Saludos. El amigo @emiliorios nos invita en su iniciativa para la comunidad Be entrepreneur a expresar nuestra experiencia sobre el tema de los socios y las sociedades. Les comento…
Mi experiencia como emprendedor es relativamente pequeña, no son muchas las iniciativas que tengo en mi haber. Durante la mayor parte de mi vida mantuve la mentalidad del funcionario, trabajé en el área educativa y allí me jubilé. Sin embargo, un conjunto de circunstancias prácticamente me obligaron a explorar el mundo del emprendimiento. Allí he tenido varias experiencias en las que la sociedad con terceros no ha sido muy exitosa.
A finales del dos mil diecisiete la situación económica de mi país, Venezuela, comenzó a ponerse más difícil de lo habitual, la inflación y la devaluación volvían sal y agua los ingresos.
En un contexto como ese cualquier posibilidad de generar ingresos es bienvenida. Fue así como acepte a la invitación a montar con dos amigos una empresa de asesorías académicas. Los tres habíamos sido profesores de pregrado y posgrado y teníamos las competencias necesarias para incursionar en el área de las asesorías.
Al principio habíamos convenido que nuestro trabajo sería presencial. Cada uno, de acuerdo a su área de competencia, se encargaría de asesorar un pequeño grupo de tesistas.
El trabajo básicamente era acompañar, orientar y revisar los avances que presentaran los asesorados y encontrar la mejor forma para que los estudiantes pudieran aclarar sus ideas hasta poder desarrollar el trabajo que tenían en mente. Claro que aquí la experiencia de nosotros como tutores era fundamental porque podíamos hacer que los estudiantes pusieran los pies en la tierra y de ese modo hacer la investigación que estuviera al alcance de sus posibilidades.
Durante casi año y medio las cosas funcionaron bastante bien, se había respetado el convenio de asistir cara a cara a los estudiantes y cada uno trabajaba en aquello en lo que se sentía más preparado.
Sin embargo, en algún momento los otros socios conversaron algo sin que yo participara. Un buen día comenzaron a cambiar las condiciones que habíamos establecido al inicio…
El trabajo de asesoría cara a cara comenzó a reducirse drásticamente y en su lugar comenzaron a llegar peticiones de trabajos de todo tipo, la mayoría de ellos mandados a hacer por estudiantes anónimos que usaban los servicios de internet para resolver sus problemas académicos.
Los socios de pronto me pedían que escribiera un marco teórico o desarrollara planteamientos de problemas sobre temas de economía, derecho, antropología, y hasta de ingeniería, casi que de cualquier tema.
Aquello me incomodó bastante y pronto me di cuenta que nuestra empresa, aún cuando mantenía el nombre de asesoría, se había ido convirtiendo en una fábrica de trabajos de grado, mandados a hacer por estudiantes que no tenían ningún compromiso, no les interesaba investigar, no les interesaba aprender, y solo querían salir del paso.
Conversé con los socios, les plantee mi preocupación y sobre todo mi malestar por estar participando de una situación completamente reñida con nuestra ética como educadores. La respuesta de ellos fue pragmática, me dijeron que hacer esos trabajos por encargo era mucho más rentable que continuar con las asesorías.
Al igual que ellos yo también necesitaba el dinero, pero mi conciencia pudo más que la necesidad. Así que les participé que ya no continuaría trabajando con ellos. Esa sociedad no pudo continuar.
Establecer una sociedad exitosa es algo realmente difícil, se necesitan armonizar demasiadas cosas.
En ocasiones se juntan dos personas porque una tiene lo que otra necesita, por ejemplo, uno tiene el conocimiento, las ideas y el otro el dinero para ponerlas en marcha.
En principio eso pudiera dar paso a una relación ganar-ganar. Sin embargo, suele ocurrir que una vez que el negocio comienza a caminar alguno de los socios considera que está haciendo un esfuerzo mayor y por lo tanto merece mayores beneficios.
