Quise realizar este vídeo muchas veces y no encontraba la manera, ni el tiempo.
Al principio quise publicarlo el 10 de septiembre, que fue el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, pero por compromisos académicos no se pudo. Sin embargo, ese día entregué un reportaje del tema y bien que aprendí muchísimo.
Confieso que había perdido las ganas de hablar del tema, el día ya había pasado y aunque sigo formándome para ser vocera de la importancia de la salud mental, admito que pensé en dejarlo pasar.
Además ¿Qué más podía aportar que no se haya dicho? La verdad no mucho, pero luego como una especie de revelación llegó a mí, comencé a hablarles a personas cercanas sobre mi experiencia hablando con psicólogos, médicos y una artista que tenían mucho que decir.
Luego, me di un empujón a mí misma y dije: ¡Voy a hablar!, porque no es como si el problema solo estuviera una vez al año como fecha festiva, tampoco creo que tengamos suficientes voceros, cuando muchos aún se hayan en un abismo, pensando que no hay razón para vivir.
Lo cierto, es que hoy cuento mi versión de la historia desde la experiencia y espero que el universo me de las palabras correctas para poder dar a entender lo que mi corazón grita.
Hablar para prevenir
Moda o no, la salud mental ha tomado espacios, quizás la nueva era ya toma el tema como lo que es “una rutinaria situación de salud”, y la verdad es que no me molesta cada vez se sumen más a hablar de temas como ansiedad, trastornos alimenticios, depresión y el temible suicidio.
Mi problema está cuando se toma a la ligera, se asumen absolutos y todos quieren ser expertos, cuando tu y yo sabemos que hay gente lo bastante capacitada a nivel académico para hablar del tema, se pierde la empatía y los afectados no se sienten comprendidos, sino juzgados.
Me dirán: ¡Oye Génesis es que la gente exagera! Y allí está lo primero que aprendí en mi reportaje, no debemos ignorar las señales de alarma ni menospreciar el sentir de otro.
Tu experiencia puede ser inspiración o castigo, si no se expone con las palabras correctas.
Todos nos equivocamos sí, pero asumir que otros “exageran” o decir con soberbia: “yo la pase peor y estoy bien”, no contribuye en nada.
Esto no es una competencia, se trata de humanizar nuestro corazón y forjar empatía.
¿Qué hacer?
Cuando realicé el reportaje estuve leyendo, indagando y cuando fui al psicólogo, lo primero que pregunté fue: ¿Qué hacer si alguien me dice que quiere suicidarse?
Aunque no me ha sucedido, soy del tipo que no tomaría a la ligera una declaración así, también soy consciente que la mente humana es compleja y no puedes ayudar a quien no lo desea, pero la psicóloga me afirmó que la “escucha activa” es un buen método de acompañamiento, sin embargo, no reemplaza el especialista.
Quien comparte pensamientos tan drásticos, normalmente tiene mucho con que lidiar, no basta con un “todo va estar bien”, pero hacerle sentir que estamos allí tiene efectos positivos, se trata de crear un momento para esa persona, donde solo somos una casilla para depositar lo que quiera compartir.
Mi mensaje
Hablemos de temas complejos como el suicidio, con propiedad, criterio y responsabilidad correspondiente, entendiendo que los psicólogos son la primera línea capacitada de apoyo a quienes piensan en cometer ese acto, así que pensemos antes de hablar.
Por otro lado, para quienes se sientes abrumados por sus demonios quiero decirles que: “no están solos, los propósitos de vida de cada persona se forjan de acuerdo a tantos factores, que estoy segura que tienes buenas razones para sentirte como lo haces ahora, sin embargo, recuerda que todo es transitorio y en el fondo de tu ser, seguro hay algo por lo que aún debes seguir de pie (aunque aún no te des cuenta)”.
Un abrazo a todos
I wanted to make this video many times and could not find the way, nor the time.
At first I wanted to publish it on September 10, which was the World Suicide Prevention Day, but due to academic commitments it was not possible. However, that day I delivered a report on the subject and I learned a lot.
I confess that I had lost the desire to talk about the topic, the day had already passed and although I am still training to be a spokesperson for the importance of mental health, I admit that I thought about letting it go.
Besides, what else could I contribute that hadn't been said? Truthfully not much, but then as a sort of revelation came to me, I started telling people close to me about my experience by talking to psychologists, doctors and an artist who had a lot to say.
Then, I gave myself a push and said: I'm going to talk, because it is not as if the problem is only once a year as a holiday, nor do I think we have enough spokespeople, when many are still in an abyss, thinking that there is no reason to live.
The truth is that today I tell my version of the story from experience and I hope that the universe gives me the right words to be able to understand what my heart cries out.
Talking to prevent
Fashion or not, mental health has taken spaces, perhaps the new era already takes the subject as what it is “a routine health situation”, and the truth is that it does not bother me more and more to talk about issues such as anxiety, eating disorders, depression and the dreaded suicide.
My problem is when it is taken lightly, absolutes are assumed and everyone wants to be an expert, when you and I know that there are people qualified enough at the academic level to talk about the subject, empathy is lost and those affected do not feel understood, but judged.
They will say to me: Hey Genesis, people exaggerate! And there is the first thing I learned in my report, we should not ignore the warning signs or belittle the feelings of others.
Your experience can be inspiration or punishment, if not stated in the right words.
We all make mistakes, yes, but assuming that others are “exaggerating” or arrogantly saying: “I had a worse time and I'm fine”, does not contribute anything.
This is not a competition, it is about humanizing our heart and forging empathy.
What to do?
When I did the report, I was reading, researching and when I went to the psychologist, the first thing I asked was: What to do if someone tells me they want to commit suicide?
Although it has not happened to me, I am the type who would not take lightly such a statement, I am also aware that the human mind is complex and you cannot help someone who does not want it, but the psychologist told me that “active listening” is a good method of accompaniment, however, it does not replace the specialist.
Whoever shares such drastic thoughts, usually has a lot to deal with, it is not enough with a “everything will be fine”, but making him/her feel that we are there has positive effects, it is about creating a moment for that person, where we are just a box to deposit what he/she wants to share.
My message
Let's talk about complex issues such as suicide, with propriety, criteria and corresponding responsibility, understanding that psychologists are the first line of support for those who think about committing this act, so let's think before we talk.
On the other hand, for those who feel overwhelmed by their demons I want to tell you that: “you are not alone, the life purposes of each person are forged according to so many factors, I'm sure you have good reasons to feel as you do now, however, remember that everything is transitory and deep inside you, surely there is something for which you must still be standing (even if you don't realize it yet)”.
A hug to all
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Diseño y edición realizados en Canva y Capcut.
Fotografías de mi propiedad tomadas con Infinix Note 40.
La traducción se realizó con DeepL.
Musica libre de derechos de autor en Pixabay.
Design and editing done in Canva and Capcut.
Photographs of my property taken with Infinix Note 40.
Translation done with DeepL.
Royalty-free music at Pixabay.
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