Hello lovers of black and white, and natural scenery. A few months ago, while on vacation in San Diego, Pinar del Rio, we visited La Guira National Park. I had never been there before and I really liked the brief time we spent there. We visited it a little late and a tremendous downpour was beginning to fall. At that time, 5:00 pm all the services, or the few that there were, were already closed, so there was no guided tour and we walked around the site a little by intuition. It was a hacienda owned by a lawyer and diplomat named José Manuel Cortina and he built it in 1920. Many people still call this place Hacienda Cortina.
It is a beautiful promenade with several intermingled sculptures of European and Chinese culture. Also surrounding the promenade are some very nice wooden houses. Despite the rain we were able to see the inside of one of them and it is extremely comfortable, all wood, raised on stilts, with its original carpet. Very cozy indeed. They call it the Red House. We also saw other elements, a bell at the entrance of the promenade on the way to the Hacienda, the original house of Jose Manuel Cortina, along with several Greek-Roman style sculptures along the promenade. Unfortunately we arrived late and it was pouring rain. One good thing the wind and rain did bring, the mangoes. At the edge of the street a large number of delicious mangoes had just fallen, and since there were no visitors at that hour they were all for us. What tasty and sweet mangoes, nothing like the ones they sell in the capital. It was a visit of few sights and many mangos, undoubtedly a singular walk. With these images I want to enter the daily challenge #monomad. See you!
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Hola amantes del blanco y negro, y del paisaje natural. Hace unos meses atrás, estando de vacaciones en San Diego, Pinar del Río, visitamos el Parque Nacional La Güira. Nunca había estado allí y la verdad me gustó mucho el breve momento que estuvimos en ese lugar. Lo visitamos un poco tarde y comenzando a caer tremendo aguacero. A esa hora ya, 5:00 pm todos los servicios, o los pocos que habían, ya estaban cerrados, por eso no hubo visita guiada y recorrimos un poco el sitio por intuición. Era una hacienda de un abogado y diplomático llamado José Manuel Cortina y la edificó en 1920. Mucha gente nombra ese lugar todavía como la Hacienda Cortina. Es un hermoso paseo con varias esculturas entremezcladas de la cultura europea y china. También rodean el paseo algunas casas de madera muy agradables. A pesar de la lluvia pudimos ver el interior de una de ellas y es sumamente confortable, toda de madera, elevada en pilotes, con su alfombra original. Muy acogedora en verdad. La llaman la Casa Roja. También vimos otros elementos, una campana en la entrada del paseo camino a la Hacienda, la casa original de José Manuel Cortina, junto a varias esculturas de estilo griego-romano a lo largo del paseo. Lamentable que llegamos tarde y estaba lloviendo a cántaros. Una cosa buena si trajo el viento y la lluvia, los mangos. A la orilla de la calle estaban acabados de caer una gran cantidad de exquisitos mangos, y al no haber visitantes a esa hora eran todos para nosotros. ¡Qué mangos más sabrosos y dulces, nada parecido a los que venden en la capital. Fue una visita de pocas vistas y muchos mangos, sin dudas una paseo singular. Con estas imágenes quiero hacer entrada al reto diario #monomad. ¡Nos vemos!
Both the text and the images are of my authorship. Text translated by DeepL, my native language is Spanish. Nikon D5100 camera.