




Hace un par de semana tuve el placer de crear una ruleta de figuras geométricas para la hija de una clienta, una pequeña de primer grado. Fue un proyecto con un propósito claro: hacer del aprendizaje algo divertido y tangible.
Desde el diseño hasta el ensamblaje, puse especial cuidado en cada detalle. Quería que la ruleta no solo fuera educativa, sino también visualmente atractiva, con colores vibrantes y figuras bien definidas que la niña pudiera identificar fácilmente. Fue muy gratificante ver el resultado final: una herramienta didáctica robusta y colorida, lista para ayudar en su aprendizaje.
Este tipo de encargos me recuerdan lo valioso que es usar cada una de las habilidades manuales para apoyar la educación, haciendo que el camino del conocimiento sea más interactivo y ameno para los más pequeños. Me encantó poder contribuir al aprendizaje de una manera tan creativa.