A few years ago, he was just a kid sitting beside me, curious about the music I played. Eight years old, wide-eyed, soaking in every note. I didn’t notice when music became more than background for him—it became his language. Time passed. I didn’t see him for a while. And then one day, he showed up with a drum kit and asked to keep it at my house.
Of course I said yes. And without realizing it, I returned to the instrument that watched me grow—the drums, my first love. Circumstances once forced me to let mine go… career paths, academic constraints. I never formally studied percussion, and that was enough to push me into other instruments, ones I appreciated but never fully replaced what rhythm meant to me.
Now I sit beside his kit. Practicing again. Healing a musical wound I didn’t know was still open.
He’s 14 now. Has a band. A dream. A name: Phoenix Flame. They want to write their own songs, and they’re already walking the path with confidence.
Maybe the drums didn’t leave me. They were just waiting. First in my hands, now in his. We’re both part of the rhythm again. 🥁❤️
(Translated by Copilot)
Renace la llama
🥁 Hace unos años, él solo era un niño sentado a mi lado, curioso por la música que yo escuchaba. Tenía ocho años, ojos grandes, absorbiendo cada nota. No me di cuenta cuándo la música dejó de ser fondo y se volvió su idioma. El tiempo pasó. Dejé de verlo por un buen rato. Y entonces, un día, apareció con una batería bajo el brazo, pidiéndome que la guardara en mi casa.
Por supuesto que le dije que sí. Y sin buscarlo, volví al instrumento que me vio nacer—la batería, mi primer amor. Por circunstancias ajenas a mí, tuve que dejar la mía atrás… la carrera universitaria, las exigencias académicas. Nunca estudié percusión formalmente, y eso me empujó hacia otros instrumentos que también me gustaban, pero nunca ocuparon el mismo lugar.
Ahora practico a su lado. Vuelvo a tocar. Vuelvo a sanar algo que creí haber superado.
Él tiene 14 años. Tiene banda. Tiene sueños. Tiene nombre: Phoenix Flame. Quieren escribir sus propias canciones y ya caminan con paso firme.
Tal vez la batería nunca se fue. Solo esperaba. Primero en mis manos, ahora en las de él. Estamos otra vez dentro del ritmo. 🥁❤️
(Traducido por Copilot)