Desde hace algunos años vengo viendo videos de personas en todo el mundo que pasan buenos ratos explorando diferentes lugares en búsqueda de tesoros usando detectores de metales. Es por esto que cuando tuve la oportunidad de comprar un detector de metales de segunda mano, no lo dudé.
Sin tener conocimientos reales al respecto y con la ayuda del manual de uso del detector, este fin de semana pude realizar mi primera incursión para aprender a usarlo.
Fuimos a pasear a un parque público ubicado en La Floresta, en la ciudad de Caracas llamado Parque Aruflo, un lugar muy agradable, abierto, con caminerías y bastantes árboles.
Puse a prueba mi detector de metales por primera vez. Éste es un Quest X5, catalogado como un detector de nivel intermedio con prestaciones profesionales pero de menor alcance.
Ya que era una salida familiar, conté con buena compañía para ayudarme a excavar. Ya que no tengo aún una pala, excavamos con lo que encontramos, pedazos de ramas y otros elementos.
Al principio nos daba un poco de pena porque la gente se nos que daba viendo como si estuviéramos locos, pero luego muchas personas se acercaban a ver y a hacer preguntas. Eso estuvo muy chévere y nos ayudó a relajarnos y a pasarla aún mejor.
Así luce la bobina del detector de metales. Realmente no es muy grande pero hace bien su trabajo, dio buenas y acertadas señales que nos ayudaron a encontrar algunos elementos, de los cuales pudimos obtener solo los que estaban muy cerca de la superficie.
Lo primero que encontramos fue un par de anillas de latas de aluminio, seguramente de refrescos. Luego conseguimos una moneda. Lo interesante del caso es que no era una moneda de Venezuela, si no una moneda de USA. One dime... una moneda de 10 centavos de dólar del año 1995
La verdad es que fue un buen paseo y nos divertimos bastante. Estoy seguro de que con una pala podremos encontrar aún más tesoros en una próxima oportunidad.
¡Espero que les haya gustado este post y si están en Caracas y quieren participar en una búsqueda de tesoros, me avisan!