





It is traditionally cooked in a clay pan, under a wood fire, stirring constantly with a paddle or large wooden spoon, until the water is reduced and it concentrates into a moldable paste. Some people prefer not to add other ingredients and leave it as it is, while others choose to mix it with different flavors, such as preserves or guava or orange marmalade, among others. There are also those who combine it with chocolate syrup. However, traditional dulce de leche is made only with its two basic elements. The characteristic flavor is impregnated by the materials used and the cooking process itself.
Returning to the main topic -my craving for dulce de leche- I went to buy it at the bakery near my house. There the cashier, very kindly, showed me the variety of presentations of the candy she had for sale. However, the prices did not fit my budget, since it was a Dulce de Leche de Cabra in a more elaborate version, with a packaging of a well known commercial brand in the city; which gives it a certain prestige and, therefore, a higher cost.
So I left the bakery for a moment and remembered that in the Passenger Terminal, for travelers and visitors, different national and regional products are offered, including the traditional Dulce de Leche de Cabra. I approached one of the merchants and found two presentations of the traditional sweet: a long one and a square one well packaged. When I asked about the prices, the seller told me that the unpackaged presentation was a little cheaper than the packaged one, since the latter belongs to a commercial company that has been in the market for many years, being promoted and exported nationally. Although the other presentation (the elongated one) was more accessible to my budget, the amount I needed was considerable and I could not afford it. I left the place.
At that moment I remembered a grocery store near my house, and although I was not sure whether or not there would be Dulce de Leche de Cabra, I went there and found two presentations: a smaller one, marked with letter molds, and another elongated but thinner than the one sold at the Terminal. Both products are handmade, without recognized brands and therefore cheaper, which makes them more accessible to the pocket of the common citizen. So I decided to buy three and I set out to savor my longed-for delicacy.
I must confess that the Dulce de Leche de Cabra that I have liked the most in all this time is the one I tasted when I visited the hamlet of "La Negrita", which is somewhat distant from the city. Although it still belongs to the Miranda municipality, it is about 20 minutes from Coro. There, the villagers who sell this product add grated lemon peel, which gives it a particular touch and makes it even tastier. However, for this occasion I could not go there.
Getting to indulge this craving today, became almost an odyssey; more because of my current budget than because of the various options available in different places. But, it was worth the trip, since I got my longed-for treasure and was able to please my daughters and my palate. In addition, I had the opportunity to learn about the different options and current presentations that this creole sweet has to offer.
Thank you so much for stopping by and reading.
The photos were taken with my Redmi7 phone.
For the translation, I used DeepL Translator.
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VERSIÓN EN ESPAÑOL
Reto día 6 | Un antojo de domingo se transforma en una odisea: acompáñame en esta deliciosa aventura por el Dulce de Leche de Cabra [ENG/SPA]
Tradicionalmente se cocina en una cacerola de arcilla, bajo fuego de leña, moviendo constantemente con una paleta o cuchara grande de madera, hasta que se reduzca el agua y se concentre en una pasta moldeable. Algunas personas prefieren no añadir otros ingredientes y lo dejan tal cual, mientras que otras optan por mezclarlo con diferentes sabores, como conservas o mermeladas de guayaba, naranja, entre otros. También hay quienes lo combinan con jarabe de chocolate. Sin embargo, el dulce de leche tradicional es aquel que se elabora únicamente con sus dos elementos base. El sabor característico se impregna más es por los materiales que se utilizan y el procedimiento de cocción en sí.
Retomando el tema principal -mi antojo por un dulcito de leche- les cuento que me dirigí a comprarlo en la panadería que queda cerca de mi casa. Allí la cajera, muy amablemente, me mostró la variedad de presentaciones del dulce que tenía en venta. Sin embargo, los precios no se ajustaban a mi presupuesto, ya que se trataba de un Dulce de Leche de Cabra en una versión más elaborada, con un empaque de una marca comercial bastante reconocida en la ciudad; lo que le confiere cierto prestigio y, por ende, un costo más elevado.
Así que dejé la panadería por un momento y recordé que en el Terminal de Pasajeros, para los viajeros y visitantes, se ofrecen diferentes productos nacionales y de la región, entre ellos el tradicional Dulce de Leche de Cabra. Me acerqué hasta uno de los comerciantes y encontré dos presentaciones del dulce tradicional: una alargada y otra cuadrada bien empaquetada. Al preguntar por los precios, me comentó el vendedor que la presentación sin empaque era un poco más económica que la del empaque, ya que esta última pertenece a una empresa comercial que tiene muchos años en el mercado, siendo promocionada y exportada a nivel nacional. Aunque la otra presentación (la alargada) era más accesible a mi presupuesto, la cantidad que necesitaba era considerable y no me alcanzaba el dinero. Me retiré del lugar.
En ese momento recordé un abasto cerca de mi casa, y aunque no estaba muy segura si habría o no Dulce de Leche de Cabra, me dirigí hasta allí y sí encontré, de hecho dos presentaciones: una más pequeña, marcada con moldes de letras, y otra alargada pero más fina que aquella que venden en el Terminal. Ambos productos son artesanales, sin marcas reconocidas y por ende más económicos; lo que los hace más accesibles al bolsillo del ciudadano común. Así que opté por comprar tres y me dispuse a saborear mi tan anhelado manjar.
Les debo confesar que, el Dulce de Leche de Cabra que más me ha gustado en todo este tiempo, es aquel que probé cuando visité el caserío "La Negrita", que queda algo distanciado de la ciudad. Aunque sigue perteneciendo al municipio Miranda, está a unos 20 minutos de Coro. Allí, los pobladores que venden este producto le añaden ralladura de cáscara de limón, lo que le da un toque particular y lo vuelve aún más sabroso. Sin embargo, para esta ocasión no pude dirigirme hasta esa localidad.
Conseguir complacer hoy este antojo, se tornó casi en una odisea; más por mi presupuesto actual que por las diversas opciones disponibles en distintos lugares. Pero, valió la pena la salida, ya que conseguí mi anhelado tesoro y pude complacer a mis hijas y a mi paladar. Además, tuve la oportunidad de conocer las diferentes opciones y presentaciones actuales que este dulce criollo tiene para ofrecer.
Muchas gracias por pasar por aquí y leer.
Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Redmi7.
Para la traducción, utilicé DeepL Translator.
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