Hola mis queridos amigos lectores y emprendedores, espero que estén bien y que tengan una hermosa semana cargada de alegría y bendiciones para todos ustedes. Hoy quiero compartir una experiencia que me ocurrió este martes. Más que una experiencia pues fue algo que era necesario hacerlo por mi salud y mi bienestar a nivel bucal.
Hace ya unos meses venía con un dolor en la parte posterior de mis arcadas, que me causaban mucha incomodidad y es que realmente eran un dolor de cabeza, ya que sentía como me apretaban y me molestaban cada vez más, hasta que llegó un punto en dónde simplemente dije " okey, tengo que abordar este pequeño pero gran problema" .
Muchas veces cuando la causa que nos genera un problema es interno y pensamos que no nos puede hacer daño , no le damos importancia. Ya sea porque no vemos la raíz del problema, no vemos su evolución o no es de gran importancia a nivel de nuestro conocimiento hasta el momento en que el daño o ya está hecho o está comenzando a generarse.
Hace unas semanas me tomé una panorámica, para observar internamente mi dentadura, y pues obviamente me encontré con las causantes de mis dolores de cabeza, las famosas y mejores conocidas como las muelas del juicio o en otras palabras terceros molares/ cordales. Hablé con un odontólogo general el cuál me remitió hacía un maxilofacial con un nivel de capacitación para este tipo de cirugías.
Sin darle muchas vueltas al asunto, gracias a mi papá y mis tíos que me apoyaron económicamente, pude dar inicio a esta cirugía dónde todo gracias a Dios salió muy bien. Me felicitaron por mi comportamiento y cooperación. Aunque no puedo mentir, la verdad si estaba nerviosa, internamente pero si lo estaba.
Algo que pues, es normal. Somos seres humanos y es parte de nosotros sentir nervios. La extracción duró 40 minutos aproximadamente, me retiré las 4 cordales y ya dentro de una semana tengo que ir a qué me revisen y me digan cómo va el proceso de recuperación. Hasta los momentos la verdad solamente siento un poco de malestar y no es algo del otro mundo.
Me siento feliz por ya no estar pasando por esos dolores tan insoportables y poder estar más tranquila. Fue mas rápido, tranquilo y menos doloroso de lo que pensé. Lo que confirma que a veces le tenemos miedo a algunos procedimientos y al momento de hacerlo termina siendo todo lo contrario a lo que pensábamos.
Por ello , creo que es importante escuchar a tu cuerpo cuando te habla o te da señales sin importar y sin escuchar lo que digan los demás . Muchas personas me decían " te va a doler ." Eso es horrible, es un procedimiento muy doloroso" y la verdad es que nos dejamos llevar tanto por lo que nos dicen los demás que terminamos perjudicandonos a nosotros mismos solamente por posponer ese procedimiento que al final no era nada grave y que es el que nos va a evitar molestias y problemas a nivel de nuestro bienestar.
English version
Hello my dear readers and entrepreneurs, I hope you are well and that you all have a wonderful week filled with joy and blessings. Today I want to share an experience that happened to me this Tuesday. More than an experience, it was something that needed to be done for my oral health and well-being.
For a few months now, I've been experiencing pain in the back of my mouth, which caused me a lot of discomfort and was actually a headache. I felt like they were pressing and bothering me more and more, until I reached a point where I simply said, "Okay, I have to address this small but big problem."
Many times when the cause of a problem is internal and we think it can't harm us, we don't give it any importance. Either because we don't see the root of the problem, we don't see its evolution, or it isn't of great importance in terms of our understanding, until the moment when the damage is either already done or is just beginning to occur.
A few weeks ago, I had a panoramic photo taken to examine my teeth internally, and obviously, I found the cause of my headaches: the famous and better known wisdom teeth, or third molars. I spoke with a general dentist who referred me to a maxillofacial surgeon with a level of training in this type of surgery.
Without giving it much thought, thanks to my father and uncles, who supported me financially, I was able to begin this surgery, where, thank God, everything went very well. They congratulated me on my behavior and cooperation. Although I can't lie, the truth is I was nervous, internally, but I was.
Which is normal. We are human beings, and it's part of us to feel nervous. The extraction lasted approximately 40 minutes. I had all four wisdom teeth removed, and in a week I have to go in for a checkup to find out how the recovery process is going. So far, I'm just feeling a little unwell, and it's nothing out of the ordinary.
I feel happy to no longer be going through that unbearable pain and to be able to relax. It was faster, calmer, and less painful than I thought. This confirms that sometimes we are afraid of certain procedures, and when it comes time to do them, they end up being the complete opposite of what we thought.
That's why I think it's important to listen to your body when it speaks to you or gives you signals, regardless of what others say. Many people told me, "It's going to hurt." That's horrible; it's a very painful procedure. The truth is, we get so carried away by what others tell us that we end up harming ourselves just by postponing a procedure that, in the end, wasn't serious and is the one that will save us discomfort and problems in terms of our well-being.