






Un cafecito en familia, ya sea en casa o en alguna cafetería, es un momento especial. Uno de mis momentos favoritos del mes de julio fue esta salida en familia y aunque los canolis fueron un poco decepcionantes, el café estaba rico y la compañía aún mejor.
Descubrimos de casualidad este lugarcito muy cerca de casa en dónde nos refugiamos del frío para tomar un rico café con leche y compartir una degustación de canolis. Venían rellenos de pistacho, chocolate y crema pastelera clásica. Las cremas tenían buena textura y sabor, pero los canolis estaban duros, pero no crocantes, estaban duros como un pan viejo. Una decepción.
El lugar es una pizzería, pero también sirven meriendas y café, tienen una atención muy amable y rápida, además de que el café estaba delicioso y cremoso. Quizá la desventura de los canolis fue un evento desafortunado, un mal día para el repostero o alguien que falló intentando salvar el día, pero con tantos puntos a favor seguro repetiremos la visita cuando el presupuesto lo permita.
Julio fue un mes lleno de cumpleaños familiares y aniversarios, de fechas para compartir y abrazar a nuestros seres queridos. Tuvimos visitas inesperadas, encuentros y buenas noticias, aunque también algunas malas porque la vida es un rompecabezas con piezas de todos los colores, de los que nos gustan y de los que no.
Empezamos agosto con los buenos recuerdos, agradecidos y con el corazón abierto para recibir lo que el destino nos tenga preparado, mientras agendamos espacios para construir otra montaña de buenos recuerdos.
Fotografías de mi propiedad
English version
A family coffee, whether at home or in a café, is a special moment. One of my favorite moments of July was this family outing, and although the cannoli were a bit disappointing, the coffee was delicious and the company was even better.
We discovered this little place by chance very close to home where we took refuge from the cold to have a delicious café con leche and share a cannoli tasting. They were filled with pistachio, chocolate, and classic pastry cream. The creams had a good texture and flavor, but the cannoli were hard, but not crispy; they were as stale as bread. A disappointment.
The place is a pizzeria, but they also serve snacks and coffee. The service was very friendly and prompt, and the coffee was delicious and creamy. Perhaps the cannoli misfortune was an unfortunate event, a bad day for the baker, or someone who failed to save the day, but with so many positive points, we'll definitely repeat the visit when the budget allows.
July was a month full of family birthdays and anniversaries, of times to share and hug our loved ones. We had unexpected visitors, reunions, and good news, but also some bad news, because life is a puzzle with pieces of all colors, both those we like and those we don't.
We started August with good memories, grateful and with an open heart to receive whatever destiny has in store for us, while we schedule time to build another mountain of good memories.
Photographs my own