


Ya he comentado por acá que me encanta la lluvia, el café, el chocolate, el clima; de hecho esta época del año, en esta y otras zonas del mundo permite que se produzcan muchos cultivos, cuando viajas el paisaje se ve hermoso, y es una estación necesaria en nuestro planeta; sin embargo es un temporada que trae sus propios retos, y en mi país se está dejando notar con fuertes inundaciones.
últimamente al despertar en las mañanas escucho el sonido de la lluvia en las ventanas, me encanta y a veces debo salir recibiendo algunas gotitas de lluvia, está el clima delicioso.
Aunque la luvia puede sentirse como un ritual en la vida de muchos, desde la nuestra seguridad y comodidad de nuestros hogares, no todas la experimentan de la misma manera. Me genera profundo pesar la situación de Mérida, Venezuela y otros estados que están siendo afectados por fuertes inundaciones, afortunadamente ya existen diferentes iniciativas de apoyo de grupos como Rotary y otros que se han unido para brindar ayuda, en mi comunidad también se han tomado acciones y eso renueva la esperanza en la solidaridad que nos une.
Si tienes acceso a colaborar desde tu posición y desde donde puedas hazlo, todo suma en un desafío como este.