hello!
The energy at this corporate year-end party was something else. Among music, laughter, and drinks, there was a moment that stole the show: the 360° video booth. You know the one—where you step on a platform and the camera spins around you while you strike a pose or bust a move. It was the perfect excuse to let loose and take home a memory that felt like a music video.
La vibra en esa fiesta fue demasiado buena. Cada quien tenía su estilo para bailar, y cuando llegaba el turno de pararse en la tarima del video 360, era como si se transformaran en artistas de videoclip. Gente que normalmente ves seria en la oficina, aquí andaba echando broma, moviéndose con flow, y pasándola genial mientras todo quedaba grabado.
What made it more special was the spontaneity—everyone wanted their turn. Some danced solo, others se armaban en pareja o en grupo, and a few dared to bring props and make it extra. That 360° camera didn’t just capture movements, it caught the spirit of a team that knows how to work hard and party harder.
Lo mejor fue que nadie se quedó por fuera. Los tímidos se animaron, los creativos sacaron todo su repertorio, y los jefes… bueno, esos fueron los que más gozaron. Fue una noche donde el lente giró, pero lo que quedó fue la alegría girando entre todos.
Photographer: Arturo Nahmens