Y aquí no se trata solamente de dejar todo por escrito para que quede constancia de los términos de la negociación y que cada cual sepa cuanto le corresponde de las ganancias.
Lo que más pesa en estos casos es el deseo de posesión, la ambición y las ganas de tener más. Y esos comportamientos generalmente van apareciendo sobre la marcha. No es fácil anticipar que una persona va a salir con estas cosas.
Mi recomendación es que traten de conocer lo más que puedan a las personas con las que piensan establecer sociedades. Pero deben tener claro que el éxito de esa sociedad depende de muchas variables. Y la ambición de las personas a veces está agazapada por ahí, medio oculta, hasta que encuentra el momento oportuno para manifestarse.
Gracias por tu tiempo.
Fuente de las imágenes. I II III
Imágenes editadas con Photoshop.
Greetings. The friend @emiliorios invites us in his initiative for the Be entrepreneur community to express our experience on the subject of partners and partnerships. Let me tell you...
My experience as an entrepreneur is relatively small, I don't have many initiatives under my belt. For most of my life I kept the mentality of a civil servant, I worked in the educational area and I retired there. However, a set of circumstances practically forced me to explore the world of entrepreneurship. There I have had several experiences in which the partnership with third parties has not been very successful.
At the end of two thousand seventeen the economic situation in my country, Venezuela, began to become more difficult than usual, inflation and devaluation turned income into salt and water.
In such a context, any possibility to generate income is welcome. That is how I accepted the invitation to set up an academic consulting company with two friends. All three of us had been undergraduate and graduate professors and had the necessary skills to venture into the consulting area.
At the beginning we had agreed that our work would be face-to-face. Each one of us, according to our area of competence, would be in charge of advising a small group of thesis students.
The work was basically to accompany, guide and review the progress presented by the students and find the best way for the students to clarify their ideas until they were able to develop the work they had in mind. Of course, here the experience of us as tutors was fundamental because we could make the students put their feet on the ground and thus do the research that was within their reach.
For almost a year and a half things worked quite well, the agreement of assisting the students face to face had been respected and each one worked on what he/she felt more prepared for.
However, at some point the other partners discussed something without my participation. One day the conditions we had established at the beginning began to change...
The face-to-face consulting work began to be drastically reduced and in its place began to come requests for jobs of all kinds, most of them from They were sent to me by anonymous students who used internet services to solve their academic problems.
The partners would suddenly ask me to write a theoretical framework or develop problem statements on economics, law, anthropology, and even engineering, almost any subject.
That made me very uncomfortable and I soon realized that our company, even though it kept the name of consulting, had been turning into a factory of degree works, sent to be done by students who had no commitment, were not interested in research, were not interested in learning, and just wanted to get by.
I spoke with the partners, I raised my concern and above all my discomfort at being involved in a situation that was completely at odds with our ethics as educators. Their response was pragmatic, they told me that doing this work on demand was much more profitable than continuing with the consultancies.
Like them, I also needed the money, but my conscience overcame my need. So I told them that I would no longer continue working with them. That partnership could not continue.
Establishing a successful partnership is really difficult, too many things need to be harmonized.
Sometimes two people come together because one has what the other needs, for example, one has the knowledge, the ideas and the other has the money to implement them.
In principle, this could lead to a win-win relationship. However, it often happens that once the business is underway, one of the partners considers that he or she is making a greater effort and therefore deserves greater benefits.
And here it is not only a matter of putting everything in writing so that the terms of the negotiation are on record and so that each one knows how much of the profits corresponds to him.
What weighs most in these cases is the desire for possession, ambition and the desire to have more. And these behaviors generally appear on the fly. It is not easy to anticipate that a person is going to come out with these things.
My recommendation is that you try to get to know as much as you can about the people with whom you plan to establish partnerships. But you should be clear that the success of that partnership depends on many variables. And the ambition of the people sometimes it lurks around, half hidden, until it finds the right moment to manifest itself.
Thank you for your time.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)
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