The moment has come to begin the descent… and honestly, I’m taking one last deep breath to capture it all. The views on the way down are just as magical as the ones from the top. Rolling hills covered in green, the morning mist still hugging the trees, and—way in the distance—a beautiful lake shining under the soft light of the sun.
This experience has been unforgettable. Every step I take feels like I’m walking through a painting. It’s so peaceful and full of life at the same time. That little lake in the background looks like a hidden gem, and I can’t stop admiring how nature puts on such a show with no effort at all.
I leave this mountain with my heart full and my soul refreshed. If you ever get the chance to come up here, don’t hesitate—it’s worth every second. And yes, I took lots of photos to remember it all, and of course, to share a piece of it with you 🤍
Ha llegado el momento de comenzar a bajar… y de verdad, estoy respirando hondo para guardar todo esto en mi memoria. Las vistas al descender son igual de mágicas que desde la cima. Colinas verdes que se extienden sin fin, neblina abrazando los árboles, y a lo lejos… un lago precioso brillando bajo la luz suave del sol.
Ha sido una experiencia inolvidable. Cada paso se siente como caminar dentro de una pintura. Hay tanta paz, pero a la vez tanta vida. Ese laguito en el fondo parece un tesoro escondido, y no dejo de pensar en lo increíble que es la naturaleza, regalándonos paisajes así sin pedir nada a cambio.
Me voy de esta montaña con el corazón lleno y el alma renovada. Si alguna vez tienen la oportunidad de venir, no lo duden… vale completamente la pena. Y claro, tomé muchas fotitos para guardar el recuerdo y compartirles un pedacito de esta maravilla 🤍!