde había gran competencia, donde vendedores más antiguas tenían ya una clientela cautiva. El tiempo pasaba y el negocio de Luis estaba estancado…
Las cosas comenzaron a cambiar poco antes de la inauguración de un nuevo súper mercado en el sector donde Luis tenía su negocio. Un conocido le dejó saber una información demasiado valiosa, le dijo que la gente del súper mercado tenía previsto montar un pequeño cafetín en sus instalaciones, algo muy sencillo, venta de café, panecillos, y algunos dulces. No habían pensado en ofrecer comida preparada, ni hamburguesas o perros calientes.
Aquella información le prendió las luces a Luis, inmediatamente pensó que si lograba mudar su puesto a un sitio cercano al supermercado, seguramente que podría sacar provecho del mayor número de gente que iba a circular por la zona. Todos saben que mientras más gente haya en circulación más probabilidades hay de hacer alguna venta. Con esa idea en mente comenzó la búsqueda del mejor sitio hasta que dio con él.
A unos cien metros del supermercado estaba un pequeño lote de terreno baldío, en algún tiempo estuvo allí una parada de transporte colectivo, pero con el tiempo la instalación se deterioró y el monte ocupó el lugar de la parada. Luis preguntó por aquí y por allá y alguien le dijo que quizá con el permiso de la organización vecinal del sector pudiera instalar su tráiler en ese espacio. Total, nadie estaba haciendo uso del sitio y si alguien garantizaba que el lugar se mantuviera despejado de maleza y con algo de iluminación seguramente que sería preferible.
La asociación de vecinos le dio el permiso a Luis, le pusieron unas condiciones muy razonables, que mantuviese la zona despejada de malezas, limpia de cualquier tipo de desperdicio y con la mejor iluminación posible.
Nuestro amigo no lo pensó dos veces, lo apostó todo a la nueva ubicación. Pidió un préstamo y comenzó los trabajos de acondicionamiento. Niveló el terreno, fijó unas pequeñas fundaciones para estabilizar el tráiler, cubrió una zona de tierra con grama artificial, levantó una estructura para un techo y contrató un electricista para que le llevara la energía eléctrica desde un poste cercano hasta el tráiler.
Todo ese acondicionamiento lo hizo un equipo de trabajo en tiempo record. El objetivo era tener el tráiler en funcionamiento para el mismo día en que se diera la inauguración del supermercado. De ese modo se aprovecharía todo el despliegue publicitario que la gente del supermercado había hecho por los diferentes medios. Luis sabía que ese día era el más indicado para dar a conocer su negocio, el flujo de gente seguramente que sería mucho más grande que lo habitual. Esa inauguración sería todo un acontecimiento en la zona.
Llegó el día previsto y Luis tenía todo listo. Una buena provisión de insumos, las mesas puestas en su sitio, lo único que podía estorbarle era que lloviera, pero hasta los elementos estuvieron de su parte.
Una buena parte de la gente que iba a la inauguración se detenía en el negocio de Luis, por lo menos para ver lo que ofrecía y enterarse de los precios. En la tarde y la noche la afluencia fue más grande que nunca. Las ventas fueron tan buenas que se acabaron las provisiones. Al día siguiente Luis tuvo que ir al supermercado, a cien metros de distancia, a equiparse para la nueva jornada.
Todo resultó mejor de lo esperado. Aprovechando el boom ahora Luis también está ofreciendo desayunos, comienza su jornada muy temprano y se queda hasta las horas de la noche. Para esa jornada tan extendida ha contratado a dos señoras que lo ayuden. La apuesta le salió bien.
Gracias por tu tiempo.
When Luis decided to start his small business selling hamburgers and hot dogs, things didn't look very promising. It was true that his products tasted good; he added a secret ingredient that redefined the flavor of his hamburgers, but customers wouldn't know this until they tried them.
And there was part of the problem: how to attract customers in a place where there was fierce competition, where older vendors already had a captive clientele. Time passed and Luis's business was stagnant..
Things began to change shortly before the opening of a new supermarket in the area where Luis had his business. An acquaintance let him know some very valuable information: he told him that the supermarket planned to set up a small café on its premises, something very simple, selling coffee, pastries, and some sweets. They had not thought of offering prepared food, hamburgers, or hot dogs.
That information sparked an idea in Luis's mind. He immediately thought that if he could move his stall to a location near the supermarket, he could surely take advantage of the increased number of people passing through the area. Everyone knows that the more people there are around, the more likely it is to make a sale. With that idea in mind, he began searching for the best location until he found it.
About a hundred meters from the supermarket was a small vacant lot. At one time, there had been a public transportation stop there, but over time, the facility deteriorated and weeds took over the site. Luis asked around, and someone told him that with permission from the neighborhood association, he might be able to set up his trailer in that space. After all, no one was using the site, and if someone could guarantee that the place would be kept clear of weeds and have some lighting, it would surely be preferable.
The neighborhood association gave Luis permission, setting some very reasonable conditions: that he keep the area clear of weeds, clean of any type of waste, and with the best possible lighting.
Our friend didn't think twice; he bet everything on the new location. He took out a loan and began the refurbishment work. He leveled the ground, laid small foundations to stabilize the trailer, covered an area of land with artificial grass, erected a structure for a roof, and hired an electrician to bring electricity from a nearby pole to the trailer.
All of this work was done by a team in record time. The goal was to have the trailer up and running by the day of the supermarket's grand opening. That way, they could take advantage of all the publicity that the supermarket had generated through various media outlets. Luis knew that this was the best day to promote his business, as the flow of people would surely be much greater than usual. The opening would be a major event in the area.
The big day arrived, and Luis had everything ready. He had a good supply of goods and the tables were in place. The only thing that could get in his way was rain, but even the weather was on his side.
Many of the people who attended the opening stopped by Luis's business, at least to see what he had to offer and find out the prices. In the afternoon and evening, the turnout was greater than ever. Sales were so good that he ran out of supplies. The next day, Luis had to go to the supermarket, a hundred meters away, to stock up for the new day.
Everything turned out better than expected. Taking advantage of the boom, Luis is now also offering breakfast, starting his day very early and staying until late at night. For such a long day, he has hired two women to help him. His gamble paid off.
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version).
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