


Hoy fue uno de esos días perfectos donde la búsqueda nos llevó a un hallazgo inesperado. Salí con mi esposo en la misión de encontrar el lugar ideal para unas tomas de fotos, y la naturaleza nos sorprendió con árboles de flores amarillas. Cada flore parecía irradiar alegría, y poder capturar un pedacito de esa belleza junto al amor de mi vida es un recuerdo que atesoraremos por siempre. Definitivamente, un día para enmarcar.