One of the most powerful practices I have discovered lately is gratitude, but not superficial gratitude; I am talking about a deeper and integral gratitude that connects with every part of my life. I have learned this through the lessons that life itself is giving and a book I am reading, which has helped me cultivate this beautiful practice.
From the first day, I started to be truly grateful; I noticed small changes; now, I start and end each day with a moment of gratitude, a habit that some people do automatically, but for me, it has been a conscious decision. Before, I was only thankful for a new sunrise, but now I go beyond that: I am thankful for every small step and challenge and even thank myself several times a day, 😊. This practice has become one of the best decisions I've made personally.
Recently, during a family trip, I drove three hours on complicated roads due to their poor condition. Instead of focusing on the discomfort, I thanked myself for facing the challenge and for allowing myself to take care of myself, dedicate time to myself, and value what I have, from my knowledge to the relationships that surround me, be they family, friendships, or work.
This gratitude exercise warms and comforts me, reminding me of all that I have accomplished, am, and can continue to be ✨. It is a constant push to continue being authentic, valuing every step and, above all, every instant of this life. Although, indeed, this is something very personal, I wanted to share it in case I manage to inspire someone else..
Thank you for reading.
Una de las prácticas más poderosas que he descubierto últimamente es la gratitud, pero no una gratitud superficial; hablo de un agradecimiento más profundo e integral que conecta con cada parte de mi vida, esto lo he aprendido a través de las lecciones que la vida misma va dando y de un libro que estoy leyendo, el cual me ha ayudado a cultivar esta hermosa práctica.
Desde el primer día que empecé a agradecer de verdad, pude notar pequeños cambios; ahora comienzo y termino cada día con un momento de gratitud, un hábito que algunos hacen de forma automática, pero para mí ha sido una decisión consciente. Antes solo agradecía por un nuevo amanecer, pero ahora voy más allá: agradezco cada pequeño paso, cada reto que enfrento, y hasta me doy las gracias a mí misma varias veces al día, 😊. Esta práctica se ha convertido en una de las mejores decisiones que he tomado a nivel personal.
Hace poco, durante un viaje familiar, manejé tres horas por carreteras complicadas debido a su mal estado, aun así, en lugar de enfocarme en la incomodidad, me agradecí a mí misma por enfrentar el desafío así lo hago también por permitirme cuidarme, dedicarme tiempo, y valorar lo que tengo, desde mis conocimientos hasta las relaciones que me rodean, ya sean familiares, amistades o laborales.
Este ejercicio de gratitud es una sensación cálida y reconfortante que me recuerda todo lo que he logrado, lo que soy y todo lo que puedo seguir siendo ✨. Es un impulso constante para seguir siendo auténtica, valorando cada paso y, sobre todo, cada instante de esta vida; y aunque en efecto esto es algo muy personal, quise compartirlo por si logro inspirar a alguien más.
Gracias por leer.
Sam Gise Life
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