I begin this publication with the understanding that life is full of changing people, with their own opinions as stories and experiences that can only be of the person, as a unique being and different from any other, both genetically and visually.
Now that I understand the context, I want to use this publication to let you know through pictures and screenshots, how my week at the virtual university has been to some degree.
The first feeling I felt when I found out that the classes would be virtual was of happiness and joy, after starting I realized that really what I thought was a benefit to save both on fares and labor or sacrifices to ride a transportation service such as the Caracas subway or buses full of people by the rush hour of entry and exit of staff, would be rather a real blessing.
You see, in the images I show you can see that virtual classes are sometimes given through the Telegram platform and others through WHATSAPP and Google Meet. The stress factor appears when students find out that the established schedules do not really exist, because being virtual, the student must always do research, consultations and participations until the course is completed.
In other words, 24/7 classes with no established schedule.
Another factor to take into account is that notebooks and white sheets are still leading as a fundamental study tool; an example of this, as you can see, are all the notes I make using this tool for the organization of ideas as well as for the most important notes of each subject.
Since the tangible has multiple ways of being used, even greater than certain digital tools. Even so, I do not discard with the progressive advance of the technologies the exit and innovation of new tools.
SPANISH VERSIÓN
Comienzo esta publicación dando a entender que la vida está llena de personas cambiantes, con opiniones propias como historias y vivencias que solo pueden ser de la persona, como ser único y diferente de cualquier otro, tanto genéticamente como de manera visual.
Ahora bien, ya entendido el contexto, quiero utilizar esta publicación para dar a conocer por medio de fotografías y captures de pantalla, como ha sido en cierto grado mi semana en la universidad de modalidad virtual.
El primer sentimiento que sentí al enterarme de que las clases serían virtuales fue de felicidad y alegría, luego de comenzar me di cuenta de que realmente lo que pensé que era un beneficio por ahorrar tanto en pasaje como las labores o sacrificios por montarme en un servicio de transporte como el metro de caracas o en autobuses repletos de gente por la hora pico de entrada y salida de personal, sería más bien una verdadera bendición.
Verán, en las imágenes que les muestro podrán observar que las clases virtuales a veces se dan por la plataforma de Telegram y otras tanto por WHATSAPP como por Google Meet. El factor estrés aparece cuando los estudiantes nos enteramos de que los horarios establecidos realmente no existen, pues al ser virtuales siempre el estudiante debe hacer investigaciones, consultas y participaciones hasta que sea culminado el curso.
Es decir, clases 24/7 sin horario establecido.
Otro factor a tomar en cuenta es que realmente los cuadernos y las hojas blancas todavía siguen liderando como herramienta fundamental del estudio; ejemplo de ello, como podrán ver, son todas las anotaciones que hago utilizando esta herramienta para la organización de ideas como para las anotaciones más importantes de cada materia.
Puesto que lo tangible tiene múltiples formas de ser utilizado, aun mayores a ciertas herramientas digitales. Aun así, no descarto con la avanzada progresista de las tecnologías la salida e innovación de nuevas herramientas.